¿Cómo tomar el sol para tener buenos niveles de vitamina D sin sufrir daños en la piel?
¿Siempre que nos expongamos al sol tenemos que ponernos crema protectora? Seguir esta pauta evita aumentar el riesgo de sufrir cáncer de piel, pero a la vez es un obstáculo para que nuestro organismo fabrique vitamina D, una sustancia esencial para los huesos. Entonces, ¿cuál es la medida justa?
Cada vez más personas son incapaces de pensar en tomar el sol sin reparar en los efectos nocivos que los rayos ultravioleta pueden provocar en la piel. Las arrugas o las manchas son los daños más temidos a nivel estético, pero a la inmensa mayoría de la sociedad se le pone los pelos de punta con otra patología relacionada con el sol: el cáncer de piel. Es cierto que en la aparición del cáncer influyen factores genéticos, la edad o el fototipo de la piel, pero las exposiciones solares repetidas y excesivas y las quemaduras producidas durante la infancia aumentan considerablemente el riesgo de padecerlo. En el otro lado de la balanza, está la vitamina D.
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La vitamina D una de las sustancias imprescindibles para nuestro organismo. Juega un papel clave en la formación normal de los huesos y de los dientes, y en la absorción del calcio a nivel intestinal, pues evita que aparezca osteoporosis y raquitismo. El doctor José Luis López Estebaranz, presidente del 45 Congreso de la Academia Española de Dermatología y Venereología, explica que tener niveles adecuados de vitamina D es especialmente importante en las mujeres, pues permite prevenir la osteoporosis que aparece con la edad.
Pero además, la vitamina D ha demostrado ser un protector frente a algunos tipos de cáncer. Según varios estudios, es uno de los inhibidores del crecimiento de células cancerígenas más potentes que existe y reduce el riesgo de cáncer mediante el aumento de la absorción de calcio y la diferenciación celular. Para ser más claros, niveles adecuados de vitamina D reducen el riesgo de padecer cáncer de colon, de mama, de ovarios y de próstata.
Entonces, ¿tomar el sol sin filtro solar es nutritivo o tóxico para nuestra piel? ¿Nos previene de padecer ciertos tipos de cáncer o nos expone a sufrir tumores en la piel? La respuesta es de sentido común: moderación.
Diez minutos al sol sin protección, lo justo y necesario
Dado que muy pocos alimentos contienen vitamina D, la piel la sintetiza a partir de la exposición solar directa, es decir, sin filtros solares ni vestimentas. Aquí surge la dicotomía: ¿Siempre que nos expongamos al sol hay que llevar crema protectora con un alto filtro solar y vestimenta que evite que recibamos la luz solar directamente? En ese caso, ¿qué ocurre con los niveles de vitamina D? ¿Podremos seguir fabricando vitamina D en cantidades óptimas aún cuando impidamos que los rayos solares entren en contacto con nuestra piel?
El dermatólogo José Luis López Estebaranz detalla: “Mientras que en los meses de invierno se necesitarían casi dos horas para producir vitamina D, en verano se consigue con diez minutos que nos dé diariamente la luz en una zona no muy extensa del cuerpo: en la cara, en los antebrazos o incluso en las piernas. Diez minutos de exposición solar al día sin protección es suficiente para la producción fisiológica de vitamina D”. A este respecto, subraya que el hecho de permanecer más de diez minutos expuestos al sol no aporta mayores beneficios: “No conseguimos mayor producción de vitamina D y sí un daño solar”.
En el caso de habernos aplicado la crema para el sol veinte minutos antes de salir de casa, cumpliendo así con las recomendaciones de fotoprotección solar, “tendremos que multiplicar el tiempo que permanecemos bajo el sol”, indica el doctor. Otra opción es esperar a que el filtro solar deje de actuar: “El filtro solar deja de actuar a las dos o tres horas desde su aplicación. En nada que nos demoremos 10 minutos de una aplicación a otra, es suficiente”.
¡Cuidado con los suplementos de vitamina D!
Aquellas personas con déficit de vitamina D debido a peculiaridades físicas o a que vive en un país en el que las horas de sol no son tan prolongadas como en el nuestro, pueden corregir sus niveles con dieta y suplementos. No obstante, el experto advierte que hay que tener cuidado con estos suplementos de vitamina D. “Si necesitamos vitamina D porque tengamos valores bajos en sangre de esta vitamina en el organismo, podemos corregirlos con suplementos de vitamina D. La vitamina D es liposoluble y hay que tomar la dosis adecuada. Un exceso de vitamina D puede acumularse y ser tóxico sobre el riñón o sobre el hígado”, asegura el doctor López Estebaranz.