Alergias alimentarias: un mal cada vez más común

Por hola.com

Podemos decir que el siglo XXI en nutrición estará marcado por el aumento en alergias alimentarias; ya que cada vez hay más casos. Como dato, solo en Europa 17 millones de personas sufren alergias alimentarias; entre ellos 3,5 millones son niños menores de dos años.

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Las causas

Los expertos se basan en que nuestro sistema inmune está cada vez más afectado -consumo de medicamentos, condiciones higiénicas, entorno...-. Al alterarse nuestro sistema inmunológico, este reacciona frente a sustancias que son inocuas como, por ejemplo, los alimentos.

Pero, ¿qué es una alergia y cómo podemos saber si somos alérgicos?

Hablamos de alergia cuando el organismo reacciona con anticuerpos ante la presencia de una sustancia presente en el alimento que para la mayoría de las personas es inocuo. Para encontrar ese alérgeno, es decir, la sustancia que provoca la alergia, se utilizan una serie de pruebas que nos indicarán si una persona es alérgica o no. En caso de que unos resultados den negativo, pero se sigan manteniendo los síntomas, entonces hablaremos de intolerancia alimentaria.

Hay muchas alergias alimentarias hoy en día; de hecho en España las más comunes en niños de cinco años son las de la proteína de la leche y el huevo. Existen otras alergias como al gluten (se encuentra en cereales), pescados, mariscos, frutos secos, lácteos (al azúcar de la leche, la lactosa), la soja, etcétera.

¿Qué alimentos debemos evitar en caso de sufrir una alergia a...?

  • Gluten: trigo, centeno, cebada, avena. Alimentos con harina blanca o integral (pan, galletas, bollería, levadura y sémolas) cereales de desayuno, sopas enlatadas, bebidas fermentadas (malta, cerveza, etc). Alimentos procesados que contengan gluten (comprúebalo en la etiqueta del envasado): espesantes, féculas, proteínas vegetales o almidones. Hablamos de embutidos, conservas, carnes o pescados rebozados, quesos para untar, etcétera.
  • Leche: de vaca, cabra, oveja, leche condensada, leche en polvo, o leche evaporada. Quesos frescos o curados, requesón, yogur, batidos, flanes, natillas, pastelería, bollería, cereales procesados, fiambres y embutidos, pan, salsas, sopas preparadas, y aditivos como los E- 325, 326, 327, 472, 480, 481, 482, 575, 585, 966.
  • Huevo: el huevo en todas sus formas, pan de molde, pasta al huevo, raviolis, canelones, mantequilla, mayonesa, hojaldres, pizza, bocadillos, hamburguesas, pasteles, galletas, helados, dulces, croquetas, patés, rellenos, alimentos empanados, etcétera.

Los síntomas principales suelen presentarse en forma de eccemas, erupciones cutáneas, migrañas, dolor de barriga, diarreas, vómitos, inflamación de las articulaciones...

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