Con los nuevos fármacos quimioterápicos, muchos de ellos utilizados vía oral en pastillas, se pueden producir reacciones capilares muy peculiares: rizamiento del pelo, cambios de color, alopecia difusa, crecimiento exagerado de las pestañas y de las cejas, etc. Pero el efecto adverso más temido de la quimioterapia es la alopecia. La pérdida de cabello, en muchos casos y especialmente mujeres, puede llegar a hacer incluso que el paciente se replantee el tratamiento. De hecho, algunos estudios han observado que uno de cada 20 pacientes se plantea no recibir quimioterapia por el miedo a perder el cabello.
Para tranquilidad de las pacientes, en la mayoría de casos en que se produce alopecia por quimioterapia, el pelo se recupera en los meses posteriores a dejar el tratamiento. Existen tratamientos tanto médicos como cosméticos que pueden ayudar a las pacientes que sufren este efecto adverso de la quimioterapia. Y es que, a pesar de que la alopecia pueda considerarse como un efecto adverso meramente “cosmético”, afecta de forma muy importante la calidad de vida de las pacientes, por lo que se le debe dar toda la importancia terapéutica que tiene. En este sentido, la comunicación entre el médico y la paciente será fundamental para abordar de forma correcta todo el proceso del tratamiento del cáncer y sus posibles efectos adversos.
Padecer un cáncer es algo traumático que produce un importante shock en el paciente. Y, puesto que existen terapias efectivas para poder combatir el cáncer, entre ellas la quimioterapia, no se debe renunciar a ellas por miedo a perder el pelo.
Tipos de alopecia por quimioterapia: ¿Cuáles hay y qué implicaciones tienen?
La alopecia por quimioterapia más temida es el efluvio anágeno. Es la pérdida total del cabello de la cabeza e incluso cejas en los 15 días siguientes a empezar la quimioterapia. Es más frecuente con algunos fármacos quimioterápicos, como los utilizados en el cáncer de mama o en los tumores hematológicos. Muchas pacientes optan por raparse el pelo y recurrir a una prótesis capilar ya incluso antes de que se les caiga por la quimio.
Un dato relevante es que más del 95% de las pacientes que sufren esta alopecia recuperarán de forma completa el cabello en los meses siguientes a suspender la quimioterapia. Se puede acelerar la repoblación con el uso de minoxidil tópico. Como novedad, a nivel preventivo se está empezando a utilizar el enfriamiento del cuero cabelludo mientras se administra la quimioterapia, lo cual hace que no llegue el fármaco al cuero cabelludo y por tanto puede evitar la alopecia.
Cuando se administra quimioterapia, un porcentaje pequeño de los casos presentarán un crecimiento de pelo menor de lo que tenían por el daño de la quimioterapia sobre las células madre de algunos folículos, cuadro que se conoce como “alopecia definitiva post-quimioterapia”. Esta infrecuente situación produce que las pacientes tengan menos densidad capilar que antes de la quimioterapia, aunque con tratamiento pueden tener una mejora en su densidad. De hecho, desde la Unidad de Tricología del Hospital Ramón y Cajal estamos realizando un estudio (coordinado por la Dra. Ángela Hermosa) de posibles nuevas terapias en alopecias definitivas por quimioterapia con resultados esperanzadores.
La quimioterapia, además, puede producir formas diferentes de alopecia: una muy frecuente es el conocido “efluvio telógeno” que se produce durante los meses de tratamiento y, especialmente, los meses después del diagnóstico del cáncer. Este tipo de alopecia se manifiesta con una caída intensa de cabello. Pero, a diferencia del efluvio anágeno, no hace que se pierda densidad capilar. Podríamos decir que es una aceleración del ciclo de caída y crecimiento del pelo, inducido por el estrés de recibir un diagnóstico de cáncer y por los propios fármacos. No requiere ninguna actuación especial y se recuperará sólo en unos meses.
Dr. Sergio Vañó Galván. Dermatólogo y tricólogo. Director de la Unidad de Tricología y estudio de las alopecias del Hospital Universitario Ramón y Cajal. Director de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar de la clínica Grupo Pedro Jaén. Miembro del Grupo Español de Tricología y de la European Hair Research Society. Coordinador de Investigación clínica del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Madrid.