¿Tienes salmonelosis? No cometas el error de tomar antidiarréicos
Para contener los princpiales síntomas de la salmonelosis, como son las diarreas y los vómitos, muchas personas recurren a fármacos antidiarréicos. Sin embargo, en estos casos es peor el remedio que la enfermedad
El calor y la humedad del verano hacen que las bacterias que puedan estar en determinados alimentos, en el agua o en el aire, proliferen con más facilidad; por lo que el riesgo de que se produzcan intoxicaciones alimentarias aumenta. Una de las intoxicaciones alimentarias más comunes cuando las temperaturas alcanzan los 30ºC-37ºC es la salmonelosis. Esta enfermedad está asociada a un microorganismo llamado “salmonella” y produce síntomas como diarreas y vómitos. De ahí que muchas personas, por su propia cuenta, acudan a medicamentos como antidiarréicos o antiespasmódicos para controlarla. Sin embargo, estos medicamentos producen más riesgos que beneficios.
La doctora Asunción Rosado, Médico de Familia y Vicesecretaria del Colegio de Médicos de Madrid, asegura que recurrir a antidiarréicos o antiespasmódicos en caso de salmonelosis está contraindicado: “disminuyen el movimiento del intestino haciendo más costosa la eliminación de heces contaminadas, por lo que la salmonelosis se puede prolongar”. Por tanto, el primer paso ante la sospecha de que hayamos podido contraer la salmonelosis es consultar con un médico. Este evaluará el nivel de riesgo que corremos, nos recomendará pautas de rehidratación, nos prescribirá los analgésicos y antitérmicos que podamos necesitar, y pondrá en conocimiento de las autoridades sanitarias nuestro caso para tratar de identificar el foco. En los casos severos, el médico puede requerir la hospitalización del individuo y administrar líquidos inyectados directamente en vena (vía intravenosa).
La salmonelosis, una infección que se puede evitar
La principal fuente de infección humana de salmonella es a través del consumo de alimentos contaminados. Y no hablamos exclusivamente de la carne de corral, de vaca, de productos lácteos o de los huevos, el alimento por excelencia que puede contaminarse por salmonella. La salmonelosis también puede contraerse por la ingesta en crudo de alimentos como los tomates, las verduras y otros productos que han estado en contacto con la tierra. La doctora Asunción Rosado va más allá aún. Asegura que “con las altas temperaturas, cualquier tipo de alimento constituye un riesgo para las intoxicaciones por salmonelosis y, por consiguiente, producir diarrea, vómitos, dolor de cabeza, fiebre elevada, dolor abdominal, gran postración y, en ocasiones, erupción en pecho y espalda”.
Puesto que aún no existe una vacuna que haya demostrado ser eficaz contra la salmonelosis, evitar contraer esta infección es tan sencillo como seguir una serie de reglas básicas: extremar las medidas de higiene personal, no consumir comida cruda o poco cocinada, mantener los alimentos bien refrigerados y cocinar bien todos los productos que vayan a ingerirse, pues esta bacteria se puede eliminar si se somete el producto a temperaturas de cocción.
- Extremar la higiene de manos con lavados correctos y frecuentes.
- Comprar huevos con la cáscara limpia e intacta y adquirirlos únicamente en establecimientos autorizados (con envasado y etiquetado correcto).
- No comer huevos crudos o escasamente cocinados, carne cruda o poco cocinada ni productos lácteos no pasteurizados. Hay que tener en cuenta que los alimentos contaminados con Salmonella suelen tener tanto su aspecto como su olor normales.
- Separar los alimentos crudos de los cocinados. Los alimentos crudos, como la carne, el pollo, el pescado y sus jugos pueden haberse contaminado y transmitir la salmonelosis si entran en contacto con los ya elaborados.
- Mantener limpias las zonas de manipulación de alimentos. Cuando se manipula carne cruda en una tabla, o bien se limpia antes de utilizarla para otro alimento o se utiliza otra.
- Si se va a comer al aire libre es aconsejable introducir los alimentos perecederos y que requieran refrigeración en una nevera portátil o en bolsas térmicas.
Cómo evitar contraer la salmonelosis en restaurantes
“En los restaurantes se deben extremar al máximo todas las medidas básicas, ya que se podrían producir brotes de enfermedad en poblaciones más o menos numerosas”, advierte la doctora. “Algo muy importante y que no se suele tener en cuenta, es la protección adecuada de los alimentos sobre la barra (pinchos, raciones, etc), que deben estar aisladas en los recipientes adecuados”, apunta Asunción Rosado. La doctora anima a que, como clientes, exijamos el mantenimiento de todas estas medidas en aquellos bares y restaurantes en los que consumamos algo:
- Trabajar con guantes que deben ser cambiados frecuentemente
- Garantizar la adecuada refrigeración y cocción de los alimentos: los alimentos no deben permanecer fuera de la nevera durante más de dos horas, pues aumenta el riesgo de proliferación de la bacteria.
- En el ámbito de la restauración, el uso de huevos pasteurizados ha significado una importante medida de prevención. Debe tenerse en cuenta que el microorganismo está muy adaptado al reino animal, por tanto, se encuentra en numerosos niveles.
Cómo tratar los síntomas de la salmonelosis: medicamentos contraindicados
El más mínimo descuido a la hora de manipular los alimentos o de mantener una correcta higiene de manos puede llevarnos contraer una intoxicación alimentaria por salmonella. Los síntomas principales de la salmonelosis son: diarrea, vómitos, dolor de cabeza, fiebre elevada, dolor abdominal, gran postración y, en ocasiones, erupción en pecho y espalda. Estos aparecen tras un periodo de incubación que suele oscilar entre las 6 y las 72 horas tras haberse producido la ingestión de los alimentos contaminados.
La doctora Rosado explica que las sospechas de que estamos ante una intoxicación alimentaria se producen cuando hay otros miembros del entorno con las mismas molestias o cuando se puede identificar una fuente de intoxicación más que probable: ingestión de mayonesas sin refrigeración, huevos crudos, fruta o verdura, comidas fuera de casa donde no se pueden mantener las mismas condiciones de refrigeración de los alimentos…
Los adultos sanos pueden recuperarse de casos de salmonelosis de leve a moderada poniendo especial atención al reemplazo de líquidos y electrolitos, pues la consecuencia inmediata de los síntomas propios de la salmonelosis es la deshidratación. Estas personas no necesitarán tratamiento médico. Sin embargo, esta enfermedad puede causar graves estragos, sobre todo en niños y ancianos: “Puede llegar a revestir gravedad por el riesgo de deshidratación a causa de la diarrea, la fiebre y la sudoración aumentada propia de la época estival; es por ello que una de las medidas más importantes está en relación con el suficiente aporte de líquido por vía oral”, informa la doctora. Y concluye: “Hasta que la infección haya desaparecido, también hay que tener mucho cuidado con lo que come”.