- El dato: En 2013 se reciclaron en España el 71,9% de los envases domésticos –o, lo que es lo mismo, 1,2 millones de toneladas-. Según la empresa de reciclaje Ecoembes, esto ha contribuido a evitar la emisión de 13,8 millones de toneladas de CO2, lo que equivale a retirar 4,9 coches de la circulación y se ha ahorrado la energía equivalente consumida por los habitantes de Barcelona en un año; además de un ahorro de 375 millones de metros cúbicos de agua, que corresponde con el consumo anual de todos los ciudadanos de la Comunidad de Madrid. Por ello es tan importante que recuerdes separar los envases adecuadamente. Al contenedor amarillo van los envases de plástico, latas y briks, al azul el papel y el cartón y al verde el vidrio.
- Envases más sostenibles. Busca productos envasados más respetuosos con el medio ambiente: botellas de agua, latas de conserva, tetra briks, cosméticos… que utilicen un tipo de plástico que facilita su reciclado, en lugar de materiales derivados del petróleo.
- Crea un huerto urbano. Podrás cultivar tus propias verduras y hortalizas: berenjenas, ajos, lechugas, espinacas, tomates… Una de las ventajas es adecuar la producción a nuestras necesidades de consumo propio. Con ello, estarás reduciendo la huella de CO2.
- En la oficina, ¡no imprimas más de lo necesario! Usa papel reciclado, imprime solo la página que te interesa o hazlo a doble página, activa el modo de ahorro de energía… ¡Hay muchas soluciones para ahorrar papel!
- ¡Reciclar es de sabios! Y de personas ingeniosas que saben sacar partido hasta el último detalle. ¿Por qué no decorar tu casa con muebles de diseño hechos por ti con materiales reciclados? ¿Y darle un aire nuevo a esa ropa que ya no te pones? Además, estarás desarrollando la creatividad y ahorrarás mucho dinero. A la hora de vestir, también te recomendamos optar por firmas y marcas que confeccionan sus prendas con plástico reciclado.
- Juguetes con una segunda vida. Una manera de avivar la conciencia ecológica entre los más pequeños.
- Come de manera comprometida. Cada año consumimos en Europa 90 millones de toneladas de comida –unos 180 kilos por persona y año- y son responsables del 17% de los gases de efecto invernadero. Así que no despilfarres la comida y no tires a la basura alimentos aún comestibles.
- ¡Muévete en bicicleta por la ciudad! ¿Sabías que el tráfico es la principal fuente de contaminación atmosférica en las ciudades? Es por ello que te animamos a utilizar la bicicleta como vehículo de transporte; es la forma más sostenible de desplazarte y sin contaminar.