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Dejar de fumar es una de las decisiones más importantes para la salud que, sin embargo, puede llegar a convertirse en una de las más difíciles. Sin ir más lejos, cuando nos planteamos dejar de fumar, una de las primeras preocupaciones que nos vienen a la cabeza es si engordaremos o no. Se estima que, de media, solemos engordar entre 4 y 5 kilos y, en caso de llevar unos malos hábitos alimentarios, incluso podemos llegar a sobrepasar los 10 -aunque no suele ser lo habitual-. Realmente, si nuestra dieta es variada, equilibrada y sana, no tendríamos porque coger peso o, si acaso, un par de kilos, no más. Pero sí que es cierto que existen una serie de motivos que estimulan ese aumento de peso y que debemos trabajar para cumplir nuestro objetivo principal: ¡dejar de fumar!
- Lee: Las 6 claves para dejar de fumar
- La nicotina. Se sabe que acelera el metabolismo y ayuda a quemar al fumador entre 150 - 250 kcal más al día, ya que aumenta la temperatura corporal en un 5% en comparación con la de un no fumador. Además, se le atribuye un efecto anorexígeno, reduciendo el apetito y produciendo un efecto saciante. Sin embargo, este no debería ser un motivo para no abandonar este mal hábito; ya que existen mil y una maneras de quemar calorías de forma saludable, como practicar ejercicio de forma regular.
- Ansiedad. Dejar de fumar provoca un estado de ansiedad en el individuo (por la falta de nicotina), que provoca la necesidad de calmarla a través de la ingesta de alimentos -normalmente ricos en grasas y azúcares-; aportando al organismo unas calorías extra nada saludables que nos conducen a un mayor riesgo de obesidad. Lee: ¿Quieres perder peso? ¡Controla tus emociones!
- Mejora del olfato y el gusto, ¡¡todo nos sabe y nos huele estupendamente!! Comer se va a volver un auténtico placer a raíz de dejar de fumar... por eso es tan importante que mantengas una dieta saludable.
En los primeros 6 - 8 meses desde que dejamos de fumar, es cuando más propensos somos a coger peso. Durante este tiempo, debes tener en cuenta una serie de recomendaciones:
- Practica ejercicio regularmente. Esta es la opción más recomendable; ya que la actividad física nos ayudará a regular la ansiedad, el estrés, y compensará las calorías que ya no quemamos al no aportar nicotina a nuestro organismo.
- Evita el picoteo. Si tienes necesidad de comer entre horas puedes comer tentempiés (sin abusar, claro) como encurtidos (pepinillos o cebolletas) y zanahorias.
- Bebe mucho líquido (agua, infusiones) y alimentos ricos en fibra. Te ayudarán a saciarte y calmar la ansiedad.
- Come las 5 comidas al día. No te saltes ninguna y, si sientes la necesidad de azúcar, recuerda que puedes comer fruta o miel.