¿Por qué no basta con consumir ‘superalimentos’?

por hola.com

Las bayas de goji, las semillas de chía, la quinoa, el kale, el jengibre… Son, entre otros muchos, algunos de los ‘superalimentos’ que se han puesto de moda recientemente y a los que se les atribuye beneficios casi milagrosos. Y sí, es cierto, son alimentos muy ricos en nutrientes, antioxidantes, con mucha fibra y bajos en azúcares y grasas; sin embargo, pensar que un alimento por sí solo ayuda a prevenir o curar alguna enfermedad es un gran error. La nutricionista de Sanitas Eva María Bautista nos recuerda que estos supuestos ‘superalimentos’ serán ineficaces si no se acompañan de una dieta adaptada a las necesidades personales.

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“Una alimentación puede ser sana o insana independientemente de si incluimos o no este tipo de alimento; ya que una buena salud se consigue con una alimentación variada y un alto consumo de frutas y verduras”, explica la nutricionista que, además, recomienda acudir a un dietista o nutricionista si queremos hacer cambios en nuestra alimentación.

Verdades y mentiras de los ‘superalimentos’

Según la nutricionista, “la clave reside en incluir estos alimentos de moda en nuestra dieta siempre y cuando no desplacemos otros, de manera que llevemos a cabo un patrón alimentario saludable” y teniendo en cuenta algunos consejos que recuerdan los expertos de Kaiku.

  • No solo los alimentos de moda pueden considerarse ‘superalimentos’. Un ejemplo de ello es el kale (la berza o col rizada) que posee grandes funciones antioxidantes, es rica en vitaminas C y E, es una gran fuente de calcio para aquellas personas que no toman lácteos. Pero no podemos olvidar que en el supermercado encontramos otros alimentos comunes con ‘poderes’ saludables como el aguacate, el salmón, las espinacas o la avena. Lee: Las 7 reglas de oro para comer sano
  • Es importante conocer la forma en la que consumimos esos alimentos. Al igual que cualquier otro alimento, no vale con añadirlos al menú semanal, sino que conocer cómo tomarlos podrá potenciar su aporte al organismo. Horneados, al vapor o crudos son las mejores opciones, acompañándolos de cantidades de aceite de oliva y sal adecuadas.
  • Muchos ‘superalimentos’ previenen el envejecimiento prematuro. La razón es que son ricos en antioxidantes, por lo que actúan a la hora de prevenir los signos de envejecimiento. Por ejemplo, las naranjas por su alto contenido en vitamina C ayudan a la elasticidad de la piel; o el té verde gracias a los polifenoles que ayudan a combatir los radicales libres del exterior. Lee: 10 alimentos muy ricos en vitaminas y minerales
  • No sirven para curar todo tipo de problemas. Consumir en mayor o menor medida este tipo de alimentos no ayuda a prevenir todo tipo de enfermedades, sin embargo, al introducirlos en una alimentación equilibrada logramos mantener nuestro organismo a raya: los probióticos, presentes en yogures, ayudan a mantener una flora intestinal cuidada, así como la granada, perfecta para reducir el nivel de colesterol.
  • Conviene alterarlos con otro tipo de alimentos. La base de una alimentación sana es equilibrar las cantidades y las combinaciones de alimentos. Proteínas junto a fibra o hidratos de carbono, junto con lácteos y fruta, son distintas formas de conseguir los nutrientes necesarios para afrontar el día. Lee: Los beneficios de la dieta mediterránea

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