El príncipe George de Inglaterra, de tres años, y la princesa Charlotte, de dos, tendrán muy pronto un nuevo hermanito. Así lo ha comunicado el Palacio de Kensington a través de sus redes sociales el mismo día en que se esperaba que Kate Middleton asistiera a un acto en el Hornsey Road Children's Centre de Londres. La Duquesa de Cambridge se ha visto en la obligación de cancelar su agenda debido a las molestias por las que, al parecer, está siendo atendida en su domicilio. La mujer del príncipe Guillermo sufre, al igual que sucediera en sus dos embarazos anteriores, de hiperémesis gravídica.
La hiperémesis gravídica es una patología que tiene que ver con los cambios hormonales que se producen en la mujer cuando se queda embarazada y que producen un cuadro de vómitos excesivos y continuos durante las primeras 12 semanas de gestación. En concreto, la causante de estos vómitos es la hormona gonadotropina coriónica humana (llamada también beta-hCG). Esta se produce desde que el embrión empieza a evolucionar, es decir, alrededor del décimo día de embarazo. Y permite confirmar el diagnóstico de embarazo. Pero habitualmente provoca una tendencia a los vómitos.
Vómitos durante el embarazo: Cuando dejan de ser algo normal
El doctor Juan Vidal Peláez, Jefe de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, hace hincapié en que los vómitos durante el primer trimestre del embarazo, denominados “emesis del embarazo”, son completamente normales. Sin embargo, “cuando estos vómitos son excesivos, es decir, que la mujer vomita todos los alimentos que come e incluso los líquidos, estamos en un cuadro que se llama peremesis. Si ese exceso es total se llama hiperémesis”. A diferencia de las náuseas matutinas, que suelen experimentar muchas mujeres, la hiperémesis puede conducir a trastornos graves como la pérdida de peso y la deshidratación. Esta última consecuencia es la que el doctor Vidal considera especialmente grave.
“El hecho de que la mujer no tolere nada, supone un cuadro peligroso”, advierte el doctor Vidal. En estos casos se requiere el ingreso de la futura mamá en el hospital para contrarrestar esa deshidratación a través de sueroterapia y recibir la medicación más apropiada para que se reduzcan sus vómitos. Esta deshidratación explica que Kate Middleton tuviera que ser ingresada en los dos embarazos anteriores en un hospital de Londres.
Cómo prevenir la deshidratación debida a los vómitos durante el embarazo
Cuando una mujer sufre hiperémesis gravídica debe poner un especial cuidado en no sufrir deshidratación. El Jefe de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional aconseja tomar líquidos constantemente e ingerir alimento de forma reducida y repetida. “En vez de comer 3 veces al día, se puede comer 6 o 7 veces al día y en pequeña cantidad”, indica el experto. Otra posible solución es tomar medicación antiemética.
Sin embargo, si esto no fuera suficiente, habría que acudir a un hospital para recibir medicación intravenosa. El equipo médico procederá a regularle sus déficits nutricionales con alimentación parenteral. “Se le va probando la tolerancia a líquidos y, poco a poco, se le van dando sólidos en pequeña cantidad”, explica el; y añade: “A veces se le receta medicación antiemética por vía intravenosa, pues es más eficaz que la que se toma por vía oral”. Un factor de tremenda importancia en la atención a la mujer que ingresa con un cuadro de hiperémesis gravídica es el psicológico. “Al ingresarla, primero se intenta que se tranquilice”, subraya el doctor.
Segundo trimestre de embarazo: La desaparición de los vómitos
“Los vómitos tienen tendencia a desaparecer de forma espontánea y natural cuando se superan las 12 semanas de embarazo, cuando las cifras de hormona beta-hCG se reducen o la mujer comienza a acostumbrarse a ella”, apunta el doctor Juan Vidal. El experto no descarta que haya casos excepcionales en los que el cuadro de vómitos perdure hasta el mismo día del parto.
También reconoce que los vómitos no tienen nada que ver con la genética o el número de embarazos: “Hay mujeres que en un embarazo vomitan mucho y en otro embarazo no vomitan nada”. Sin embargo, matiza que en los vómitos que se producen en las primeras semanas del embarazo influyen factores psicológicos (problemas matrimoniales, laborales, personales...) y el sexo del bebé: “Hay mujeres que tienen niñas y vomitan y niños y no vomitan, o al revés”.