La importancia de la flora intestinal para la salud es un tema conocido, pero ahora los estudios han confirmado que las bacterias que habitan en nuestro intestino juegan un papel muy importante en nuestro peso corporal, según conclusiones del XVIII Congreso de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad Mórbida y de las Enfermedades Metabólicas (SECO).
¿Por qué? Según los científicos, la flora bacteriana intestinal está relacionada con sobrepeso a través de la formación de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), en concreto el Ácido Acético (Acetato), Ácido Propiónico (Propionato) y Ácido Butírico (Butirato). De esta manera, cuando ingerimos fibra alimentaria, las personas con colonias de bacterias adecuadas, la descomponen y dan como resultado los AGCC en las proporciones adecuadas. En personas con obesidad, sin embargo, esta microbiota esta alterada y produce un desajuste en el proceso:
- La producción de ácidos grasos libres (lipogénesis) está aumentada. Es decir, se absorbe un mayor porcentaje de dichos ácidos y una mayor acumulación de grasa.
- Aumenta el proceso inflamatorio.
- Disminuye la producción de butirato, responsable del gasto energético.
¿Cómo podemos saber si nuestra flora está dañada?
El estrés, la mala alimentación, el sedentarismo... la flora intestinal -el conjunto de bacterias que se encuentran en nuestro intestino y que son fundamentales para su buen funcionamiento y equilibiro- puede dañarse por muchos motivos, tal y como nos recuerda la experta en nutrición y colaboradora de ¡Hola! En Forma, Marta Lorenzo. Por ejemplo:
- Exceso de medicación. En el caso de sufrir una gastroenteritis, se recomienda además del tratamiento correspondiente recetado por el médico, tomar un probiótico que ayudará a recuperar la flora.
- Estrés. El principal culpable de muchas enfermedades de nuestra sociedad.
- Las dietas desequilibradas como, por ejemplo, las dietas hiperproteicas dañan la flora intestinal debido al bajo aporte de fibra.
- Si sufrimos intolerancias alimentarias como intolerancia a la lactosa o al gluten. Ambos, hasta que son diagnosticados, pueden dañarnos la flora intestinal. Por ello, una vez que se diagnostican, es muy importante el adecuado aporte de nutrientes para conseguir recuperar nuestra flora.
- Exceso de grasas saturadas y falta de verduras, fruta y agua.
Los síntomas más frecuentes son hinchazón abdominal, diarreas frecuentes con episodios de estreñimiento, exceso de gases, olor muy desagradable de las heces, etcétera.
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¿Cómo podemos recuperar nuestra flora intestinal?
Si conseguimos una flora intestinal sana, estaremos mejorando nuestro sistema inmunológico, nuestro organismo absorberá mejor los nutrientes como vitaminas y minerales, eliminaremos toxinas y nos encontraremos mucho mejor; además de controlar nuestro peso. Para ello, la experta recomienda incluir en la dieta alimentos que ayuden a proteger nuestra flora:
- Probióticos. Son aquellos alimentos que contienen bacterias como, por ejemplo, el Lactobacilus, que mejoran el equilibrio de nuestra flora. Lo podemos encontrar en leches fermentadas como el yogur o el Kefir.
- Prebióticos. Son aquellos que aportan los nutrientes ideales para alimentar nuestra flora intestinal. Estamos hablando principalmente de verduras y frutas y de aquellos alimentos funcionales, como los enriquecidos en fibra. Estos deben aportarse con cuidado por su capacidad laxante. Ir aumentando su cantidad poco a poco para evitar diarreas.
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