Además de prevenir enfermedades como las cardiovasculares, degenerativas, articulares o depresión, una buena alimentación nos va a ayudar a mantener nuestro organismo joven, sano y fuerte.
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Cuando decimos la expresión “somos lo que comemos”, no podemos tener más razón. Creo al cien por cien en que una alimentación sana nos ayuda a sentirnos más enérgicos y fuertes y a eliminar ciertas molestias. Sí, es cierto es que la dieta es muy importante a la hora de prevenir o provocar una enfermedad; pero no debemos olvidar que solo es un factor más entre muchos otros: la susceptibilidad genética, los agentes contaminantes o los microorganismos, también son de vital importancia. Una cosa está clara: el resto de los factores no podemos controlarlos, pero sí la alimentación.
Por eso, lo que yo siempre recomiendo es variar la dieta al máximo para proporcionar todo tipo de nutrientes y así conseguir un óptimo estado de salud. Por ejemplo, podremos conseguir:
- Reducir la inflamación.
- Prevenir dolores de cabeza y ataques de asma.
- Aumentar la resistencia del estómago a las úlceras.
- Mejorar la fertilidad.
- Mejorar el sistema inmunológico para combatir infecciones.
Y así una larga lista de beneficios que obrenemos de llevar una dieta equilibrada y sana. Pero, quería hacer hincapié en la importancia de la ingesta de anitoxidantes y de grasas saludables (como el omega 3); ya que son garantía de salud a largo plazo.
¿Qué debemos tener saber sobre los antioxidantes y cómo aportarlos a nuestra dieta?
Los antioxidantes se encuentran principalmente en frutas y verduras; de hecho, son los responsables de los diferentes colores de estos alimentos. Por ello, lo primero que quiero destacar es que cuanto más intenso sea el color de la fruta o verdura, mayor será la cantidad presente del antioxidante en el alimento. Otro dato a tener en cuenta es que sean frescas o congeladas. El producto fresco siempre conserva mejor los antioxidantes que las enlatadas, cocidas o procesadas. También es importante saber que las frutas enteras conservan mejor su valor nutricional que los zumos. Lo ideal es aportar por lo menos 2 piezas de fruta al día y un zumo de frutas natural.
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En general, si puedes elegir, opta siempre por la fruta, verdura u hortaliza cuyo color sea más intenso y llamativo; significará que tiene un alto contenido en antioxidantes. De hecho, las ensaladas cuanto más colores diferentes tengan sus ingredientes, más nutritiva es.
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En cuanto a la grasa, es un nutriente que estamos eliminando de la dieta y se considera de vital importancia, siempre y cuando estemos hablando de grasas insaturadas, es decir, grasas saludables, como el omega 3, que podemos encontrar principalmente en frutos secos y pescado azul. Este tipo de grasa puede llegar a ayudarnos a eliminar enfermedades tan importantes como la artritis, hipertensión, esclerosis múltiple, asma, psoriasis, enfermedades cardiovasculares o incluso jaquecas. Así que, sí, definitivamente: 'somos lo que comemos'.
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