Pudiera resultar extraño que un cirujano plástico lo reconozca, pero, a veces, ciertos pacientes que acuden a una clínica estética parecen andar más necesitados de un buen psicólogo que de un lifting para quitarse años de encima. En su libro, ‘Cirugía para el alma’, el doctor Ramón Vila-Rovira -responsable de los retoques estéticos de algunas VIPs como Belén Esteban-, aborda cuestiones como la autoestima, la envidia, el miedo a envejecer, la depresión y otros problemas con los que se topa día a día en la consulta y para los que la solución tiene más que ver con cultivar el bienestar mental y la necesidad de incorporar hábitos más saludables a nuestras vidas.
“En la consulta veo mucha gente deprimida que sufre. Nosotros tratamos de ayudarles mejorando algunas de esas cosas que pueden resultarles un problema y ayudarles a sentirse mejor y aceptarse. Pero, evidentemente, si el foco es una depresión y no un complejo que podamos mejorar con nuestro trabajo, la depresión seguirá ahí. Otras veces, por ejemplo, una falta de autoestima esconde problemas mayores como una crisis matrimonial, una pérdida de trabajo, miedo a envejecer, etcétera. En esos casos, una intervención no resuelve el problema real y el paciente, probablemente, tampoco resuelva esa falta de autoestima”.
Además de la falta de autoestima, ¿cuáles son esos otros enemigos del alma que atentan contra nuestro bienestar y que en el libro ha bautizado como los ‘siete pecados capitales contra la salud’?
La pereza, sin duda, es otro de esos grandes enemigos de la salud. En la consulta muchas personas me dicen: - “Doctor, no tengo tiempo”, cuando, en realidad, se trata de pereza. Pereza, sobre todo, a cambiar de hábitos: a comer mejor, a hacer ejercicio con regularidad, dejar los malos hábitos como fumar, etcétera. A las personas nos cuesta mucho cambiar de hábitos y la excusa del tiempo es siempre recurrente.
También la envidia es un sentimiento frecuente. Mucha gente vive estresada por la envidia hacia personas de su entorno. Reconozco a esas personas porque siempre sacan a relucir comentarios negativos sobre la cirugía estética o sobre personas cercanas: “quiero aumentarme el pecho, pero que no me quede como a fulanita”. Ese deseo por tener lo que no tienen lo materializan haciendo daño y hablando mal de otras personas.
¿Cree que se trata de un problema social que se ve favorecido por la influencia de la publicidad y el marketing?
Hay una gran influencia, sí. Y en estos casos que comentamos, de personas débiles que sufren, evidentemente, esto les afecta mucho. Creo que un ejercicio fundamental que todos deberíamos hacer es el de filtrar toda la información que recibimos a lo largo del día y tratar de que no afecten ni a nuestro estado de ánimo ni al equilibrio.
¿Qué hay del miedo a envejecer?
El miedo a envejecer también genera muchos problemas internos. Con la cirugía podemos ayudar, pero nunca lograremos eliminarlo. La solución que recomiendo a mis pacientes es que piensen que son jóvenes, como hago yo. Pensar en positivo en general, siempre ayuda a vencer los miedos. Y recordar que, en dosis moderadas, el miedo es bueno porque nos ayuda a estar alerta y defendernos de ataques del exterior, pero también hay que saber reírse del miedo.
Además, lo que muchas personas no saben es que a nuestro alcance tenemos el mejor remedio antiaging, universal y gratuito, como es la práctica de ejercicio físico…
Es uno de los mejores. Con el ejercicio segregas endorfinas, por lo que te sientes mejor. Además, mover todos los músculos, huesos y articulaciones, previene la oxidación del cuerpo y repercute en nuestro estado físico.
¿Cuáles son las claves para vernos mejor cambiando por dentro sin tener que hacerlo por fuera?
Las claves del cambio interno las describo en el libro bajo la palabra ‘credo’ que, curiosamente, es un árbol que puede llegar a vivir más de dos mil años:
C de cuidados personales. Hay que cuidarse siempre: la piel, los dientes, las uñas, etcétera; y estar atento a los cambios para buscar soluciones si fuera necesario. La cirugía, en este aspecto, va de la mano del cuidado personal y nos ayudará a mejorar el aspecto de lo que se haya podido deteriorar como, por ejemplo, las bolsas bajo los ojos, la papada o la línea de la cintura.
E de ejercicio. Fundamental, como ya hemos comentado.
D de dieta. Es importantísimo comer bien, de forma equilibrada, sin exceder el nivel de calorías que necesitamos y eliminando sustancias tóxicas como el tabaco, el café, el alcohol y lo que yo llamo ‘productos blancos’ (sal, harina, azúcar y leche).
R de relajación. Hay que aprender a dejar a un lado las preocupaciones y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, de los amigos, de la familia… Cada día hay que tener un rato vacacional en el que estemos tranquilos con nosotros mismos y con los demás.
O de optimismo. Hay que reírse mucho y mostrar una actitud optimista. Tratar de ver el lado positivo de las cosas disfrutando y agradeciendo todo lo que el mundo nos ofrece.