Qué cosa tan simple, ¿no? Lo hacemos constantemente y de forma totalmente involuntaria. ¿Qué secreto puede encerrar tomar aire y soltarlo? Es un acto físico totalmente natural e innato en nuestro ser y parece no ser necesario hacer un máster para saber respirar. Sin embargo, puede que haya llegado a nuestros oídos los enormes beneficios que conlleva una respiración regular y equilibrada.
Valoremos la importancia que tiene la respiración en nuestra vida: es lo primero que hacemos al nacer y lo último que hacemos al morir; podemos estar semanas sin comer, días sin beber, pero… ¿Sin respirar? Visualicemos el siguiente ejemplo, nos desvelará todas las dudas: ¿has observado en personas que practican yoga, pilates, meditación o tai chi, que parecen más jóvenes de la edad que realmente tienen? ¿Y que las personas que ocupan un cargo relevante, de mucha responsabilidad, parecen mucho más mayores de lo que son? ¿Lo hemos visualizado? A todos nos viene a la mente la respuesta: ¡estrés!
Entre otros factores, el estrés es una consecuencia directa de ese envejecimiento y es por la manera de respirar. Cuando nos enfrentamos a una situación de estrés (laboral, familiar, económica…) y nos sobrepasa, las consecuencias directas se las lleva primero nuestro sistema respiratorio: las respiraciones se desajustan y crean en nuestro organismo un desequilibrio entre el oxígeno que tomamos y el dióxido de carbono que soltamos, afectando, directamente después, sobre el resto de sistemas: circulatorio, muscular, digestivo... El final de la cadena son nuestras células, que alimentan y cargan sus pilas para darnos energía de ese oxígeno que respiramos. Resumiendo, nuestras células se oxidan y crean más radicales libres causantes del envejecimiento celular.
Por ello, en prácticas como el yoga, el pilates, la meditación o el tai-chi, donde la respiración es uno de los principios fundamentales de su técnica, se consigue equilibrar y reajustar el resto de mecanismos de nuestro cuerpo.
Existen multitud de técnicas, diferentes ritmos y pautas respiratorias para relajarse, consiguiendo que cuerpo y mente entre en equilibrio. El punto fundamental de todas ellas es: la consciencia; esto es ser consciente del aire que entra y que sale.
Más adelante veremos las diferentes técnicas respiratorias que se practican en yoga y pilates, así como sus beneficios. Mientras tanto… ¡respira!