Es frecuente considerar que la presencia de hoyuelos en los muslos y los glúteos es un problema exclusivamente estético. Nada más lejos de la realidad. En algunas ocasiones, la presencia de celulitis va asociada a síntomas incapacitantes como dolor intenso, inflamación y endurecimiento de las regiones corporales afectadas. Ocurre en casos de celulitis edematosa. Este tipo de celulitis se localiza principalmente en las extremidades inferiores, que suelen hincharse y presentan aspecto de piel de naranja. Generalmente las piernas pierden la forma torneada y se vuelven gruesas y rectas.
La buena noticia es que este tipo de celulitis es la menos frecuente, pero también hay una mala noticia: la celulitis edematosa es la más difícil de eliminar. Así lo asegura la doctora Natalia Jiménez, médico especialista en Dermatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal. La experta argumenta que “las personas que padecen celulitis edematosa presentan de base un trastorno en la circulación y una tendencia a la retención de líquidos”. De hecho, la aparición de este tipo de celulitis está asociada a un mal funcionamiento de los sistemas circulatorio y linfático. Este último trabaja paralelamente al sistema circulatorio, pero, a diferencia de él no posee un mecanismo que le permita trabajar de manera independiente.
Por tanto, si la circulación sanguínea tiene problemas, también se verá afectado el sistema linfático, pues no recibirá el impulso que necesita para trabajar eficientemente y, por lo tanto, el tránsito de los líquidos y toxinas se hará cada vez más lento, es decir, las sustancias de desecho que transporta el sistema linfático no pueden ser eliminadas por las vías naturales, por lo que se espesan y estancan en los tejidos, formando la molesta celulitis. Este proceso defectuoso se conoce como retención de líquidos.
¿Cuándo aparece la celulitis y qué factores la agravan?
La celulitis edematosa suele aparecer durante los cambios hormonales de la adolescencia y juventud, pero también hay casos de adultos que comienzan a desarrollarla debido a una mala circulación sanguínea o retención de líquidos. Según esta especialista en Dermatología, existe una serie de factores que agravan la aparición de la celulitis. “En la actualidad, se conocen múltiples factores que empeoran la celulitis. Los principales son: la falta de descanso nocturno, el estrés, el sedentarismo, la presencia de una alimentación no equilibrada y el llevar prendas de ropa demasiado ajustada”, indica la dermatóloga del Grupo de Dermatología Pedro Jaén.
Con respecto al sedentarismo, esta experta subraya que el hecho de mantener una misma postura, ya sea sentado como de pie, durante periodos de tiempo prolongados, ha demostrado ser perjudicial para la formación de celulitis, ya que interfiere en el funcionamiento correcto del sistema circulatorio. El estrés también puede propiciar la presencia o empeoramiento de la celulitis. La doctora asegura que el estrés produce un desequilibrio en determinados neurotransmisores a nivel del sistema nervioso central.
En cuanto a la alimentación para prevenir la celulitis, la doctora es rotunda: “Una alimentación no equilibrada en la que predominan las grasas y carbohidratos produce un aumento de insulina que favorece el acúmulo de grasa. Además, el exceso de sal y alimentos ricos en sodio producen retención de líquidos. La escasa ingesta de fibra produce estreñimiento y aumenta la resistencia venosa de las venas en las piernas, lo que influye negativamente en la circulación. También es importante beber lo necesario para tener una hidratación adecuada”.
Adoptar hábitos de vida saludable: ¿es suficiente para eliminar la celulitis?
Para detectarla la celulitis es suficiente una exploración física rutinaria realizada por un médico especialista. “Pueden realizarse pruebas de imagen como la ecografía, para valorar cómo los diferentes tratamientos pueden modificar el espesor de la grasa localizada”, detalla la doctora Jiménez. Esta experta advierte que, aunque existen múltiples tratamientos que pueden realizarse para mejorar el aspecto de la celulitis, todos ellos necesitan de una valoración médica individualizada. “Solo así se pude determinar cómo proceder y explicar en cada caso qué expectativas podemos ofrecer”, explica.
Y es que, en ocasiones, la celulitis se puede eliminar siguiendo hábitos saludables. Esto es posible siempre y cuando no exista una predisposición genética. En estos casos será necesario asociar tratamientos médicos para combatirla, como la mesoterapia y las ondas de choque o la liposucción, que de los tratamientos invasivos es el que más demanda recibe. “La liposucción permite disminuir el volumen de la grasa localizada y suavizar los hoyuelos asociados a la celulitis”.
Tratamientos mínimamente invasivos, la clave en celulitis
En dermatología, la ciencia avanza. Y lo hace escuchando las inquietudes sociales, por lo que se tiende a desarrollar tratamientos poco invasivos y que permitan una incorporación inmediata a la vida laboral y social. Gracias a este avance tecnológico, existe la posibilidad de mejorar e incluso eliminar eficazmente los hoyuelos de la celulitis de una manera mínimamente invasiva.
“Hasta la fecha, únicamente opciones invasivas de tratamiento como la liposucción eran capaces de eliminar o atenuar los hoyuelos que forman parte de la celulitis. Pero existen grandes novedades, como Cellfina®, una tecnología mínimamente invasiva que elimina los hoyuelos de la celulitis”, comenta la doctora de la Clínica Pedro Jaén. Sin embargo, advierte que esta técnica “no va a producir una disminución en la cantidad de grasa presente en muslos y glúteos; por lo que la paciente ideal será aquella con un peso adecuado y estable (determinado por el IMC, Índice de Masa Corporal), que presente hoyuelos de celulitis en ausencia de una piel flácida.
Los estudios de investigación disponibles hasta la fecha han demostrado que esta tecnología permite el mantenimiento los resultados obtenidos con una única sesión hasta tres años. “La intervención se realiza bajo anestesia local de la zona con hoyuelos a tratar que ha sido previamente planificada y marcada en fotografías. Posteriormente, con un dispositivo de mano que hace una succión de la piel y la grasa, se introduce una fina lámina cortante en la piel anestesiada que secciona los tractos fibrosos. De esta manera, tal y como muestra el esquema, la superficie de la piel se alisa”, detalla la doctora Jiménez.