Amante incondicional del Yoga Ashtanga, la modelo Vanesa Lorenzo se ha convertido en toda una gurú de la vida saludable, como demuestra con la publicación de su libro ‘Yoga, un estilo de vida’ (Editorial Planeta). Y es que, nos confiesa la modelo en esta entrevista, su pasión por el yoga, que viene practicando desde hace ya 15 años, no sólo logra mantenerla alejada del estrés y las prisas del día a día, también ha sido clave para cuidar más de su alimentación y la de su familia. Nos lo cuenta durante la presentación de la campaña #TeSientaBien, impulsada por la marca ecológica Las 2 Vacas.
- ¿Cuáles fueron los motivos que te llevaron a optar por la comida ecológica?
Mi interés por la nutrición comenzó cuando llegué a Nueva York a los 20 años y descubrí el yoga. Manhattan estaba lleno ya entonces de supermercados orgánicos y la comunidad yogui allí también estaba muy concienciada con la alimentación responsable. A mí todo esto me interesó muchísimo y comencé a leer todo lo que caía en mis manos sobre nutrición, preguntaba a expertos… Desde entonces, se ha convertido en un estilo de vida para mí, y que también trato de inculcar a mi familia. Llevar unos hábitos de alimentación saludables es una inversión a largo plazo: envejeces mejor, previenes enfermedades…
- Muchas veces se confunde alimentación ecológica con otros conceptos como la alimentación macrobiótica o el veganismo. ¿Cuál es la diferencia?
Cuando hablamos de alimentación ecológica u orgánica lo importante es prestar atención a la hora de comprar el producto. Todos los productos que han sido cultivados de forma ecológica tienen que llevar el sello europeo que los identifique y eso nos asegura que el alimento cumple con unas condiciones respetuosas con el medioambiente y con el bienestar del animal. Por ejemplo, en el caso de la vaca, nos aseguramos de que vive en libertad y hay un control de herbicidas. De esta manera, se obtiene una leche mucho más natural y saludable. En el caso de las frutas y verduras, es lo mismo: se garantiza el uso de pesticidas naturales, sin ningún tipo de sustancia tóxica y tendremos la certeza de que las semillas no están genéticamente modificadas.
- Pero lo ‘eco’ no siempre es sinónimo de saludable. ¿Cómo es una dieta equilibrada para ti? ¿Cómo planificas tus comidas teniendo en cuenta que tienes dos niñas pequeñas en casa?
Efectivamente. La gente tiene que entender que una cosa es que el producto sea de más calidad y, otra, los nutrientes que tenga ese alimento. Os pongo un ejemplo: podemos comernos un donut ecológico, de harina refinada y con azúcar blanca. Vale, es ecológico, pero ¿tiene nutrientes? Llevar una alimentación saludable no es solo que sea ecológico, hay que entender que lo importante es que el alimento que tomamos nos aporte todo lo que nuestro cuerpo necesita.
Para eso y para ayudarnos a organizar las comidas, podemos acudir a la pirámide nutricional de toda la vida: saber que hay que tomar mayor cantidad de carbohidratos que de proteínas y, por supuesto, sin olvidar las grasas que son muy buenas y muy necesarias. También busco equilibrar y variar las frutas y verduras que tomo durante la semana.
- El desayuno es una de las comidas más importantes del día. ¿Qué ‘superalimentos’ no pueden faltar para arrancar la mañana con energía?
Hay tres ‘superalimentos’ fundamentales en mi cocina y que utilizamos mucho: la chía, el sésamo y los cacao nibs –semillas de cacao puro sin azúcares añadidos-. Por ejemplo, estos últimos los pongo con el yogur y está riquísimo, además de tener un montón de vitaminas y antioxidantes. También hago puding de chía con leche, para aprovechar todos los micronutrientes de esta semilla. El sésamo también es muy buen aliado del desayuno porque nos aporta calcio.
- ¿Una bebida ‘detox’ que cuide de nuestro cuerpo?
Lo que más me gusta es mezclar: espinacas, una banana, cacao nibs, agua de coco y, a veces, le pongo algún fruto del bosque (arándanos, frambuesas…) y una cucharada de aceite de coco. También me gusta mucho poner un poco de jengibre a los zumos por el gusto picante que deja.
- ¿Cómo te ha ayudado el yoga a tener unos hábitos de vida más saludables? ¿Qué relación hay entre yoga y alimentación?
Tiene una relación directa total. El yoga lo que hace, principalmente, es conectarte con tu cuerpo. A mí me ha ayudado a escucharme y a entender qué necesito en muchos aspectos, también en lo que se refiere a la alimentación. Desarrollas una cierta sensibilidad que te permite saber cómo te sienta una comida. Y es que, a veces, nos sentimos pesados o irritables, y no nos damos cuenta de que son respuestas del cuerpo a una alimentación incorrecta, de una mala digestión, de un alimento que no nos sienta bien…
- A nivel físico, ¿cómo transforma el yoga nuestro cuerpo? ¿Por qué elegiste el Ashtanga frente a otros tipos de yoga?
He probado diferentes tipo de yoga: Bikram, Iyengar… Y no me engancharon tanto como el Ashtanga, quizás porque me gusta el yoga más activo y dinámico que requiere un mayor esfuerzo físico. Cómo consigue transformar el cuerpo es bestial, pero, además, te reta a superar tus limitaciones constantemente. Y ese superarse se refleja físicamente y nos transforma. Con el yoga te das cuenta de que tu cuerpo es más sabio de lo que creías.
- Si tuvieras que elegir un solo ejercicio de yoga para esculpir el cuerpo entero, ¿cuál sería?
La vinyasa (secuencia) del saludo al sol. Solo con eso conseguimos activar cada músculo del cuerpo.
- Tanto en el libro como en tu blog, nos conciencias sobre otras interesantes cuestiones, algunas tan peliagudos como el alto consumo de azúcar y su relación con el sobrepeso. Dentro de un estilo de vida ecológico, ¿qué otras alternativas más saludables encontramos?
Hay muchas alternativas al azúcar blanco y otros alimentos que endulzan, a la vez que nos nutren. Realmente el cuerpo no necesita tanto azúcar, es el placer que nos creamos nosotros mismos y “cuanto más tomas, más quieres” (y al revés). Algunas alternativas que yo suelo usar son el azúcar de coco, mieles de buena calidad, la melaza de arroz, la panela, la stevia…