Vida sana

Operación bikini: Factores a considerar antes de ponerse a dieta

Los problemas de tiroides o ciertas patologías endocrinas pueden estar produciendo un aumento de peso de nuestro organismo. Descartarlos es el primer paso para comenzar a hacer un plan de adelgazamiento que no ponga en riesgo nuestra salud. ¿El segundo paso? Evitar las dietas milagro.

Por hola.com

Con el verano a la vuelta de la esquina, son muchas las personas que se apresuran a buscar consejo o información sobre aquellas dietas que les aseguren máximos resultados en el menor tiempo posible y, puestos a pedir, con las mínimas dosis de esfuerzo. Esta impaciencia constituye uno de los factores de riesgo para nuestra salud física y mental. No solo produce frustración, angustia o estrés por no conseguir la meta establecida o por empezar a notar el temido efecto “rebote” tan estas dietas; la impaciencia a la hora de seguir un plan de adelgazamiento es la causante de que nos saltemos pasos que son básicos para que nuestro organismo no se resienta.

“Es como si quisiéramos subir al Everest sin haber calentado ni entrenado previamente”. Con esta metáfora ilustra la situación Ruth Cantó. Esta paciente, que fue diagnosticada de cáncer de mama hace tres años, conoce de primera mano la importancia de adquirir unos hábitos de alimentación saludables. A través de su blog ha ido narrando los progresos que ella misma ha ido consiguiendo en el ámbito de la alimentación para demostrar que “cualquiera puede cambiar sus hábitos de alimentación si se lo propone”. Ella misma reconoce que ha hecho mil dietas antes de ser consciente de lo mal que se estaba alimentando.

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Primer paso: Consultar con un nutricionista “de los de verdad”

A la hora de tomar la decisión de bajar de peso, debemos ser conscientes de que no estamos ante un proceso sencillo. “Hay que cambiar poco a poco todo aquello que llevamos años haciendo mal”, advierte Ruth Cantó. Ante este reto, el primer paso es acudir a un profesional formado en Endocrinología y Nutrición. “Él se encargará de descartar que no tenemos ninguna patología endocrina, problemas de tiroides o de cualquier otra hormona que pueda justificar el peso. No hay que hace ninguna dieta ni cambio de peso sin antes haber descartado esto”, advierte la doctora María Luisa de Mingo, Endocrina y Nutricionista del Hospital La Luz.

Según el caso, el nutricionista diseñará una dieta equilibrada en la que no falte ningún nutriente para que el paciente no tenga problemas derivados de ello. En este sentido, Ruth subraya la importancia de acudir a un nutricionista “de los de verdad”, es decir, de los que “te enseñan a comer y te hacen un plan de hábitos saludables a medida y no se limitan a darte la típica fotocopia con la misma dieta que tiene tu amiga o el vecino del quinto”.

La actividad física y otras claves para conseguir los objetivos de tu dieta

La nutricionista sostiene que la bajada de peso se conseguirá gracias a la unión de tres factores: un buen plan de alimentación, actividad física adecuada y el tratamiento de alguna patología que tengamos de base que no nos ayude a bajar de peso, ya sea resistencia a la insulina, hipotiroidismo o cualquier otra.

“Cuando se habla de ejercicio también se incluye andar y con un par de horas al día el cuerpo nos lo agradecerá”, matiza Ruth Cantó. El resto de las claves que le han ayudado a hacer de la alimentación saludable parte de su estilo de vida son:

  • Aumentar la ingesta de verduras y frutas
  • Evitar los alimentos procesados
  • Consumir productos de temporada (además de por su increíble sabor, el bolsillo nos lo agradecerá)
  • No beber alcohol
  • Ir andando siempre que se pueda, no coger el coche para todo.
  • Cocinar el día de antes si es que no tenemos tiempo, un puchero se puede dejar hecho el día anterior.
  • Acompañar nuestras comidas con una buena ensalada, individual.
  • No cenar muy tarde; lo ideal sería cenar antes de que se esconda el sol.
  • Beber 2 litros diarios de agua
  • Reír, disfrutar y vivir (esta parte es la que le da sabor a la vida)

 

El sentido común, clave en toda dieta

¿Se puede presumir de tener un buen estado de salud sin seguir una dieta estricta? Sí ¿Cómo? Con sentido común y manteniendo hábitos saludables durante todo el año. “La salud es diaria, no es temporal”. Así de concisa se muestra Ruth Cantó. En su caso, una de las pautas que le ha funcionado ha sido vaciar la despensa  de productos azucarados, bollería industrial y productos salados. En su lugar, aconseja tener a mano alimentos frescos, verduras, hortalizas, frutas o frutos secos. Sin embargo, apela al sentido común: “No es aconsejable vivir con el deseo de comer algún producto industrial; si me apetece, me lo como. No pasa nada. A través de la constancia en la adquisición de hábitos alimenticios saludables se conseguirá que los días en que sentimos el deseo de consumir productos poco saludables sean cada vez los menos”.

En este sentido, la doctora de Mingo indica que se debe intentar llevar un plan de alimentación mediterráneo durante todo el año. “Aunque en los meses de verano nos decantemos por comidas más fresquitas, no hay que cambiar el esquema de alimentación a lo largo de las estaciones del año, hay que seguir el patrón de dieta mediterránea”, apunta. La doctora María Luisa de Mingo advierte que si de cara al verano queremos seguir un plan de alimentación determinado para bajar de peso, hay que empezar con tiempo para que el cambio no sea drástico. “Es más útil bajar nada más que 5 kilos y no recuperarlos que bajar 15 kilos y recuperarlos en cuanto nos salgamos un poco del plan”, reflexiona.

Para conseguir vencer la tentación de comer alimentos poco saludables, ella tiene un secreto: “Mi secreto, contado a voces, es hacer de la comida saludable algo divertido, apetecible… hacer que los alimentos tomen vida propia llenos de color y hacer de ellos, un plato único que nada más verlo apetezca comer y, sobre todo, repetir. El montaje de la comida, el emplatado, es importante para conseguir crear deseo y no echar en falta esos alimentos poco saludables”.