Desde hace siglos los monjes de los altos valles del Himalaya guardan el secreto de la eterna juventud: un conjunto de posturas del Yantra Yoga o Yoga Tibetano que, practicadas a diario, estimulan los 7 chakras energéticos del cuerpo –con enormes beneficios también para el sistema endocrino-.
Bautizados con el nombre de ‘los cinco ritos tibetanos’, su eficacia radica, entre otras cosas, en respetar el orden de los ejercicios, comenzando por el primer tibetano y finalizando con el quinto. Cada uno se repite hasta 21 veces, pero, en función de tu estado físico, puedes variar el número de repeticiones (no se recomienda en personas que sufran problemas en los discos de la columna vertebral). Lo importante es no forzar el cuerpo más allá de sus límites. Así, puedes comenzar, por ejemplo, con un par de ejercicios y poco a poco completar la ronda completa. No te llevará más de 10-15 minutos al día y con algo de práctica, ¡pronto notarás sus beneficios!
Primer Tibetano
De pie, con las manos extendidas en cruz y las piernas ligeramente separadas, siente descargar la tensión desde los hombros a los antebrazos y las puntas de los dedos. Desde esta postura, comienza a girar sobre tu propio eje con pasos pequeños en el sentido de las agujas del reloj. Inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca. Como decíamos, la primera sema puedes comenzar con 3 repeticiones e ir aumentando en semanas posteriores hasta las 21 repeticiones recomendadas.
Segundo Tibetano
Tendida en una esterilla, con los brazos apoyados a lo largo del cuerpo, eleva las piernas en vertical completamente estiradas e inhala mientras subes la cabeza –mantén alineado el mentón con el pecho-. Exhala y baja lentamente cabeza y piernas. Si se te hace demasiado intenso, puedes empezar con las piernas dobladas a 90 grados.
Tercer Tibetano
Arrodíllate y estira bien la espalda, puedes deja descansar las palmas de las manos en la parte de debajo de los glúteos o, si tienes equilibrio, alzarlas hacia arriba. Desde ahí, inhala y lleva el peso del tronco hacia atrás; manteniendo la cabeza alineada con la columna. Al exhalar regresa a la posición inicial y repite.
Cuarto Tibetano
Siéntate en el suelo con las piernas estiradas para entrar en la postura. Coloca las manos junto a los glúteos y lleva la barbilla hacia el pecho. Al inhalar, levanta caderas del suelo y flexiona las rodillas, apoyando las plantas del pie en el suelo. De tal manera que el cuerpo forme una línea horizontal. Exhala y regresa a la posición inicial.
Quinto Tibetano
La clásica postura de la ‘v’ invertida o ‘perro cabeza abajo’ presente en muchos estilos de yoga. Consiste en mantener la postura mientras al inhalar llevamos los glúteos como apuntando al cielo; las manos deben quedar bien apoyadas en el suelo.