¿Qué es una kokedama?
Kokedama significa, literalmente, 'bola de musgo' y es precisamente esto lo que define esta llamativa técnica de jardinería japonesa. Es decir, se trata de formar una bola con sustrato mineral y akadama (un tipo de arcilla granualar de origen volcánico) alrededor de las raíces de la planta y envolverla con una capa de musgo, que se ata a su alrededor con hilo de algodón hasta formar una bola compacta.
Desde un punto de vista estético, las kokedamas parecen muy modernas, pero se trata de una técnica tradicional de Japón que cuenta con más de 500 años de antigëdad. Sin embargo, por su belleza y simplicidad se han convertido en toda una tendencia dentro de la decoración de interiores.
Para saber algo más de esta técnica hemos hablado con Joan Català Margarit, un auténtico experto en la materia, que acaba de publicar recientemente el libro Kokedamas y jardines en un bol (Ed. Oberón. 2024). Afincado en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), nos cuenta que fue precisamente a raíz de un viaje a Japón cuando descubrió las kokedamas, se enamoró de ellas y decidió aprender a realizarlas. No pasaría mucho tiempo hasta que abrió su propia tienda, Omotesando Plants (nombre que hace referencia a un famoso barrio de Tokio), desde donde, además de ponerlas a la venta, imparte talleres para enseñar esta técnica al gran público.
Kokedamas: naturaleza, artesanía y tradición
Tal y como nos confiesa el propio Joan, para él las kokedamas reprensentan muchas cosas: "son naturaleza, artesanía, diseño, tradición, modernidad, calma, elegancia, minimalismo, verdor y esencia misma de Japón". Conceptos que él ha sabido trasladar a través del diseño, la decoración y la presentación de sus kokedamas, pequeñas obras de arte que representan a la perfección la estética japonesa, "que tiene por objetivo capturar la esencia de las cosas a través de la simplicidad, la armonía y la naturalidad, resaltando su belleza orgánica y natural", afirma Joan Català.
De espíritu inquieto Joan ha conseguido no solo internacionalizar la venta de sus productos (vende sus kokedamas en Francia, Italia y Portugal), también ha participado en originales proyectos creativos como, por ejemplo, el fashion film 'Juliet', nominado como mejor fashion film en Berlín; la decoración de espacios interiores (como el Mandarín Oriental) o en el diseño de pop ups. Precisamente, la próxima se inaugurará en el barrio milanés de Brera (Calle San Marco, 38), coincidiendo con la celebración de la Semana de la Moda de Milán (del 21 al 27 de febrero), y está inspirada en un atelier de moda de alta costura.
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¿Qué relación existe entre las kokedamas y el biointeriorismo?
Según Joan Català, tener una kokedama es como tener un pedacito de naturaleza dentro de casa: " hoy en día muchos de nosotros vivimos en ciudades y estamos bastante alejados de ella. Al colocar estas kokedamas en casa se crean espacios donde hay más presencia de lo natural, se convierten, además, en un elemento decorativo diferencial bonito y muy moderno, y con mucha relación con el biointeriorismo porque al final es tener creaciones vivas, plantas, en los interiores. Por otro lado, tener una kokedama es también una experiencia muy gratificante porque, aparte de cuidarlas, puedes ir viendo cómo la planta va creciendo y evolucionando", concluye.
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¿Cuánto de artesanía, arte o filosofía hay en la creación de una kokedama?
Joan Català opina que en la elaboración de una kokedama se da una combinación de los tres conceptos. En primer lugar porque la elaboración de una kokedama supone estar en contacto directo con la naturaleza. Todos los materiales que se utilizan son 100% naturales (plantas, sustrato, agua, akadama...), su aroma, incluso, especialmente el del musgo, tiene el poder de transportarnos al campo, y como el mismo manifiesta: "al crear una kokedama, todos nuestros sentidos se concentran en la tarea manual y artesanal, y en este sentido más que de filosofía, yo hablaría de meditación. Por otro lado, para mí una de las cosas más especiales cuando haces una kokedama es que coges una planta y puedes realizar una pequeña creación, que a mí me recuerda un poco a hacer una escultura o una pintura".
¿Cuáles son las mejores plantas para elaborar una kokedama?
Por regla general, según nuestro experto, hay que elegir plantas de interior resistentes, que tengan bajo mantenimiento y preferiblente sin flor porque las plantas con flor suelen ser más delicadas en los interiores. Sin embargo, hay plantas con flor como el anturio (la primera imagen del reportaje) o la tillandsia con su espectacular flor de color rosa (en la imagen ) que son una excepción y, la verdad, resultan espectaculares.
Entre las plantas que podemos elegir para elaborar una kokedama y que ofrecen igualmente un resultado de lo más cautivador estarían, entre otras:
- Ficus ginseng
- Pachira aquatica
- Chamaedorea
- Asparagus plumosus
- Monstera
- Maranta
- La Dracaena marginata
¿Y qué cuidados necesita una kokedama?
Otra ventaja a la hora de plantearte tener una kokedama en casa es su fácil mantenimiento. Solo necestian agua y la luz indirecta del sol. Aunque el régimen de riego va a depender del tipo de planta que elijas (si te decides por un cactus, que también se puede hacer una kokedama con él, es evidente que no tiene las mismas necesidades de agua que cualquiera de las plantas que hemos citado anteriormente); en general, las kokedamas que se elaboran con plantas de interior solo necesitan ser regadas una vez por semana, salvo en los meses de verano que necesitan agua una vez cada cinco días.
Las kokedamas tienen la particularidad de que se riegan por inmersión. Es decir, se sumerge por completo la bola de musgo en un recipiente con agua y se mantiene durante dos minutos. Tras este tiempo, se escurre la bola de musgo apretando suvemente con las manos y en pocos segundos dejará de gotear. Quedan preciosas sobre una base de pizarra, como recomienda Joan Català, o bien puedes apoyarla en una base de madera o cerámica.
Cómo elaborar una kokedama
A primera vista puede parecer una técnica de jardinería difícil, pero no es tal. Ten en cuenta los siguientes consejos.
Los materiales:
- Sustrato mineral universal: existen gran cantidad de sustratos para plantas específicas, pero con el sustrato universal tendrás más que suficiente. Es una mezcla preparada a base de material vegetal compostado, turba, fibra de coco, materia orgánica, activador de las raíces y fertilizante.
- Akadama: es una arcilla volcánica japonesa que tiene una alta capacidad para retener la humedad, además de proporcionar nutrientes y el drenaje necesario para la planta. Se utiliza también para el cultivo de bonsáis y la puedes encontrar en tiendas especializadas o en tiendas online.
- Musgo natural para envolver la bola de sustrato que formes en torno a las raíces de la planta.
- Hilo de algodón, si lo compras de color verde, mejor, porque así puedes dar a tu kokedama un aspecto más natural.
Con todos estos materiales ya estás en disposición de realizar tu propia kokedama siguiendo, a continuación, los siguientes pasos que te detalla Joan Català.
Paso nº 1: mezclar el sustrato mineral, el agua y la akadama
La proporción va a depender del tamaño de la planta, pero aproximadamente, deberemos añadir una décima parte de akadama respecto al sustrato. Ve agregando el agua poco a poco mientras lo mezclas con las manos hasta que va quedando una masa homogénea. Si necesitas ajustar la consistencia de la mezcla puedes ir añadiendo agua.
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Paso nº 2: Prepara la planta
Saca la planta de la maceta con mucho cuidado y limpia las raíces de sustrato hasta dejarlas expuestas. Poda las raíces dañadas y recorta con unas tijeras las raíces que veas que son demasiado largas y pueden dificultar la creación de la bola.
Desecha la tierra de la maceta y sustitúyela por una mezcla más nutritiva al hacer la kokedama. Ten en cuenta que la kokedama actúa como un trasplante porque consiste en cambiar la planta de su maceta tradicional y tranformarla en una bola de musgo natural.
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Paso nº 3: hacer la bola
Para formar la bola de la kokedama, coloca la mezcla alrededor de las raíces de la planta hasta cubrirlas por completo. El exceso de agua lo puedes ir eliminando apretando con las manos. Si ves que la bola comienza a deshacerse, añade mezcla mojada para mantenerla unida.
Una buena técnica para principiantes consiste en poner la mezcla sobre la superficie de la mesa y tumbar la planta directamente sobre ella para ir formando la bola alrededor de las raíces. Una vez compactada se coloca la planta verticalmente. No te preocupes si no formas una bola perfecta porque esto se puede corregir cuando lo vayas cubriendo con el musgo en un paso posterior.
Un consejo: Limpia la mesa y tus manos para evitar ensuciar el musgo en los siguientes pasos.
Paso nº 4: limpiar el musgo
Antes que nada, limpia el musgo de hojas, pequeñas ramas, troncos u otros objetos indeseados que nos pueden dificultar la creación de la kokedama.
Paso nº 5: colocación del musgo
Coloca la planta sobre el musgo, abrazando gradual y delicadamente la bola de sustrato. Ajusta el musgo para cubrir toda la circunferencia de la bola, añadiendo pedazos adicionales, si es necesario. Si hay partes sin cubrir, agrega pequeños trozos de musgo para completar la cobertura. Corta o arranca el musgo sobrante.
Un consejo: evita colocar musgo sobre musgo para mantener una apariencia estética y duradera.
Paso nº 6: asegurar la bola con hilo de algodón
Comienza dando una vuelta horizontal. Realiza un nudo doble y corta el exceso de hilo. Después empieza a envolver la bola diagonalmente, apretando el hilo para sujetar el musgo al sustrato. Gira la planta mientras das vueltas. Ajusta la forma redonda de la bola mientras continúas dando vueltas y apretando con las manos. Corta el hilo, haz un nudo asegurado y realiza los últimos retoques recortando el musgo sobrante para completar tu kokedama.
7. Y el resultado final
Ten en cuenta que siempre has de poner el suficiente hilo de algodón para que la bola quede perfectamente ajustada y no se desarme. Como recomendación final, si quieres que tu kokedama tenga un aspecto perfectamente redondeado, recorta con unas tijeras el musgo sobrante, especialmente el que queda justo al lado de la planta. Aunque si quieres que tu kokedama tenga un aspecto más 'salvaje' no hace falta que podes demasiado.
Finalmente, puedes colocar tu kokedama sobre una base de pizarra. ¡Quedará preciosa!