Una de las claves para conseguir un dormitorio estiloso pasa por una correcta elección de los muebles, sus materiales y colores. Por eso es importante cuidar la decoración de la pared en la que se apoya la cama, que será donde se irán todas las miradas. El cabecero y la mesita de noche son elementos básicos que te ayudan a decorar el dormitorio y darle ese estilo que buscas. Y combinarlos con sutileza y elegancia es básico.
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Fans de lo moderno
Si quieres empapelar la pared del cabecero con un papel pintado con efecto textil y algo de relieve, podrás prescindir de colocar un cabecero que robe las miradas que se merece la pared. Para acompañarlo, nada como una mesita de noche moderna, pero sencilla, como esta blanca que colocó el interiorista Mikel Irastorza en este dormitorio. Su diseño estilizado, sin cajones y de líneas modernas combina a la perfección con la pared del cabecero. Y la lámpara colgante cuelga el conjunto, con un resultado equilibrado.
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El toque refrescante
Mezclar influencias y materiales en el dormitorio es un gran acierto si se hace en la búsqueda del equilibrio. Un buen ejemplo es este espacio decorado por la interiorista Raquel González, donde el terciopelo y el mimbre, dos materiales asociados a distintos estilos, se unen para conseguir un resultado estiloso y ligero.
Por un lado, el cabecero de terciopelo de color azul marino aporta un look moderno y sofisticado, mientras que la mesa de mimbre con sobre de cristal se encarga de aligerar la presencia del cabecero y, en consecuencia, del dormitorio.
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Mezclas geométricas
En este dormitorio donde mandan las líneas rectas que vemos tanto en la decoración de la pared como en el diseño del cabecero, es la mesita de noche la que pone el punto curvo y relaja la decoración y le quita dureza.
A la hora de elegir el cabecero y la mesita de noche, no abuses de las líneas rectas que pueden hacer que el dormitorio resulte algo encorsetado. Para suavizarlo, es aconsejable incluir algún elemento curvo. Aquí, la mesita luce ese diseño, tanto en el sobre como en las patas.
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A todo color
No tengas miedo en aplicar color a la hora de elegir la combinación de mesita de noche y cabecero. Mikel Irastorza es todo un maestro como demuestra el dormitorio de esta casa de Berlín. Hay varias claves para acertar. Bien puedes decantarte por colores complementarios, como ha hecho aquí el interiorista, o por el mismo en distintas intensidades para sendas piezas.
Luego, la clave para que no desentone con el resto de la decoración es aplicar los colores utilizados en el resto de elementos. Puedes llevarlos mediante el papel pintado o los textiles del dormitorio, como la ropa de cama o la alfombra.
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Oda al blanco (y el dorado)
Emplear el mismo color en el cabecero y las mesitas de noche te permitirá que sean de distintos estilos y encajen a la perfección. En este dormitorio, decorado por el interiorista Alberto Torres, la mesita de noche presume de un estilo moderno caracterizado por las líneas rectas y puras, que contrastan con las líneas curvas y el clasicismo del cabecero.
El dorado de las tachuelas y de las patas de las mesitas ayudan a conseguir un mayor equilibrio y un resultado más engamado.
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Apuesta por los materiales más cálidos
Entre las tendencias más de moda para el cabecero de la cama están los cabeceros de rejilla o cannage. Su diseño puede variar desde modelos más vintage, como este, a otros más modernos. Pero, en cualquier caso, encontrarán la mejor pareja en unas mesitas de noche de madera. Todos estos elementos juntos asegurarán la calidez en el dormitorio sin renunciar al estilo.
Y combinarlo con complementos en blanco, ya sea en las paredes y en ropa de cama, será todo un acierto para acentuar su efecto cálido y crear contraste.
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A mucho color, elementos ligeros
Cuando la decoración del dormitorio se caracteriza por un estiloso abuso del color, nada como elegir algún elemento que sea más ligero. En este dormitorio decorado por Beleta Studio, el azul de las paredes y del cabecero tienen mucha fuerza decorativa, motivo por el que los interioristas se decantaron por unas mesitas de noche de estilo ligero. Sin almacenaje, con las patas en acabado dorado envejecido y la superficie de cristal, su diseño es la mejor pareja del cabecero en azul petróleo.
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Contraste en gris
Cuando el dormitorio tiene poca luz y se emplea el blanco puro tanto en las paredes como en la ropa de cama, emplear el color gris marengo tanto en la mesita de noche como en el cabecero es la opción perfecta para crear contraste.
La clave para que no resulte demasiado frío es un suelo de madera, como el de este dormitorio decorado por el equipo de Tinda's Project, así como emplear colores intermedios. Así, en este espacio, la ropa de cama en gris claro es el nexo entre el blanco puro y el gris marengo.
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A juego (pero sin abusar)
Una forma de acertar a la hora de combinar el cabecero y las mesitas de noche es elegirlos del mismo color o acabado y diseño, como en este dormitorio decorado por el interiorista Alberto Torres. Ahora, limítate a estos dos elementos. No incluyas más muebles o piezas del mismo set, ya que el efecto es de una decoración poco cuidada.
Aquí la madera de nogal de ambos elementos contrastan con el blanco de la estructura de la cama y el elegantísimo banco moderno que decora los pies de la cama.