El pasado mes de marzo conocimos cuatro casos de meningitis en Madrid, que pusieron en alerta a la población y especialmente padres, que temen un posible contagio. Sin embargo, los expertos pidieron calma y aseguraron que no estábamos ante un brote y que los casos detectados no tenían relación entre sí. Aún así, se sigue insistiendo en la importancia de la prevención mediante la vacunación.
Así lo recalcaron expertos reunidos en segunda edición de la jornada “GSK, la cara visible de la prevención”. “La enfermedad invasiva por meningococo conlleva todavía hoy un riesgo de fallecimiento y secuelas permanentes, con gran impacto en el paciente, su familia y su entorno. La vacunación es la principal medida de prevención de la que que disponemos”, aseguró el doctor Antonio Conejo, coordinador de pediatría del Hospital Vithas Xanit Internacional.
Durante su ponencia ‘Panorama actual de la vacunación frente a la Enfermedad Meningocócica Invasiva a nivel mundial’, el especialista repasó las tasas de incidencia y mortalidad de esta patología en España y en los países de nuestro entorno. Así, explicó que en la temporada 2015-2016 el número de casos confirmados de enfermedad meningocócica invasiva fue de 268 (un 85,4% del total de casos declarados), siendo la tasa de incidencia en nuestro país de 0,58 casos por cada 100.000 habitantes y siendo el serogrupo B el más frecuente, con una tasa del 0,33 casos por 100.000 habitantes.
Con motivo del Día Mundial de la Meningitis, que se celebra cada 24 de abril, te explicamos en diez preguntas qué es la meningitis, qué serogrupos hay y por qué es importante respetar el calendario vacunal de los más pequeños.
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1.- ¿Qué es la meningitis?
La meningitis es una respuesta inflamatoria de las meninges, el tejido que envuelve el cerebro y la médula espinal, debido a que determinados microorganismos patógenos invaden el organismo. Existen varios tipos de meningitis según su origen: la vírica es la más común, aunque también la menos peligrosa y suele remitir por sí sola. Por su parte, la meningitis de origen bacteriano puede causar graves lesiones neurológicas (retraso mental, psicomotor, epilepsia..) en, aproximadamente, el 10 por ciento de los pacientes o, incluso, provocar la muerte. La meningitis también la pueden producir algunas enfermedades y hongos.
2.- ¿Qué bacterias son las responables de la meningitis?
La bacteria que, con mayor frecuencia, causa esta infección es Neisseria meningitidis (meningococo). Este microbio puede provocar meningitis y otras formas de enfermedad meningocócica como la sepsis (infección de la sangre). La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado hasta 12 serogrupos del meningococo, seis de ellos (A, B, C y W, X e Y) son más susceptibles de producir epidemias. Otras bacterias que pueden provocar meningitis son el Streptococcus pneumoniae (neumococo), Listeria monocytogenes (listeria), entre otras.
3.- ¿Por qué es tan peligrosa la sepsis meningococica?
La enfermedad menigocócica es un tipo de infección que no solo produce meningitis sino también otra forma clínica denominada sepsis meningococica. “Se trata de una patología que se desarrolla de forma muy rápida y agresiva y que puede acabar en un shock y fallo multiorgánico que conduce al fallecimiento del paciente en pocas horas. Tiene un índice de mortalidad del 10 por ciento”, señala la doctora María José Cilleruelo, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la AEP (Asociación Española de Pediatría).
4.- ¿Es muy frecuente?
No se trata de una enfermedad muy prevalente ya que la enfermedad meningocócica afecta, aproximadamente, a 0,3 individuos por cada 100.000 habitantes. Pero sí es cierto que se trata de una enfermedad muy grave que puede ocasionar secuelas neurológicas o, incluso, el fallecimiento en pocas horas. De ahí la importancia de la prevención y, por ello, los expertos no se cansan en recordar que hay que respetar el calendario vacunal de los niños. Y es que, aunque cualquier persona puede sufrir la enfermedad, es más frecuente aquellas con el sistema inmonológico más vulnerable, como niños, ancianos y personas inmunodeprimidas.
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5.- ¿Cómo se produce el contagio?
Según explica la OMS, el meningococo se transmite de persona a persona por las secreciones respiratorias o de la garganta. El contacto estrecho con una persona infectada o compartir utensilios de cocina u otros facilita el contagio. El periodo de incubación medio es de 4 días, pero puede oscilar entre 2 y 10 días.
6.- ¿Cuáles son los síntomas de la meningitis?
Los síntomas de esta patología son fiebre súbita, dolor de cabeza muy fuerte, rigidez en el cuello, naúseas y/o vómitos, confusión. Los más pequeños pueden manifestar también letargo e irritabilidad. En el caso de presentar estos síntomas, es esencial acudir a urgencias lo antes posible, ya que el tratamiento temprano puede ayudar a prevenir problemas graves. Para el diagnóstico, el médico pedirá pruebas analíticas y, si es necesario, realizará una punción lumbar.
7.- ¿Cuál es el pronóstico?
Dependerá del estado del paciente, de la rapidez con la que se administre el tratamiento y de la agresividad de la bacteria. Los antibióticos son muy eficaces para luchar contra la meningitis, pero no siempre pueden combatir la enfermedad. “El meningococo es una bacteria muy agresiva pero muy sensible a los antibióticos. De manera que con el tratamiento adecuado el germen muere rápidamente. Sin embargo, produce una gran cantidad de toxinas y una reacción inflamatoria en el organismo que es la que puede empeorar el pronóstico", señala la especialista. Cuanto antes se diagnostique y se administre el tratamiento, mejor será el pronóstico. Sin embargo, a veces es tan rápida su evolución que no se llega a tiempo.
8.- ¿Qué podemos hacer para prevenirla?
La principal herramienta de prevención para esta enfermedad es la vacunación. En la actualidad, la única vacuna incluida en el calendario oficial y financiada por el sistema público de salud es la del meningococo C. Por otro lado, también “se ha lanzado la vacuna frente al meningococo B, que es el serogrupo que está produciendo un número más elevado de infecciones en la actualidad”, señala la doctora Cilleruelo. Esta vacuna no está incluida en el calendario vacunal “porque la incidencia de la enfermedad es muy baja y las autoridades sanitarias no han considerado la indicación”, añade. Pero los padres que deseen vacunar a sus hijos pueden adquirir la vacuna bajo prescripción médica. De hecho, la Asociación Española de Pediatría la recomienda a partir de los dos meses así como completar la pauta vacunal (cuatro dosis).
Otros serogrupos como el W son más aislados (aunque el paciente de 20 años fallecido en Torrejón de Ardoz sufría este tipo). El aumento reciente de estos serogrupos, que no se daban en España, se puede relacionar con la globalización. "Nos estamos moviendo y nuestros gérmenes también. Con lo que microorganismos que antes no eran frecuentes en un lugar, nos acaban afectando", explica la especialista.
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9.- ¿La vacuna protege totalmente?
No hay ninguna vacuna que ofrezca protección absoluta pero, “si se completan las pautas de vacunación, es decir, las dosis necesarias en función de la edad del paciente, la efectividad es muy superior al 90 por ciento”, recuerda. Los efectos secundarios, por su parte, generalmente no van más allá de una reacción inflamatoria y dolor en la zona en la que se administra.
10.- ¿Debemos preocuparnos ante los casos detectados?
Cierto es que se trata de una enfermedad peligrosa que pone en riesgo la vida del paciente. Sin embargo, hoy por hoy “no hay motivos de alarma puesto los casos que se han dado en la Comunidad de Madrid y Sevilla son aislados y no tienen relación entre ellos. Lo cual no hace pensar en un brote de la enfermedad ni en una epidemia, por lo que debemos estar tranquilos”, afirma la doctora. Solo se considera que hay un brote cuando afecta a varias personas de un mismo núcleo, por ejemplo, un colegio, una oficina o varios miembros de una misma familia y los últimos casos conocidos no responden a este criterio.
En el caso de que se haya estado en contacto con una persona infectada, es necesario que se acuda a un centro hospitalario y se informe. Si los médicos lo consideran conveniente, aplicarán el protocolo de prevención "que consiste en la administración de antibióticos orales durante un par de días y observación”, concluye la doctora María José Cilleruelo.