Dormir al menos 7 horas al día parece ser la clave para controlar las hormonas que regulan nuestro apetito. Es lo que se desprende de algunos estudios desarrollados por universidades de prestigio como la de Harvard o California; donde han dedicado largas horas de investigación a descifrar la relación entre falta de sueño y obesidad. Pero no sólo eso: según los expertos, un buen descanso nos augura una vida sana y más larga.
Durante muchos años circuló la falsa creencia de que dormir pocas horas ayudaba a adelgazar. Sin embargo, la realidad es muy distinta. “Unos hábitos de sueño adecuados evitan desarreglos hormonales que nos pueden conducir a un mayor apetito y a ingerir más cantidad de alimentos. La clave está en dos hormonas implicadas en la regulación del apetito: la leptina y la grelina”, advierte Carolina Muro, directora de la Unidad de Nutrición de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB).
¿Cuántas horas debemos dormir para evitar el sobrepeso?
Para hacernos una idea de la importancia que el sueño tiene en nuestro peso, un estudio del Centro de Investigación Biomédica sobre la obesidad y la nutrición considera que por cada hora adicional de sueño reduciríamos hasta un 36% el riesgo de sobrepeso. “Como mínimo 7 horas serían las adecuadas para que no se encuentren alterados los mecanismos hormonales”, explica la experta.
No obstante, no hay que olvidar que con respecto al control del peso hay otros dos grandes aspectos que no podemos obviar y que son tanto o más importantes. Por un lado, debemos de intentar llevar una dieta equilibrada libre de grasas saturadas, que nos proporcione la cantidad de energía necesaria y, por otro, evitar el sedentarismo con la práctica de ejercicio físico de manera regular. Además, unos minutos de descanso antes de irnos a la cama para practicar algunos ejercicios de relajación no sólo aliviarán el estrés; también nos ayudarán a conciliar el sueño más fácilmente.
Del mismo modo, se ha demostrado que la carencia de sueño es un factor de riesgo en enfermedades graves, como diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares. Así, en el informe 'MONICA', publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), evidencia la relación entre los trastornos del sueño y el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral a largo plazo: durante el período de estudio, casi dos tercios (63%) de los participantes que tuvieron un ataque al corazón también presentaban trastornos del sueño. A su vez, la manifestación de la tensión social en la población se traduce en estos trastornos del sueño, puesto que están estrechamente asociados con los estados negativos afectivos, como ansiedad, depresión, hostilidad o agotamiento vital. Es por ello que establecer unas normas y hábitos de sueño saludables resulta imprescindible para proteger nuestra salud.
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