¿Sabías que un exceso de estrógenos e histamina puede desequilibrar el organismo y provocar desde migrañas a contracturas musculares, pasando por ansiedad, falta de energía y ardor estomacal? La solución está en cuidar la alimentación y eliminar determinados alimentos de la dieta. Nos lo explica Xavier Verdaguer, divulgador científico de la clínica Omega Zeta y terapeuta experto en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIE) –una especialidad que estudia las interacciones entre el sistema inmune, el sistema nervioso central y el sistema endocrino-. Junto a la productora El Terrat de Buenafuente, este conocido gurú de la salud ha puesto en marcha una gira por teatros de Barcelona y el resto de España con su propuesta 'Transfórmate', con el objetivo de concienciar a la población de la importancia de adoptar una alimentación y hábitos saludables. La próxima cita es el 23 de mayo en la sala Barts de Barcelona.
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- ¿Cómo afectan las hormonas y las histamina a nuestro estado de salud y bienestar?
Las hormonas nos afectan de una forma determinante. Existe una estrecha relación entre las hormonas sexuales con nuestro sistema inmune, endocrino y sistema emocional. Se ha evidenciado que los estrógenos (hormona que predomina en las mujeres) provocan un mayor número de mastocitos y una mayor liberación de histamina de estas células. ¿Tomas antihistamínicos? Piensa el porqué tienes exceso de histamina. Por esta razón es más frecuente encontrar en las mujeres, con respecto a los hombres, más casos de enfermedades como las migrañas, alergias, fibromialgia, contracturas musculares, enfermedades autoinmunes, presión arterial baja, colon irritable, eczemas/dermatitis... Todo influenciado por un exceso de histamina por un acúmulo de nuestros queridos estrógenos. La serotonina (hormona de la "felicidad") mejora con los estrógenos, pero el exceso de estrógenos provoca una mayor activación de unos receptores hormonales a nivel del hipotálamo que nos provocarán ansiedad.
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- ¿Qué importancia tiene la alimentación para reequilibrar sus niveles?
Es muy, muy importante, sí. Sin olvidarnos también del ejercicio físico y el descanso nocturno. Lo explicamos con todo tipo de detalle en la función que hacemos en diferentes teatros de España llamada: ‘Transfórmate,tú decides cómo mejorar tu salud’.
- ¿Cómo podemos saber que tenemos unos niveles altos de estrógenos?
Las mujeres lo notarán porque tendrán dolor premenstrual, miomas, mamas fibrosas, endometriosis, hipotiroidismo, alergias, dolor de cabeza o migrañas especialmente en la ovulación (a medio mes), ansiedad o depresión, artritis, estreñimiento durante todo el mes excepto los días del sangrado menstrual, colon irritable, cálculos biliares y dolor articular o muscular recurrente. Igualmente... Los hombres tendremos tendencia a acumular grasas en la zona de los pechos y caderas, a padecer hemorroides, varices en las piernas o testículos (varicocele), infartos o ictus y cáncer de próstata o de colon. Nuestro cuerpo nos informará de esta forma, y debemos solucionarlo, debemos mejorar el acúmulo de estrógenos o su exceso de actividad. No es difícil conseguirlo... Pero en nuestro mundo tal vez sí pueda serlo.
- ¿Qué alimentos y hábitos debemos desterrar por completo?
El estrés y dormir poco provocan niveles elevados de cortisol, una hormona que confecciona mayores niveles de estrógenos. A nivel alimentario, son un desastre para la salud hormonal: los azúcares, los lácteos derivados de la vaca y de la soja, el alcohol y los cereales portadores de gluten como el trigo, la espelta, el kamut, la cebada y la malta. ¿Te imaginas tomar un café con leche (con sus correspondientes cucharadas de azúcar) o un par de cervezas cada día?
- Y, ¿qué alimentos sí serían recomendables?
Debemos insistir en los alimentos que reducen la fabricación de estrógenos como el té verde y pasiflora, los champiñones, las frutas del bosque, cacao, uvas, lino y sésamo entre otros... pueden alegrarnos la vida. También alimentos que ayudan a la buena eliminación de nuestro cuerpo como el brócoli, coles, rúcula, berros, remolacha, chirivía, té kombucha, nueces de Brasil, pulpo, calamares, frutos secos y legumbres... Deben formar parte de nuestro día a día.
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