El humo de los coches, el ozono, las partículas en suspensión, las calderas de las calefacciones… El aire que respiramos, sobre todo en las grandes ciudades, tiene un gran potencial tóxico para nuestra salud. De hecho, según la organización ecologista Greenpeace: hoy cualquier ser humano presenta en su sangre unos 300 químicos sintéticos que no tenían nuestros abuelos. Algo que, advierten los expertos, está provocando el aumento de múltiples enfermedades: desde alergias a determinados tipos de cáncer, irritación y sequedad de la piel o caída del cabello.
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¿Qué sabemos de los efectos de la polución en el pelo?
Los factores externos que pueden influir negativamente a nuestro pelo son muchos: el estrés, la mala alimentación, los cambios estacionales… Pero también la contaminación es considerada uno de los agentes más nocivos, ya que puede provocar debilidad, sequedad, pérdida de brillo, picor… y, en algunos casos, pérdida de cabello más intensa de lo normal.
Según un estudio clínico llevado a cabo por los laboratorios Aora Health, la exposición a diferentes partículas contaminantes podría tener como consecuencia directa un tipo de alopecia denominada efluvio telogénico. “Se trata de un problema capilar que afecta tanto a hombres como a mujeres, no tiene origen hereditario, y sus causas son variadas, continuas en el tiempo y externas (la dieta, el estrés, cambios hormonales, tratamientos farmacológicos, la época del año…). Técnicamente, muchos de los folículos pilosos que están en la denominada fase Anagen (o de crecimiento del cabello), se saltan esta fase y pasan antes de tiempo a la siguiente (Telogen o caída del cabello). En general, puede ser reversible cuando la causa o causas desaparecen, el cabello vuelve a crecer de forma natural”, explica Gonzalo Peñaranda, director general de los laboratorios.
"Investigaciones científicas también evidencian que las partículas contaminantes del aire pueden acumularse en el cabello y ocasionar daños en su capa externa protectora, la cual está formada por minúsculas escamas o cutículas. Se trata de un fenómeno llamado “micro-irritación” que provoca una reacción en cadena de la caída del cabello debido a un estrés frecuente originado por el cansancio, el sol y la polución. La "micro-irritación", inapreciable e indolora, aparece por debajo de la superficie del cuero cabelludo y se extiende por todo el bulbo piloso provocando que no se riegue ni se nutra la piel", explica Peñaranda.
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Tu pelo también necesita detoxificarse
Para evitar lo máximo posible este problema, los expertos recomiendan, entre otros hábitos, mantener una correcta higiene con productos adecuados a nuestro tipo de cabello y cuero cabelludo y una alimentación equilibrada. Esto, junto al hábito de cepillar el cabello cada noche para airearlo, nos ayudará a frenar los efectos de la polución y lucir una melena saludable.
- Cuida tu dieta. No es ningún secreto que una buena alimentación repercute en nuestra salud, pero también en nuestra melena. Algunos alimentos que pueden ayudarnos a que el cabello crezca más fuerte son aquellos ricos en vitamina C (kiwi, el brócoli, la papaya, la grosella…), beneficiosos para aumentar la microcirculación capilar, favoreciendo la oxigenación del cabello para que reciba mayor cantidad de nutrientes. Por otra parte, el aguacate, los aceites vegetales y los frutos secos, como las avellanas, las almendras y los pistachos son ricos en Vitamina E, que contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo. Y también muy importante el aporte de Omega 3 que el pescado azul (especialmente en el atún, el salmón, el rodaballo y las sardinas). Por último el zinc, uno de los mayores aliados en el crecimiento del cabello: el chocolate, las espinacas, la carne de cordero o el germen de trigo son ricos en este mineral.
- Nutricosmética. Los complejos vitamínicos vía oral pueden ayudarnos a complementar una dieta equilibrada aportando los nutrientes más idóneos para su crecimiento y fortalecimiento. “Nos ayudarán aquellos que en su formulación incluyan aminoácidos y vitaminas del grupo B y D, el zinc, el cobre…”, explica Gonzalo Peñaranda.
- Los mejores trucos de los peluqueros. “Algunos consejos prácticos y efectivos para mantener un pelo limpio son: lavar el cabello con agua tibia y termina con un último aclarado de agua fría; evitar cargar el cabello con productos de acabado como lacas, geles, ceras y demás productos que acumulen más residuos en nuestro cuero cabelludo; y, por último, recoger el cabello o proteger con accesorios capilares (un fular o una banda en el pelo o un sombrero o boina”, nos aconsejan los expertos de Franck Provost. También recomiendan utilizar algún producto específico con filtros UV para protegernos en el día a día contra las agresiones externas de la ciudad.