Dejar de fumar es una de las decisiones más importantes para la salud que, sin embargo, puede llegar a convertirse en una de las más difíciles. Pero que no sea sencillo, no quiere decir que sea imposible. Aquí tienes algunas razones de peso que van a ayudarte a acabar con este mal hábito.
- Vivirás más y mejor. A estas alturas, ya conoces de sobra las complicaciones para la salud que conlleva fumar, pero no está de más que las recuerdes. Entre ellas, un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, principal causa de defunción en España, según datos del Ministerio de Sanidad. Además, fumar daña el sistema circulatorio, favorece la aparición de coágulos y aumenta el riesgo de infarto e ictus. Deberían ser suficientes razones como para dejar el tabaco de manera fulminante, ¿no crees? Por si fuera poco, algunos estudios (Million Women Study) apuntan a que abandonar antes de llegar a los 40, puede traducirse en ganar más de 10 años de vida.
- Debes estar convencido de tu decisión y ser consciente de que tus hábitos van a cambiar. “Lo positivo es asumir que dejar de fumar es posible para todo el que quiera dejarlo. Basta querer y seguir la estrategia adecuada. Además, el mismo proceso de abandonar el tabaco ofrece beneficios tanto en el plano físico como en el emocional. Una vez la persona se hace consciente de ello, el avance se facilita muchísimo”, explica el Dr. Moisés Pulido, de la Unidad de Prevención cardiovascular del Centro Integral de Medicina Estética y Biológica (CIMEB).
- Infórmate de los tratamientos que tienes a tu disposición y solicita la ayuda de un profesional para que te asesore sobre las ventajas y las desventajas de cada opción. Tal y como nos explica el experto, los tratamientos más empleados en la actualidad son los fármacos (la nicotina, la veraniclina y el buporpion) y la técnica láser –también llamada acupuntura láser, láser frío o soft laser-, que combina los conocimientos milenarios de la acupuntura china con el uso del láser y prescindiendo, en este caso, de las agujas. “Es la técnica más difundida porque, a diferencia de los fármacos, que pueden presentar efectos secundarios indeseables, no tiene contraindicaciones y el paciente queda libre del cigarrillo gracias a que se produce un proceso bioquímico de las células por foto-estimulación, que alivia los síntomas de la abstinencia de la nicotina”.
- No olvides que los milagros no existen. El éxito de cualquier terapia va a depender de tu voluntad para dejar de fumar y del especialista que supervise el tratamiento. Así, encontraremos otras terapias alternativas, como remedios naturales, de homeopatía, masajes, hipnosis… que pueden ser eficaces en determinados casos, pero de las que se dispone de menos evidencias en cuanto a su eficacia. Hay que tener cautela, nos insiste el Dr. Moisés Pulido, de aquellos programas con costes excesivos y de una sola sesión.
- No es necesario dejarse un dineral. Aunque contar con ayuda profesional va a aumentar nuestras posibilidades de éxito hoy en día hay variedad de métodos que pueden ayudarnos: charlas y grupos de apoyo, libros, aplicaciones móviles, y un largo etcétera que pueden servirte como primer paso en tu decisión para dejar de fumar.
- Si eres mujer, lo tienes más fácil. Ellas tienen un porcentaje de éxito mayor, tal vez porque están más motivadas para dejarlo, según se desprende de las encuestas realizadas antes de iniciar la terapia. Además, estas diferencias responden a otras razones (culturales, sociales), nos explica el doctor. “Por lo general, son más frecuentes las campañas de prevención destinadas a las mujeres y desde más temprana edad. Por otra parte, los hombres suelen ser reacios a las consultas de prevención y es más difícil convencerles. Esto se traduce en el hecho de que son más las mujeres que buscan ayuda para abandonar el tabaco, en una relación de siete de cada diez”.
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