La cocina, al igual que el baño, es una estancia fría por definición. Especialmente si se trata de una cocina de estilo moderno, donde las líneas rectas mandan. Pero es posible que una cocina sea más cálida y acogedora si sabes jugar con los materiales, los colores y otros pequeños recursos que suban la temperatura.
Hemos reunido varios consejos para subir la temperatura de tu cocina sin encender los fogones. Será más cálida tanto visual como físicamente y convertirla en el corazón de la casa. Pero de verdad. ¡Vamos allá!
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1. Los acabados en madera nunca fallan
Si hay un material capaz de subir la temperatura (en la estancia que sea), este es la madera. Al natural, es uno de los materiales favoritos para elementos como sillas, los frentes de los muebles o detalles decorativos, como cajas o tablas. Y aunque también hay suelos y paredes de madera al natural, la cocina no es la mejor estancia para instalarlos. En cambio, existen otros muchos otros materiales que la imitan con muchísima fidelidad.
Para el suelo, por ejemplo, hay laminados para cocinas que aguantan muy bien el trote de esta estancia. Otras opciones son los porcelánicos, así como los vinílicos.
En cuanto al antepecho, puedes instalar paneles de PVC o materiales como la piedra sinterizada que imiten la madera. Sea cual sea la opción que elijas, no fallarás a la hora de llevar la calidez visual a tu cocina.
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2. Detalles que contrastan y dan calidez
Aunque los muebles de tu cocina sean de un color frío, como el verde o el azul, también es posible conseguir aumentar la calidez. Para ello puedes hacer uso de los complementos y detalles decorativos, como los taburetes de la isla o elementos que aporten personalidad. Viejos frascos de boticario, un ramo de flores y, por supuesto, el acabado del suelo son clave para darle a tu cocina la calidez que estás buscando.
Aquí, el barro combinado con teselas esmaltadas en verde hacen las delicias de los amantes de lo rústico moderno.
3. Añade materiales que la hagan más acogedora
No solo la madera es un material perfecto para sumar calidez. Existen otros que cumplen la misma función y son perfectos para subir la temperatura de tu cocina.
Un buen ejemplo son las fibras naturales. Materiales como el ratán, el coco, el yute o el mimbre pueden emplearse no solo en accesorios como cestas en las que guardar pequeños objetos y con las que decorar las estanterías o la encimera. Pero también son muy empleados en las lámparas de techo que decoran la zona de la isla y le dan mayor protagonismo.
Otra opción para subir la temperatura es el cuero. Puedes llevarlo mediante los asientos y respaldos de los taburetes, como en esta propuesta.
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4. Que no falte la luz natural
Un factor clave para que tu cocina tenga calidez es la luz natural. Por eso, si tu cocina tiene una ventana, no la tapes, deja que la luz del sol inunde el interior y llene de calidez el entorno. Y tampoco tengas miedo a colocar una cortina o estor. Las opciones son muchísimas.
Si está abierta al comedor o el salón, apuesta por una cortina tipo visillo clásica. Pero si tu cocina es moderna y cerrada, nada como un estor tipo screen. Se limpian de manera sencilla y ofrecen un look sobrio y elegante.
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5. Empapela una pared
Un recurso cada vez más de moda es el papel pintado. Y poco a poco ha ido conquistando todas las estancias de nuestra casa. ¡También la cocina!
Es perfecto para resaltar una zona de la cocina, colocar en la parte alta de la pared o delimitar una zona, como ha hecho aquí el equipo de Sube Interiorismo para resaltar la presencia del office.
Entre las tendencias de papel pintado para la cocina, apuesta por estampados XXL, motivos botánicos y florales, así como geométricos e incluso modelos con efecto textil.
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6. Apuesta por tonos cálidos y que aporten luz
Aunque nos encantan las cocinas blancas –por su luminosidad, efecto limpio, amplitud que regalan y carácter atemporal, entre otros motivos–, lo cierto es que pueden resultar algo frías.
Una opción para subir la temperatura es emplear colores que también regalen luz y amplitud, pero, además, aporten un matiz más cálido. Así, tonalidades como el beige, el greige, taupé o topo, algún gris con tintes cálidos, amarillos suaves, blanco roto o hueso... Las opciones son muchas para conseguir esa calidez deseada.
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7. Luminosa, sí. Cálida, también
Ahora, que tu cocina sea blanca, no significa que tengas que renovarla por completo para subir la temperatura. La clave está en añadir complementos u otros revestimientos en tonos cálidos y sobrios, como arenas, marrones, terracotas...
En esta cocina reformada por los hermanos Scott, la pared en la que se apoyan los muebles de la cocina se ha revestido con unas teselas cuadradas en tonos marrones y efecto brillo; pero es que, además, han añadido complementos en fibras naturales.
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8. Que parezca que está viva
Una de las claves para conseguir una cocina cálida es usarla. Así, evita el efecto exposición y deja las bandejas de madera o fibras naturales con frutas y verduras a la vista, un jarrón con el ramo de perejil que te han dado en la frutería... El objetivo es que se note que en esa cocina se cocina, se vive.
Ahora, que dejes las verduras y las frutas a la vista, no implica que la cocina no tenga que estar limpia.
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9. Decora tus paredes
Para dar calidez a la cocina, puedes emplear las paredes para añadir decoración que te ayude a subir la temperatura. Unos cuadros de verduras y frutas o con motivos botánicos, un reloj, un espejo o unos estantes abiertos pueden ayudarte a hacer que el entorno sea más cálido. Lo ideal es que elijas un motivo y te ciñas a él en toda la estancia.