La semana pasada veíamos la importancia de respirar para el buen funcionamiento del organismo. Hoy vamos a explorar y analizar los dos tipos de respiración que nos vamos a encontrar si vamos a una clase de yoga o pilates.
El elemento común que comparten es la consciencia, saber y percibir cómo la respiración va a ser la guía y el anclaje en la práctica, sea de una u otra disciplina.
Respiración diafragmática / abdominal (yoga)
Se inspira y espira por la nariz, de manera natural. Para familiarizarnos con las sensaciones de la respiración en el cuerpo, podemos empezar tumbados sobre la esterilla con los ojos cerrados, con las manos en la parte baja de las costillas y sentir cómo el abdomen se eleva al tomar aire y desciende al expulsarlo.
Esta respiración es la más sencilla. Uno de los pilares fundamentales del yoga es el Pranayama (Prana: energía vital / ayama: control y expansión) y para explicarlo completamente deberíamos dedicarle otro post. Pero de momento, con estas sencillas pautas se puede empezar a sentir los beneficios de estar atento a la respiración. Te gustará y querrás más.
Respiración costal / lateral (pilates)
Coloca una mano sobre un lateral de las costillas y la otra encima del ombligo, así podremos sentir si podemos mantener el abdomen sujeto y cada ajuste está en su sitio.
- En la inhalación, siempre por la nariz. Las costillas se expanden y suben ligeramente ¡Ojo! Sentiremos que el abdomen también quiere expandirse, pero aquí radica la clave de esta técnica: el abdomen siempre queda ligeramente sujeto.
- En la exhalación, siempre por la boca en un soplo prolongado, profundo y controlado. Mientras va saliendo el aire, la caja torácica se irá cerrando y descendiendo, e iremos hundiendo el ombligo hacia la columna, como si una “cuchara nos rebañase la tripa”. Estaremos activando el transverso, la faja abdominal natural más profunda, que nos mantiene erguidos y que cuánto más fuerte y trabajada esté, menos dolores de espalda tendremos, entre otras cosas.
Tanto una respiración, como la otra son muy beneficiosas
- Control absoluto de los movimientos.
- Oxigenación completa de los músculos, aportando un generoso estado de relajación.
- Estabilización de la columna y movilización de las extremidades.
- Cultivo de la conciencia corporal: facilita la localización de cualquier tipo de tensión y ayuda a eliminarla.
- Elimina toxinas, mejorando la luminosidad de la piel.
Pero para conseguir mayor relajación recomendamos la abdominal; mientras que con la respiración costal se desarrolla un mayor control de centro de tu cuerpo.
¡Esperamos que te ayude a practicar mejor! Namaste.