El calcio es uno de los minerales más importantes para el cuerpo, ya que se encuentra en el 98% del organismo y es el responsable de mantener sanos y fuertes los huesos. Por ello, es fundamental en la constitución del esqueleto, además de en el funcionamiento de la membrana celular, la contracción muscular y la transmisión de los estímulos nerviosos.
Debido a que el cuerpo no produce calcio de forma natural, se tiene que ingerir cada día a través de la dieta. Este consumo debe realizarse cada día, durante toda la vida, para asegurar unas reservas suficientes y permitir que el calcio se absorba correctamente. Para favorecer esta absorción, las vitaminas D y K también son esenciales, ya que son las encargadas de fijar en los huesos el calcio que se consume.
La cantidad diaria recomendada de calcio es de 800mg en adultos; 1.000 mg en adolescentes; de entre 600 a 900mg en niños; y 1.200 mg en mujeres embarazadas o lactantes. El 80% de la población no llega al consumo mínimo, porcentaje que aumenta al 100% si hablamos únicamente de las mujeres.
Los productos lácteos son las fuentes más ricas en este mineral, y dentro de este grupo de alimentos que engloba la leche, el queso o los yogures, la leche es, gracias a su composición, la mejor de las fuentes de calcio. Si además se enriquece la leche con vitaminas D y K, el resultado es excelente ya que nos permite absorber el calcio de forma más rápida y eficaz. Puleva cuenta con tres variedades de leche enriquecida (entera, semidesnatada y desnatada), perfectas para completar las necesidades diarias, ya que incorpora vitaminas y otros minerales que ayudan a la absorción del calcio.
Consumir entre tres y cuatro vasos de leche al día ayuda al mantenimiento del calcio en los huesos, lo que los mantiene fuertes y sanos durante toda la vida. Por este motivo se debe incluir la leche en nuestra dieta cada día.