Vivir sin pesimismo

Las personas pesimistas viven bombardeadas de ideas negativas y pueden ver resentida su salud física y emocional por este motivo. Pero, según afirman algunos estudios, también son mejores líderes y más resistentes a la publicidad engañosa, entre otras cualidades. Entonces, ¿tener unas expectativas más realistas puede ser una receta para la felicidad? La 'coach' Roser de Tienda, autora de 'Hazte la vida fácil', nos lanza un mensaje: "Prueba con una dosis diaria de ironía, pero no dejes que la preocupación excesiva se apodere de tu vida".

Piensa en una persona que acaba de ganar la lotería y otra que ha contraido una enfermedad incapacitante. La lógica nos lleva a intuir que la primera se verá desbordada por un sentimiento de euforia, mientras la segunda desarrollará una actitud más pesimista. Sin embargo, está demostrado que, al cabo de seis meses, en cuanto esas personas se han habituado a su nueva situación, sus actitudes frente a la vida siguen siendo las mismas: el pesimista seguirá siéndolo pese a tener sus cuentas de crédito llenas y el optimista no dejará de sonreir sin importar las dificultades.

"No podemos cambiar nuestro ADN y, a menudo, no podemos hacer mucho acerca de las cosas que nos pasan. Pero sí podemos influir en cómo vivimos y experimentamos el mundo. Podríamos decir que todos tenemos una parte más optimista y otra que no lo es tanto. Pero, para el buen desarrollo de la personalidad necesitamos las dos. Sin embargo, si los circuitos cerebrales que controlan nuestras reacciones de miedo se fortalecen y nos dominan, nuestra mente puede desarrollar una postura excesivamente pesimista que, en el peor de los casos, puede acabar en trastornos de ansiedad y depresión. Por eso, las terapias cognitivo-conductuales, la psicología o el mindfulness pueden ser una gran ayuda para devolvernos una imagen del mundo y de nuestra vida más positiva", explica la experta especializada en coaching para la mujer.

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Estrategias para vivir sin pesimismo

Aprender a ser optimista es importante por muchas razones. Estudios recientes demuestran que las personas que son menos pesimistas viven más tiempo y gozan de mejor salud a lo largo de su vida. Viven los fracasos como desafíos y no les preocupa volver a intentar mejorar las cosas con energía y esperanza. Además, las personas optimistas piensan de manera más creativa, tolerante y constructiva. Todas estas razones son más que suficientes para adoptar un estilo de vida que nos lleve a ser más felices. Toma nota de estos consejos que nos propone la 'coach':

• Sal de tu zona de confort. Cultiva activamente amistades positivas. Pasar más tiempo rodeado de personas optimistas te ayudará a elevar el estado de ánimo.
• Concéntrate en las buenas cualidades que tienes. Sube tu autoestima pensando que tu pesimismo no es lo único que te caracteriza. Hay muchas cualidades que te definen; así que, en lugar de fijarte en lo negativo, busca las cosas buenas. ¿Eres inteligente? ¿Apoyas a tus amigos? ¿Puede darte igual lo que los demás piensen de ti? ¿Eres una persona confiable? Céntrate en los aspectos positivos de tu personalidad e intenta buscar el equilibrio con los negativos.
• Practica la aceptación. Acepta las cosas como son e intenta afrontarlas como parte innata de tu vida. No imagines las cosas antes de que pasen, solo espera a que ocurran con la confianza de que podrás asumirlo.
• Sé compasiva contigo misma. Piensa que tu lado más pesimista no siempre es contraproducente. Algunos filósofos e investigadores argumentan que esta carcterística de nuestra personalidad puede hacer a las personas más felices y cercanas a la realidad porque estarán más preparadas ante lo que pueda ocurrir y tendrán menos posibilidades de sentirse decepcionadas.
• Comprueba que no tienes ningún problema subyacente. Una posible razón para la existencia del pensamiento pesimista es la depresión, la ansiedad, el hipotiroidismo o el mal funcionamiento del sistema nervioso. En este caso, necesitarás ayuda profesional para mejorar.

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