¡Vive una Navidad libre de estrés! Te damos los mejores consejos para combatirlo
Deja a un lado las preocupaciones y disfruta al máximo de esta temporada navideña.
La Navidad es una época de fiesta y tradiciones, un tiempo de compartir con los nuestros, pero a pesar del ambiente festivo que se vive en esos días muchas veces los compromisos sociales, los gastos excesivos, así como los malos hábitos alimenticios pueden generarnos situaciones estresantes, que pueden afectar nuestra salud.
¿Por qué esta época puede llegar a ser tan estresante?
Un estudio realizado por Nascia un centro especializado en el tratamiento de estrés y la ansiedad, reveló que 6 de cada diez personas sufrirán episodios de estrés y ansiedad en esta época. Una cifra importante donde destacan como los principales generadores de estrés, la situación económica y los gastos que se sitúan a la cabeza para el 70 % de las personas consultadas. De forma más específica, el exceso en los gastos es considerado como el problema principal para el 60%, seguido por las compras con un 54%, la acumulación de compromisos sociales afecta a un 48% y el cansancio en general y mensajes navideños a un 30%.
¿Cuáles son los síntomas del ‘estrés navideño’?
Cuando padecemos estrés podemos llegar a sentir insomnio, dolores de cabeza y problemas estomacales. Pero no sólo nos afecta a nivel físico, también el aspecto cognitivo forma parte importante en los cuadros de estrés. Según estudios recientes el 68% de las personas cree tener exceso de pensamientos negativos o recurrentes, el 71% siente mucha irritabilidad y el 83% una sensación de falta de control en diversas situaciones. También el 85% respira de forma deficiente, generando en muchos casos hiperventilación.
Con este tipo de situaciones debemos tener especial cuidado, ya que a largo plazo se pueden producir fatigas crónicas, taquicardias, sensación de ahogo, o ansiedad. Así mismo, la tensión muscular excesiva es otro de los síntomas que más adelante puede producir dolores de cabeza, bruxismo (hábito involuntario de rechinar los dientes), dolores musculares generalizados o hacernos propensos a sufrir lesiones.
Las personas que normalmente padecen estrés y ansiedad suelen presentar algunos de estos síntomas, por supuesto no son exclusivos de la época navideña, sin embargo, se pueden acentuar, generando un estado de fatiga física y psicológica que puede llegar a afectar de forma considerable nuestra salud.
¿A quiénes afecta más esta problemática?
La mujer es mucho más proclive a sufrir de estrés a diferencia de los hombres, prueba de ello es un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística, el cual reveló que siete de cada diez consumidores de ansiolíticos son mujeres. Especialmente en esta temporada el estrés puede ir en aumento, ya que las mujeres normalmente suelen tener muchas más responsabilidades: se hacen cargo de los preparativos navideños, organizan las reuniones familiares, cuidan a los niños en vacaciones escolares y todo esto se agrava en el caso de las mujeres trabajadoras, quienes deben conciliar su vida personal con la profesional.
¿Cómo hacer frente al estrés en esta época?
Para lidiar con los compromisos sociales...
Debemos evitar situaciones complicadas que puedan generar un estado de ansiedad, hay que aprender a decir NO, así no nos saturaremos de compromisos y obligaciones que después pueden alterarnos.
Gestiona tu situación económica
Antes de cualquier compra haz un presupuesto realista, así tendrás un límite en tus gastos de acuerdo a tus posibilidades económicas. Un tip que puede ayudarte es elaborar una lista de lo que necesitas, y si el mero acto de realizar la compra te agobia, una opción es hacerla por internet o acudir a las tiendas por la mañana, así podrás evitar aglomeraciones.
A nivel emocional es recomendable:
- No imponerte obligaciones innecesarias, debes priorizar.
- Ajustar expectativas y relativizar acontecimientos.
- Evitar temas que generen discusión o que puedan ser comprometedores en reuniones familiares.
- Debes relajarte, dedicar un tiempo a ti mismo.
A nivel físico te aconsejamos:
- Buscar moderación y equilibrio.
- Dormir lo suficiente (de 7 a 8 horas diarias).
- Practicar ejercicio.
- Controlar tu respiración. Llévala a un ritmo óptimo y saludable de entre 6 y 10 veces por minuto en reposo, y hazlo de forma abdominal, no torácica.
- Intentar llevar una dieta saludable y equilibrada.