Casi la mitad de los hogares españoles -el 46%- convive con un animal de compañía, principalmente perros y gatos, según la Fundación Affinity. Estos se han convertido en un miembro más de la familia y se establece con ellos un vínculo afectivo muy especial. Pero, además, nuestros peludos amigos influyen muy positivamente en nuestra salud.
Tener un perro, gato o cualquier otra mascota con la que se pueda interactuar genera beneficios que van más allá de la pura compañía. "Son excelentes compañeros, divertidos, fieles, relajan el ambiente y nos ayudan a desarrollar la observación, empatizar más, dan más alegría y vitalidad al hogar y protegen nuestra salud", indica el veterinario Carlos Rodríguez, fundador de Mascoteros Solidarios y director del centro veterinario Mascoteros, en Madrid. Algunos estudios han observado que, incluso, pueden alargar la vida. La Universidad de Uppsala (Suecia), por ejemplo, realizó una investigación observacional y vio que las personas que viven con un animal de compañía tienen un 36 por ciento menos de riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular.
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Más ejercicio, mejor salud
El primer Análisis Científico del Vínculo de la Fundación Affinity llegó a la conclusión de que los propietarios de un perro o un gato van un 15 por ciento menos al médico. Los varones, además, tienen menos colesterol y tensión arterial que los que no viven con un animal de compañía.
Una de las razones por las que se goza de más salud si se tiene una mascota, especialmente un perro, es que nos obliga a realizar más ejercicio y, además, éste suele ser de mayor intensidad, según la Universidad de Lincoln (Reino Unido). Este tipo de actividad estimula el corazón, la oxigenación de todo el organismo.
Asimismo, ayuda a quemar calorías y, acompañada de una dieta sana y equilibrada, previene la obesidad y otras enfermedades como las cardiovasculares o, incluso el cáncer. Por otro lado, el riesgo de asma se reduce en un 15 por ciento, según otra investigación de la Universidad de Uppsala. Si se vive en una granja, esta probabilidad puede reducirse hasta la mitad.
Relajan y mitigan la soledad
Las mascotas también son grandes aliadas contra el estrés. Varios estudios han observado que el contacto con nuestros amigos peludos reduce la frecuencia cardiaca, la presión arterial y baja los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
También combaten la depresión y, en particular los perros, pueden alejar la sombra de esta enfermedad en los más mayores. "Las mascotas, en especial los perros, aportan cariño, juegos y compañía a los ancianos. Todo ello les ayuda a combatir la depresión. Además, también les incitan a estar activos y eso les ayudará a mantenerse más ágiles físicamente y a entablar conversación con otras personas, algo que reducirá su soledad", indica el experto.
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Unen a la familia
Nuestros peludos amigos aportan cohesión, armonía y mejoran la comunicación en el hogar. Y es que, tener una mascota en casa supone un refuerzo en la comunicación y el nexo entre los miembros del núcleo familiar, pues demandan consenso y cooperación en los cuidados que requieren. Pero, además, muchas de las conversaciones y risas giran en torno a estos compañeros.
Por si todo lo anterior fuera poco, generan más beneficios en el hogar. Sobre todo, si hay niños pequeños o cuando los hijos ya se han marchado:
Promueven la responsabilidad. Tener una mascota en casa "exige atender a sus necesidades de alimentación, ejercicio, higiene, visitas al veterinario y, generalmente, los más pequeños de la casa suelen participar activamente en su cuidado", señala Carlos Rodríguez.
Mitigan la soledad. Los adultos pueden encontrar un excelente compañero. Pero este beneficio también lo notan los niños "que comparten con sus mascotas confidencias, sueños, miedos, etc", señala el fundador de Mascoteros Solidarios.
Evitan el aburrimiento. Una mascota está siempre disponible para jugar, con lo que grandes y pequeños tienen al amigo ideal para pasar un buen rato y alejar el aburrimiento.
Ayudan a comprender el duelo. Nuestras mascotas, además, nos enseñan qué es el amor incondicional, la fidelidad y cómo afrontar con valentía la separación. Además, "para los más pequeños de la casa, superar la muerte de su compañero puede ser una gran lección de aprendizaje para el futuro", señala Carlos Rodríguez.
Combaten el nido vacío. El perro o gato "aportan una nueva ilusión, alguien nuevo por quien preocuparse en el día a día y a quien ver crecer. En definitiva, les permite seguir sintiéndose una familia y combaten el síndrome de nido vacío”, indica Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity.
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