Hay un momento en el que tu mente hace ‘click’ y decide cambiar, decides empezar a cuidarte y llevar unos hábitos de vida más saludables. Esto es lo que le ocurrió a María Corbacho, autora del blog ‘1 reflejo en el espejo’, donde, desde 2013, comparte sus consejos con el ánimo de ayudar a esas personas que se acercan a ella para conocer cómo pasó de la obesidad a convertirse en una joven sana de 23 años con ganas de comerse el mundo. Pero, lo que sorprende a muchos no es que adelgazara 50 kilos en tres años, sino que lo hiciera de forma saludable, sin dietas ni recetas milagrosas. Ella insiste, a lo largo de las páginas de su libro ‘¡Haz click y vive sano!’, que aprender a querernos es una de las claves del éxito; sin olvidarnos de la importancia que tiene en nuestra salud una alimentación correcta, la práctica de ejercicio y contar con buenos expertos que te asesoren. Hablamos con María coincidiendo con el Día Internacional de Lucha contra los Trastornos Alimenticios, que se celebró el pasado 30 de noviembre, para concienciar de la importancia de promover la salud a través de iniciativas como la suya.
¿Cuál es la historia de '1 reflejo en el espejo'? ¿Por qué decides crear el blog? Siempre he tenido la idea de que las mejores cosas vienen de la forma más simple del mundo, y así surgió ‘1 reflejo en el espejo’. Todo comenzó cuando publiqué una foto de mi antes y mi después en una red social. Los comentarios de “yo no podré”, “¿cómo lo has hecho?”, “¡Necesito cambiar pero no tengo fuerza de voluntad!” se repetían sin cesar y me dije: ¿por qué no hacer un blog donde la gente pueda ver que realmente sí puede conseguir sus objetivos? Y así surgió el blog.
¿Cuál es el mensaje principal que quieres transmitir en él? El mensaje principal que me encantaría hacer llegar a todo el mundo es que puedes conseguir lo que desees y, además, de una forma saludable y sin obsesiones.
¿Cómo llega ese momento en el que tu mente hace click y apuesta por vivir de forma saludable? En mi caso fue un momento muy marcado en mi vida por eso lo recuerdo tan bien. Un 23 de abril de hace casi 4 años, le hice un comentario a mi sobrino (en aquel entonces tenía 8 años), concretamente, le dije: “¡Mira que tripita tienes!”. Y, de la forma más sincera y sin ganas de hacer daño, me respondió: “¡Pues anda que la tuya…!” ¡No me lo podía creer! Yo sabía que tenía sobrepeso pero no que llegase a un gran extremo. Abrí el espejo que tenía en mi cuarto y no reconocí a esa chica que me miraba a través de él. Y supe que era el momento de iniciar un cambio.
En tu libro dedicas un extenso capítulo a alertar sobre las consecuencias de enfermedades como la anorexia o la bulimia; al tiempo que arremetes contras las dietas milagro. En este sentido, tu blog es una especie de salvavidas para muchas personas con problemas de TCA y una manera de luchar frente a las webs pro ana y pro mia que aún circulan por la red. ¿Qué consejos les darías a esas personas que se acercan a tu blog para encontrar respuestas? Es un tema que personalmente me preocupa mucho. Internet puede ser, efectivamente, un salvavidas y puede ayudarte a cambiar una parte de tu vida de forma saludable… pero te puede llevar por otros derroteros que no son tan buenos para la salud. Me he dado cuenta de que las personas nos obsesionamos antes con el culto al cuerpo. Recibo diariamente mensajes de chicas y chicos entre 12 y 17 años que, al menos una vez en su vida, han usado técnicas insalubres para perder peso, y lo ven como algo normal. Tenía muy claro cuando empecé a escribir este libro que tenía que incluir una historia real para contar cómo es realmente la vida de una persona que sufre TCA. Me gustaría dejar un mensaje muy claro a quien hoy me llegue a leer, igual que dejo en ‘Haz Click y Vive Sano’, ¡cualquier dieta o blog que te haga restringir algún nutriente o directamente dejar de comer, por supuesto, NO ES SALUDABLE! Y, si me permites añadir, si alguien lo está sufriendo: ¡Qué no tenga miedo de contarlo!
Cómo aprender a querernos más es una de las cuestiones que, sin duda, repites a lo largo del libro. ¿Cuál es el éxito? ¡No puedo decir que sea fácil! Lleva muchos años, muchos más que adelgazar. Aún hoy sigo aprendiendo a quererme y hay que ejercitar todos los días esa parte. Es importante que se haga todo progresivo pero que jamás pierdas el rumbo de mirarte al espejo y decir: ¡me quiero! Hay que tener muy claro ese propósito.
En tu apuesta por una vida saludable, el ejercicio físico no podía faltar. Desde Pilates, al Hiit y otras rutinas para estar en forma; en tu libro dejas clara la gran fascinación que sientes por estas actividades. ¿Qué es lo más importante que el deporte te ha enseñado? El deporte me ha enseñado a superarme cada día un poco más. Empecé andando un poco cada día y al principio no podía caminar más de 10 minutos seguidos sin tener que sentarme o sufrir dolores fuertes en las articulaciones. El deporte es salud, y saber cómo empezar y seguir avanzando, es lo más importante.
En el blog desatas otra de tus grandes pasiones: la cocina. ¿Cómo te ayudó desarrollar el gusto por la cocina para enfrentarte a los viejos fantasmas y cómo sirvió para abrir el camino a una reeducación alimentaria? Empecé como supongo todo el mundo, comiendo aburrido, comiendo “de dieta”. Me aburría muchísimo y empecé a buscar sobre comidas saludables. Al principio no sabía y me salían cosas peores que ahora. Hay muchas personas que vienen a mis charlas y me dicen que les parece imposible hacer recetas como las que yo hago… Para esas personas que lo ven tan difícil, sólo decirles: ¡todos tenemos un comienzo!
Como haces constar en el libro, has aprendido mucho sobre nutrición desde que comenzó tu pequeño, pero ambicioso proyecto. ¿Te gustaría trazar un futuro profesional en este sector? Por supuesto. Creo que el blog y el libro es un gran trampolín hacia los demás, pero detrás de todo hay un proceso personal de estudio y de seguir aprendiendo. Me encantaría poder dedicarme a la nutrición, es como un sueño y los sueños están para cumplirlos.