Las bebidas vegetales como la leche de soja, de almendra, de avena, de arroz, etcétera, se han convertido en grandes aliadas de una dieta sana; ya que son especialmente ricas en proteínas y grasas de gran calidad. Sin embargo, para exprimir todos sus beneficios, el experto Diego De Castro, coach nutricional y dietista colaborador del restaurante Biocenter de Barcelona, nos anima a prepararlas de forma casera con productos naturales y así evitar la gran cantidad de conservantes y azúcares añadidos que solemos encontrar en muchas bebidas ya envasadas. ¡No te pierdas nuestro taller con los mejores consejos para poner en práctica!
A la hora de elaborar una bebida vegetal en casa, el experto nos aconseja utilizar ingredientes de la máxima calidad, si son ecológicos, mucho mejor. Además, para el caso de las bebidas de semillas o frutos secos, es importante que los dejemos en remojo varias horas para hacerlos lo más digestivos posible -dependiendo del fruto; por ejemplo las avellanas, las almendras o las pipas de calabaza necesitarán más tiempo (de 8 a 12 horas) que las nueces y los anacardos (4 horas)-. Bastará con colocarlos en un cuenco con agua caliente y una cucharadita de sal marina. La proporción debe ser de al menos dos partes de agua por una parte de frutos secos o semillas. Puedes cubrirlo con un paño de cocina fino para dejar que circule el aire.
Consejos al preparar leche de frutos secos caseras
- ¡Endulza de forma natural! Si quieres potenciar el sabor de cualquier leche elaborada a base de frutos secos, añade 1 o 2 cucharadas de miel, sirope de arce, sirope de agave, aceite de salvado de arroz o una cucharadita de extracto de vainilla.
- Utiliza una bolsa especial para colar una vez hayamos batido los frutos secos. Normalmente las encontrarás fabricadas en algodón o gasa ultrafina.
- Aprovecha la pulpa sobrante. No tires la pulpa que te quede tras preparar la leche de frutos secos. Sécala a baja temperatura en el horno (40°c) durante unas 6-7 horas. El resultado es una deliciosa harina que puede utilizarse en galletas, panes y muffins. ¡Mmmm!