Angelina Jolie se ha sometido a una nueva intervención quirúrgica para extirparse los ovarios y las trompas de Falopio, dos años después de ser intervenida de una doble mastectomía. ¿La razón? Debido a una mutación genética del gen BRCA1, la actriz de 39 años tenía un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama o de ovarios, enfermedades que acabaron con la vida de su abuela, su madre y su tía.
Hemos hablado con el doctor Javier Cortés, jefe del programa de cáncer de mama del Hospital Vall d’Hebrón y del Hospital Quirón de Barcelona, y miembro Comité Científico de la Fundación Intheos, quien nos ha explicado el proceso y nos ha dado su opinión sobre la decisión de la mujer de Brad Pitt.
“La cirugía que consiste en extirpar ovarios se llama ovariectomía bilateral, pero cuando además de los ovarios se extirpan las trompas de Falopio se llama salpingooforectomía bilateral. Esta es la intervención a la que se ha sometido Angelina Jolie. ¿Por qué? Ella tenía una mutación de un gen que confiere mucho riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero también de cáncer de ovario. Su riesgo de desarrollarlo estaba en torno al 50%, lo que es un porcentaje bastante elevado. Como el riesgo era alto, se ha tomado la decisión de someterse a esta cirugía profiláctica”, explica el doctor.
Lo cierto es que esta mutación genética no es habitual (en torno al 5% de la población). “Eso sí cuando lo tienes, el riesgo es alto”, matiza el doctor.
¿Cómo actuar?
Una vez que se certifica la existencia de esa mutación genética, el doctor nos explica que es cuando viene la duda sobre si merece la pena realizar un seguimiento estricto o bien optar por la cirugía profiláctica. “Para casos de cáncer de mama, es discutible. Con un seguimiento estricto, si se coge a tiempo, los porcentajes de curación son elevados. El pronóstico vital, por lo tanto, no cambia demasiado, pero, eso sí, te ahorras todos los efectos de tratamientos como la quimioterapia. Mientras, en el tema del cáncer de ovario, el tema se complica. El seguimiento del ovario es más complicado de llevar a cabo, por lo que cuando el riesgo es alto y, sobre todo a partir de los 50 años, cuando los ovarios pierden su función, se recomienda realizar la intervención, una operación relativamente sencilla, realizada por laparoscopia”, apunta el doctor Cortés.
Una vez tomada la decisión de optar por la cirugía, ¿qué problemas pueden surgir? “Al eliminarse los ovarios, se incrementan los riesgos derivados de una menopausia precoz, como puede ser el aumento del riesgo cardiovascular. Y es que al eliminar los ovarios se pierden los estrógenos que estos secretan, y que son los responsables de prevenir determinados problemas; por ejemplo, las mujeres antes de la menopausia tienen un menor riesgo cardiovascular. Además, cuando se quitan ovarios y trompas de Falopio hay menos de un 1% de riesgo de desarrollar tumor de peritoneo, pero es un riesgo bajo”, explica el doctor Cortés. La propia Angelina Jolie hablaba en la carta en la que ha explicado su vivencia de este tema: "Tengo un parche que contiene estrógeno bioidéntico y un dispositivo intrauterino (DIU) de progesterona en mi útero. Me ayudará a mantener el equilibrio hormonal, pero lo más importante es que me ayudará a prevenir el cáncer de útero. Decidí no extirpármelo porque el cáncer en esa zona no ha habido antecedentes en mi familia".
Lo cierto es que los médicos suelen coincidir en que, pese a estos efectos derivados de la intervención, en casos de riesgo por mutación del gen, cuando la mujer deja de querer tener hijos, es un buen momento para plantearse quitar ambos ovarios.
Un tumor difícil de detectar
El índice de supervivencia depende de lo avanzado del tumor, como en casi todos los casos de cáncer, pero hay que tener en cuenta que el cáncer de ovarios no da síntomas demasiado pronto y a veces se descubre cuando ya está demasiado avanzado. “Algunos de esos síntomas son sensación de ganar peso sin motivo, pues se acumula líquido (ascitis), o también sensación de peso en la zona. La mayoría de las veces el cáncer de ovario se descubre en una revisión rutinaria en el ginecólogo”, apunta.
La opinión del experto
“Yo personalmente sí recomendaría a una paciente con una mutación en el gen BRCA1 y con un riesgo del 50% de desarrollar cáncer que se realice la operación profiláctica”, explica el doctor, quien precisa que han notado cómo estas intervenciones están aumentando. “Incluso sin tener la mutación del gen, hay pacientes que han tenido cáncer en un seno que piden que se les extirpe también el otro”, apunta.