Alimentos para combatir el calor
Cuando quieres refrescarte, ¿qué es en lo primero que piensas? Seguro que solo se te ocurren alimentos fríos para ayudar a reducir el calor corporal. El helado, por ejemplo, es el alimento que más consumimos cuando suben las temperaturas; sin embargo, una vez consumido, crea más calor todavía y, por tanto, ejerce el efecto contrario. Lo mismo pasa con el agua: es mejor beberla tibia que fría para conseguir un equilibrio térmico corporal. Eso sí, que no falte nunca el agua en vuestra alimentación y menos en verano.
Pero, para combatir el calor de forma efectiva, siempre debemos pensar en frutas y verduras debido a que son ricas en agua. Yo siempre recomiendo consumirlas en forma de zumos naturales. ¡Toma nota de las más apropiadas para estas fechas!
- Sandía. Esta fruta típica de verano, altamente refrescante, nos aporta mucha agua y es rica en vitaminas y minerales.
- Cerezas. El fruto rojo que ayuda frente a la retención de líquidos y mejora la circulación; tiene también un efecto laxante para evitar el estreñimiento.
- Melón. Fruta con alto contenido en agua que, además de hidratarnos, da un sabor delicioso a nuestros zumos. Si utilizamos la menta para potenciar el sabor -en zumos, infusiones o cualquier otra receta de verano-, conseguiremos un mayor efecto refrescante, ya que la menta es un ingrediente ideal para conseguir esa sensación de alimento o plato fresco. Si la echamos al té verde o rojo o a la limonada, podemos conseguir un sabor mucho más delicioso.
- Lee: Zumos para depurar tu cuerpo en verano
Recetas 'fresquitas' para el verano
El gazpacho es uno de nuestros platos más tradicionales y, seguramente, el más refrescante y nutritivo de todos. Nos aporta alimentos tan refrescantes como el pepino y el tomate, que son una fuente increíble de vitaminas y minerales. Otras recetas parecidas al gazpacho, pero más depurativas, son la sopa fría de melón y hojas de menta o la sopa de pepino. Para elaborar esta última, utilizamos pepino y cebolla bien picados, cubiertos en un bol con agua y acompañado de aceite, sal y zumo de limón. Como te decíamos, además de ser un plato muy nutritivo y refrescante, es altamente depurativo y saciante -ideal para las personas que estén realizando un régimen de adelgazamiento-.