El secreto de la eterna juventud pasa indispensablemente por una alimentación saludable. Esto, que puede parecer una quimera -y que no quiere decir que tengamos que vivir preocupados en exceso de lo que comemos-, sí que pasa necesariamente por adecuar nuestros hábitos alimentarios a las recomendaciones que nos hacen los organismos de salud. La cuestión no pasa por eliminar alimentos de la dieta, sino conocer cuáles son más saludables y cuáles deben relegarse a la etiqueta de ‘ocasionales’ por con alto contenido en ácidos grasos saturados, azúcares y sal que nos predisponen inevitablemente al sobrepeso y la obesidad y el desarrollo de algunas enfermedades.
1. Patatas fritas de bolsa. Los productos muy salados deberían de consumirse de forma ocasional, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (no más de 5 g de sal diarios). Las patatas fritas de bolsa, como gusanitos y demás, son alimentos poco nutritivos, tienen muchos aditivos y una alta concentración energética (una bolsa pequeña de patatas fritas contiene hasta 228 calorías una bolsa pequeña). Opta por las patatas fritas caseras; y todavía mejor si son horneadas: tienen menos grasa; ya que el proceso de elaboración es también más saludable.
2. Embutidos y carnes procesadas (salchichas, butifarras). La mayoría de embutidos son ricos en grasas saturadas. Por ello es aconsejable no tomar más de 1 vez por semana este tipo de carnes. Su consumo frecuente puede contribuir al aumento de peso en personas con sobrepeso u obesidad. Según una investigación llevada a cabo en 2008 publicada por The American Journal of Clinical Nutrition, las carnes procesadas, como las salchichas, tendrían un efecto en la longitud de los telómeros (extremos de los cromosomas). Las conclusiones fueron que las personas que comen más de dos porciones semanales de estos alimentos tenían los telómeros más cortos, lo que estimula el envejecimiento.
3. Carnes rojas. El consumo de carne roja y sus efectos sobre la salud ha sido extensamente sometido a debate por los nutricionistas. Por una parte, como apunta la experta de ¡Hola! En Forma Marta Lorenzo, nos aporta una serie de beneficios nutricionales como su aporte proteico, hierro, zinc y vitaminas como la B12. Como aspectos negativos, la experta señala su contenido en purinas (que puede dar lugar a cálculos en los riñones y en las vías urinarias), colesterol y grasas saturadas. Por lo tanto la carne roja se debe consumir, pero no en exceso porque, aunque se ingiera en poca cantidad, podemos lograr una nutrición completa. Lo ideal sería dos o tres veces por semana.
4. Alcohol. Un estudio presentado en 2010 durante la Reunión Anual de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer ha demostrado que el alcohol también acorta los telómeros en los individuos que beben con cierta frecuencia (cuatro o más bebidas diarias). Además, las bebidas alcohólicas son muy energéticas y a mayor graduación, más azúcar. También, como te contábamos hace poco es uno de los grandes enemigos de tu imagen, junto al tabaco y el estrés. Por lo tanto, es aconsejable elegir siempre las que contengan menor graduación como el vino, la cerveza o un vaso de sidra y, sobretodo, no excederse. Consumo moderado. No más de 2 copas/diarias de vino o similar.
5. Refrescos azucarados. Un reciente estudio publicado American Journal of Public Health pone en evidencia que beber refrescos azucarados a diario se relaciona en el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.