Hugh Jackman ha sido intervenido hasta en seis ocasiones debido al cáncer de piel que le fue diagnosticado en 2013. Fue en noviembre de ese mismo año cuando el actor australiano publicaba una fotografía en su cuenta de Instagram con la nariz vendada reconociendo el tremendo error cometido por no haber acudido a tiempo al dermatólogo para que le hiciera una valoración de una mancha sospechosa que tenía en la nariz. Y ha vuelto a hacer alusión al tema hace justo tres meses, cuando volvió a ser operado por la aparición de otro carcinoma en el mismo lugar.
El 13 de febrero, el actor volvía a elegir su perfil de Instagram para publicar una fotografía agradeciendo a los médicos su excelente labor y haciendo hincapié en la importancia de la protección solar para prevenir lesiones en la piel. Y es que, a pesar de sus numerosas visitas al quirófano, no ha tenido que lamentar peores consecuencias. Hugh Jackman sufre uno de los tipos más comunes y menos agresivos de cáncer de piel: el carcinoma basocelular. Este se desarrolla muy lentamente y no genera metástasis, por lo que en fases iniciales es muy fácil de erradicar. En España, se producen cerca de 116.380 nuevos casos al año.
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Melanoma, el tumor de piel más grave
Aunque existan tumores de la piel poco agresivos, como los que ha sufrido Hugh Jackman, en dermatología nunca se debe bajar la guardia ni banalizar las lesiones, pues existen otros tipos de cáncer de piel muy agresivos. El melanoma es el más grave de todos ellos, principal responsable de los fallecimientos por cáncer de piel (concretamente, en España se cobró la vida de 1.158 pacientes en 2014) y uno de los tumores malignos cuya incidencia ha aumentado más rápidamente en los últimos años.
En 2015 se diagnosticaron 2.577 casos de melanoma en varones y 2.313 en mujeres, es decir, el número de nuevos casos que se dan cada año en España asciende a 4.890. Pedro Jaén, presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología, asegura que estas lamentables cifras son cosecuencia de los errores en prevención que se cometieron hace años: “El daño producido por la exposición al sol es acumulativo, por lo que los pacientes de melanoma que vemos ahora en consulta son aquellos que se quemaron con el sol en el pasado”. Se refiere a pacientes adultos que cometieron excesos solares en la infancia o la juventud y que ahora están pagando la factura.
La detección precoz del melanoma, clave para salvar vidas
El melanoma aparece cuando las células de la piel que producen la melanina que da color a la piel como defensa natural del organismo contra la acción de los rayos ultravioleta se convierten en malignas. En los hombres, el melanoma se encuentra a menudo en el tronco (el área del cuerpo entre los hombros y las caderas) o en la cabeza y el cuello. En las mujeres, el melanoma se forma con mayor frecuencia en los brazos y las piernas.
El principal signo de melanoma es un cambio en el aspecto de un lunar o en el color de un área pigmentada, pero existen otas señales que pueden delatar su aparición:
- Cambio de tamaño, forma o color.
- Tiene contornos o bordes irregulares.
- Tiene más de un color.
- Es asimétrico (si se divide el lunar por la mitad, las dos mitades son diferentes en tamaño o forma).
- Produce picazón.
- Supura, sangra o está ulcerado (se forma un hueco en la piel cuando la capa superior de las células se rompe y se puede ver el tejido debajo de la piel).
El diagnóstico precoz del melanoma se ha convertido en una herramienta clave para aumentar la supervivencia. “Aunque anualmente aumente el número de casos de melanoma, hemos conseguido que el número de muertes disminuya. Esto se debe a dos factores: el diagnóstico precoz y la aparición de avances más efectivos en el tratamiento”, comenta el doctor Jaén. “Diagnosticamos un 10% más de melanomas al año”, subraya. Por su parte, los avances en el tratamiento del melanoma han logrado aumentar hasta un 92% la supervivencia a cinco años en las primeras fases del tumor, así como aumentar muy significativamente la supervivencia en sus fases avanzadas.
Apps al servicio de la dermatología
Si un lunar o un área pigmentada de la piel cambian o tienen una apariencia anormal o sospechosa, se debe solicitar cita al dermatólogo. El médico o enfermero revisará la piel en busca de lunares, manchas de nacimiento u otras áreas pigmentadas que tienen aspecto anormal en cuanto a color, tamaño, forma o textura. A raíz de este análisis, emitirá un informe y podrá recomendar la realización de una biopsia en caso de considerarlo necesario.
En esta tarea de ayudar a emitir un diagnóstico, han cobrado especial relevancia las aplicaciones móviles. En los últimos años se han desarrollado herramientas que complementan la visita al dermatólogo. Estas apps recogen datos sobre las características de la piel de cada paciente, sus hábitos de exposición solar y el seguimiento de los problemas dermatológicos que puedan presentar de forma eventual. FotoSkin, por ejemplo, permite al usuario hacerse una fotografía de una mancha que tenga en la piel para realizare un autocontrol de la piel, conocer la situación ambiental del entorno cercano o acceder a consejos e información médica de las principales afecciones de la dermis.
Para el doctor Jaén, la tecnología y estas apps tienen un gran papel en el diagnóstico precoz del melanoma y otros cánceres de piel: “Cuando una persona tiene muchas lesiones, es complicado que se acuerde de una lesión en concreto ya la tenía o no, o que vea zonas de la piel que solo se ven a través de un espejo. La autofotografía organizada de las lesiones dermatológicas es una herramienta muy importante para la prevención y para que el paciente tome las riendas de su enfermedad”.