Esta semana es la del regreso, el final de las vacaciones, y el empezar a retomar las rutinas diarias de todo el año.
Según algunos estudios psicológicos el regreso de las vacaciones es el periodo de mayor estrés para el organismo, sobre todo si las vacaciones han sido largas.
Es posible sentir añoranza de esas vacaciones que ya se han terminado, que puede tornarse en apatía y en el peor de los casos en depresión, más o menos pasajera.
Son muchos los condicionantes que además provocan este estado de ánimo.
Cuando volvemos de vacaciones comienza la rutina de todo el año.
Las mismas costumbres de cada día, el volver a empezar.
Retomar el trabajo y todo lo que dejamos pendiente antes de irnos.
Cuando estamos de vacaciones solemos dormir bien, sin embargo muchas veces a la vuelta no se logra dormir igual, de hecho ya tenemos que madrugar más.
En esta vuelta volvemos a encontrarnos los problemas que por un tiempo habíamos abandonado y olvidado.
Finalizar la laxitud de horarios y comenzar a poner de nuevo el despertador.
Los niños y estudiantes de nuevo en las aulas.
Los primeros síntomas de muchas personas cuando tienen que volver al trabajo después de las vacaciones es que se sienten más cansadas, faltas de energía, depresión, enfado e insomnio.
En ese retorno es como si no tuviéramos ganas de nada.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA PREVENIR ESTE ESTADO DE ANIMO?
REGRESAR UN DÍA O DOS ANTES DE EMPEZAR EL TRABAJO, EL COLE…
Los más jóvenes suelen apurar a tope hasta el último momento, pero si somos más mayores, conlleva tener más responsabilidades y el cambio también es más importante.
Llegar antes nos ayuda a planificar todo.
Aunque si ya hemos vuelto, este consejo llega algo tarde.
Nos ayuda a “mentalizarnos” no estresarnos con todas las cosas que tenemos que hacer de golpe al llegar.
Tendremos tiempo de desempacar, ordenar las cosas, los recuerdos, prepararnos para el día siguiente, tiempo para la compra.
Algunos expertos hablan de falta de rendimiento de hasta 20 puntos menos, y cuesta en adaptarse hasta una semana para volver al ritmo normal aunque sólo es así cuando han sido unas largas vacaciones o cuando el ritmo de trabajo es muy fuerte, si las vacaciones han sido más cortas no se tiene este problema de adaptación.
RESTABLECER EL HORARIO
Volver a restablecer el horario normal, durante el verano, es habitual en que comamos más tarde, nos levantamos más tarde y nos acostamos más tarde.
Si además las vacaciones han sido en un sitio con cambio horario más importante, puede ocasionar más trastorno.
Es por ello que, aunque se esté de vacaciones, es aconsejable los últimos días no acostarnos muy tarde y levantarnos un poco más temprano, en la medida de lo posible claro, ¡tampoco es plan de acortar las vacaciones o de dejar de disfrutar todos los días!
DIETA
Es muy habitual haber cogido algún kilo durante las vacaciones.
Si vamos a hacer dieta baja en calorías es importante no hacer una dieta muy drástica, una carencia y disminución del aporte de calorías repentino en este regreso puede ponernos de mal humor, es preferible tomarse la recuperación del peso tranquilamente y progresivamente.
Si vamos a hacer dieta, es probable que perdamos energía en un momento que nos hace falta, aconsejo añadir algún suplemento como un complejo multivitamínico o aunque sea simplemente jalea real.
Otras veces, el aumento de peso no es el principal problema, sino que hemos ido perdiendo las costumbre de una comida equilibrada, salir demasiado a menudo y comer a deshoras. Es por ello que aconsejo volver lo antes posible a la comida casera.
RELACIONES
Las relaciones con las personas que nos rodean pueden ser de gran ayuda a evitar las depresión post vacacional.
La añoranza y la melancolía requiere cariño.
Algunas relaciones de pareja que han estado en un momento difícil, después de las vacaciones es un buen momento en la que podamos ver los valores positivos de esta y darle una segunda oportunidad.
Algunos estudios dicen que la rutina es más dura en las personas casadas que en las solteras, quizás debido a la responsabilidad de la familia.
Relacionarnos con los demás y hablar con las personas que conocemos, en la familia, amigos… Una buena oportunidad es hablar con los compañeros, compartir las experiencias de las vacaciones, las fotos, explicar como nos lo hemos pasado.
EJERCICIO
El ejercicio es una de las mejores terapias para el estado de ánimo decaído.
Está demostrado que el ejercicio hace aumentar las endorfinas y los niveles de serotonina.
Las endorfinas son unas hormonas que se segregan por el organismo que ayudan a sentirse bien, nos ayudan a tener sensación de placer y bienestar.
Al hacer ejercicio, mejora la respiración y la producción de las endorfinas.
Si no estamos acostumbrados a hacer ejercicio o lo hemos abandonado durante todo este tiempo es preferible empezar de forma suave e ir incrementando a medida que van pasando los días.
Si se puede hacer en compañía, ayuda a mejorar las relaciones y es preferible para evitar este síndrome. En definitiva, si se trata de pasárselo bien y animarse, es más divertido el ejercicio acompañados que solos.
El tiempo en el gimnasio o haciendo cualquier tipo de deporte, nos ayuda a cambiar la rutina.
Si hemos subido algo de peso, ayudará a perderlo más rápido.
El yoga y la meditación también puede ayudarnos a mejorar nuestro estado de ánimo y recordar los días de las vacaciones.
Pensando lo positivo y que recuerdos nos gustaría llevarnos de estas vacaciones.
REALIZAR ALGÚN CAMBIO
La vuelta es el retorno a la rutina, si esta la cambiamos, aunque sea pequeños puntos.
Cambiar la fruta que comemos para desayunar, el tipo de cereales o aunque sólo sea la marca de leche o café.
Cambiar el camino para ir a trabajar, cualquier cosa que se nos ocurra.
Nuevas rutinas, nuevos proyectos o retos, ayudaran a no notar tanto la vuelta.
TOMAR ALGUNAS DE LAS COSTUMBRES DE LAS VACACIONES
Por ejemplo, si hemos ido de viaje a un país diferente, podemos seguir alguna de las recetas del país o el sitio donde hemos estado.
O alguna de las costumbres que nos hacía sentir bien, se me ocurre la de desayunar antes de la ducha, con calma y en pijama.
Leer o interesarnos algo más sobre la cultura de donde hemos estado o conocer algún sitio que nos ha gustado especialmente.
TENER UN DÍA LIBRE PARA CUIDARNOS
Aunque sea sólo un día, dedicarnos un día a nosotros.
A la belleza, al relax, a que nos mimen… en definitiva una puesta a punto.
Baños relajantes, masajes, peluquería y esteticién.
Nueva rutina de belleza, nuevos cosméticos. Hemos de cambiar los cosméticos que hemos usado durante el verano, es un buen momento para revisar los que teníamos en el neceser antes de irnos y ver cuales ya los deberíamos tirar por demasiados días abiertos, va a ser una buena excusa para hacernos un pequeño regalo, cosméticos nuevos y nuevos tratamientos.
PLANIFICAR LAS NUEVAS VACACIONES
Aunque sean lejanas, empezar a planificar las nuevas vacaciones es una de las mejores maneras de olvidarnos de la depresión post-vacacional.
Tener unas vacaciones a la vista aunque sean todavía lejanas o cortas, nos puede mantener emocionados, buscando sitios o cosas a hacer.
AYUDARNOS CON SUPLEMENTOS
Muchas veces, aunque no queremos, necesitamos una ayuda para mejorar nuestra energía o para evitar este decaimiento.
ESPIRULINA
Estas algas van a darnos energía, sin producirnos nerviosismo como otro tipo de productos que pueden alterar sobre todo las horas de sueño.
Se trata de un superfood, tienen un alto contenido en proteínas de origen vegetal por lo que va a aportar muchos nutrientes, ácidos grasos GLA, alto contenido en hierro, flavonoides como la fitocianina, la zeaxantina, el betacaroteno.
Vitamina B12 y minerales como el calcio, fósforo, magnesio…
También es muy aconsejable si sufrimos algo de anemia.
Este suplemento lo aconsejo especialmente cuando nos sentimos cansados, cuando de repente la carga de trabajo es muy importante.
HIPÉRICO
La hierba de San Juán es uno de los extractos herbales que van a ayudar a levantar el ánimo, este suplemento herbáceo lo aconsejo cuando se siente tristeza, cuando notamos más depresión que fatiga o cansancio.
Entre sus componentes la hipericina, flavonoides y la hiperforina, que además es tranquilizante.
Si se decide tomar este suplemento hay que prestar atención ya que es foto-sensibilizante, por lo que si continuamos tomando el sol, no podemos olvidar el filtro solar con protección alta.
RHODIOLA
La rhodiola es un adaptógeno, quieres decir que se adapta a las necesidades del organismo, lo suelo aconsejar cuando se siente ansiedad, estrés y nerviosismo pero no deseamos tomar nada que nos disminuya la energía ni el rendimiento físico o mental.
Mejora el equilibrio emocional de las personas, mejorando el ánimo.
Facilita el transporte de la serotonina, la dopamina y la norepinefrina al cerebro concretamente a los receptores opiacios.
No las pueden tomar las personas con desorden bipolar.
JALEA REAL
Esta sustancia que es segregada por las abejas obreras es una gran fuente de nutrientes, la abeja reina de hecho se va a alimentar toda la vida con jalea real.
Tiene un alto contenido proteico, es además por ello que la abeja reina crece más y es la más grande.
Por lo que es muy energética, esta compuesta por agua, azúcar, proteínas, aminoácidos, colágeno, lecitina, vitaminas especialmente las del grupo B (B1, B2, B6, B5, B8) PP, ácido fólico, vitamina E, Vitamina A, minerales como el calcio, sodio, potasio, zinc y hierro.
La jalea real nos va a aportar energía, a mejorar el sistema inmune, con la ventaja que la pueden tomar todos los miembros de la familia.
GUARANA
El centro de las bayas de esta planta, procedente del Amazonas, las semillas aportan gran energía, una energía rápida, aunque se mantiene durante horas.
Tienen mucha cafeína.
Lo suelo aconsejar cuando necesitas energía rápida, cuando tenemos decaimiento momentáneo, no es necesario tomarlo cada día, sólo cuando la necesitamos, como un flash de energía.
Funciona bien para mejorar la concentración y memoria a la vez que mejora la resistencia física.
COMPLEJOS MULTIVITAMINICOS, RICOS EN VITAMINA C Y VITAMINAS DEL GRUPO B
Lo más habitual cuando nos sentimos cansados es pedir un multivitamínico, y sí va a ayudarnos sobretodo cuando estamos haciendo dieta y necesitamos energía extra, sin embargo en este caso, para evitar la fatiga mental que nos puede provocar la depresión post-vacacional, las vitaminas del grupo B son las más adecuadas.
Es especialmente adecuado cuando sentimos fatiga mental y debilidad muscular.
Vitamina B12, cianocobalamina, forma parte de la producción de los glóbulos rojos, lo que mejorara el transporte de oxígeno y mejorará la energía.
Vitamina B6, piridoxina, forma parte en la formación de aminoácidos que a su vez forman parte de la formación de proteínas y la formación del ADN.
Ayuda a mejorar la combustión de los hidratos de carbono por lo que también va a mejorar la energía.
Vitamina B3, niacina, también en el proceso de la combustión de grasas, proteínas y carbohidratos.
Provoca una ligera vasodilatación por lo que nos da un poco de sensación de rojez y buena cara, algo de rubor.
Vitamina B9, ácido fólico, también forma parte de la formación de la hemoglobina, por lo que igualmente mejora la oxigenación de los órganos.