Si estás en cualquier sitio público o en tu trabajo, párate y observa a tu alrededor.¿Cómo es tu postura? ¿y la de los demás? Como podrás observar, la gran mayoría de las personas no mantienen una postura correcta y realmente no somos conscientes de los peligros que esto conlleva.
¿Qué me provoca una mala postura?
- El estrés
- Calzado incorrecto
- Lesiones y sobrepeso
- Genética
- No tener un buen soporte de masa muscular
¿Qué consecuencias se desprenden de una mala postura?
- Nuestra circulación se ve deteriorada al tener la espalda encorvada y, por tanto, la médula espinal.
- Las vértebras de nuestra columna se van deteriorando y, si vamos encogiendo los hombros, seguro que acabaremos con dolor en la zona del trapecio y de las cervicales. Nuestros músculos no se encuentran en una posición correcta y unos están relajados y otros tensos -cuando no deberían-. Además aumentaremos la probabilidad de padecer algún tipo de hernia o protusión.
- Debido a esto experimentaremos también mayor fatiga y, a la hora de entrenar tu rango de movimiento, se verá cambiado, perjudicándote en tus resultados y en tu físico.
Además esto lo conocemos como “pescadilla que se muerde la cola”, ya que si tenemos una mala postura vamos a tener como consecuencia más dolor. Y a más dolor tendremos una peor postura que perjudicará a nuestro cuerpo y nos hará sufrir mucho más dolor si cabe.
Ejercicios para corregir las malas posturas
De esta forma tenemos que plantearnos solucionar este problema y atacar ese círculo vicioso. ¿Cómo vamos a hacerlo? No te preocupes que no es tan difícil:
- Para caminar recto no hace falta que fuerces los hombros hacia atrás puesto que también te puedes hacer daño, simplemente intenta mantener tu obligo hacia dentro y tu abdomen bien contraído (acuérdate de respirar, no te me ahogues) y con este sencillo paso tu columna se mantendrá recta y sin ser forzada.
- Como verás es importante ejercitar tu abdomen, realmente todo el Core. Realiza ejercicios para el abdomen y para tus lumbares y, cuando estés realizando cualquier entrenamiento, se consciente de que el centro del cuerpo regula tu equilibrio y tu postura. Al principio cuesta hacerlo y tendrás que pensarlo, hasta que un día ¡Sorpresa! Sale solo.
- Intenta no estar mucho tiempo de pie o sentado. Haz pausas si por tu trabajo te ves obligado a mantener la misma posición durante mucho tiempo y, según pasen las horas, revisa tu posición. Para sentarte usa una buena silla, es mejor invertir un poco más y no perjudicar tu salud.
- No tengas vergüenza a mostrar tu pecho. Aunque tengas bastante lúcelo y no lo intentes ocultar dejando caer tus hombros hacia delante. El pecho grande pesa, por lo que tendrás más dolores de espalda si te esfuerzas por corregir la postura. Fortalece también esta zona con ejercicios específicos.
- Por la mañana y por la noche realiza estiramientos de toda la parte de cuello, hombros, espalda y abdomen. Te sentirás mejor.
Todos estos cambios llevan su tiempo. Comienza poco a poco a meterlos en tu rutina diaria y verás como reduces todo dolor derivado de una posición incorrecta. También puedes probar con estos ejercicios específicos para fortalecer la espalda.