El salón es una de las estancias en las que más tiempo pasamos. Por eso es importante que sea un espacio cómodo, agradable, sereno y a tu gusto. Pero al decorar el salón es normal cometer ciertos errores que afean su estilo, especialmente si queremos hacerlo rápido.
Por eso, lo más adecuado es pensar con mimo en cada elemento que vayas a añadir a tu salón, yendo de lo más grande (los sofás) a lo más pequeño (detalles como los textiles o los adornos). Repasamos cuáles son los errores más habituales y te damos una solución para que les pongas remedio. ¡Vamos allá!
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1. Todos los textiles a juego
Esta tendencia, que se llevaba hace años, ahora solo desprende un estilo pasado de moda. Cojines a juego con las sillas del salón, las cortinas o la tapicería de la butaca dan una sensación demasiado empastada.
Lo ideal es que elijas tonos suaves y añadas pinceladas de colores más potentes y llamativos, como granate, azul o mostaza. Si quieres añadir más de una tonalidad, asegúrate de que los colores sean complementarios. Si empleas una base neutra, como beige, blanco o gris suave, acertarás seguro. ¿Otra opción? Incluir en los textiles un color en distintas intensidades.
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2. Obviar la distribución
Es uno de los factores que hará que tu salón sea realmente confortable. No puedes colocar los muebles de cualquier manera, sino que deberás tener en cuenta diversos elementos. La ubicación de puertas y ventanas o si el espacio está abierto al comedor y a la cocina son fundamentales para una cómoda distribución del salón. Así, es importante que no impidas el paso de la luz poniendo el sofá delante de la ventana, especialmente si el espacio es pequeño. Asimismo, has de garantizar que el paso es cómodo. Haz pruebas antes de decidirte por una distribución.
Si el salón comparte la estancia con la cocina o el comedor, puedes usar el sofá como divisor de ambientes. Otros elementos que te ayudarán son las alfombras y la iluminación.
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3. Pasarse con los adornos
Un exceso de cuadros, figuritas y fotografías puede provocar la sensación de que tu salón es mucho más pequeño de lo que en realidad es. Evita saturar la decoración con demasiados adornos. Si quieres mayor amplitud y un espacio sereno y de buen gusto selecciona esos adornos que encajen contigo, pero también con el estilo del estar.
Evita también llenar las paredes de cuadros. Es mejor añadir dos cuadros que cubrir por completo las paredes. Asimismo, asegúrate de que hay un hilo conductor, ya sea el estilo, materiales o el color. En las estanterías, trata de encontrar el equilibrio, colocando un tercio de libros, un tercio con adornos o plantas y dejando el último tercio liberado.
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4. Dejar las paredes desnudas
Una cosa es no saturar las paredes con cuadros y otra muy diferente dejarlas completamente desnudas, lo que podría provocar la sensación de un salón con una decoración descuidada. Lo ideal es que elijas las paredes más visibles y coloques un gran cuadro acorde con el tamaño de la estancia. Por ejemplo, si tienes chimenea, esa pared será perfecta para colocar una obra de arte. Lo mismo con la pared del comedor.
5. Olvidarse de la alfombra
Uno de los elementos que sumará calidez a tu salón es la presencia de una alfombra. Pero no vale cualquiera. Tendrás que elegir un modelo que encaje con el espacio. Así, lo ideal es que las patas del sofá queden un poco por encima de la alfombra y tenga la misma longitud que el sofá, pero acoja también las butacas (o al menos las patas delanteras).
En cuanto al color y el estilo, apuesta por una alfombra de un color suave, que aporte luminosidad y no comprometa la amplitud.
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6. Unas cortinas demasiado largas (o cortas)
El largo de las cortinas es fundamental a la hora de conseguir una decoración equilibrada en el salón. Evita que arrastren demasiado en el suelo. Lo más adecuado es que se apoyen ligeramente en el suelo, de manera que el efecto sea decorativo. De igual modo, tendrás que evitar también que las cortinas queden demasiado cortas o la decoración quedará descuidada.
¿Lo más adecuado? Medir siempre bien antes de elegir el largo de las cortinas. Si son confeccionadas por profesionales, lo ideal es que tomen ellos las medidas; pero si vas a coser tú el largo de las cortinas, antes de hacerlo de manera definitiva haz un sobrehilado primero y comprueba que el largo es el deseado.
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7. Abusar de ciertos acabados
Demasiada madera, demasiado mármol, demasiado dorado o demasiados espejos pueden hacer que la decoración quede recargada. No abuses de estos acabados si quieres un salón elegante y en el que prime la serenidad. Lo mejor es que combines distintos materiales y acabados de manera equilibrada. Así, la madera se entenderá a la perfección con un mueble a medida en blanco. Más aún si añades algún detalle en negro.
Si quieres añadir mármol, puedes hacerlo en el sobre de la mesa de centro; y el dorado quedará genial en la estructura de una mesa de centro o el marco de un espejo.
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8. Unos muebles demasiado pesados
Uno de los elementos que marcarán la decoración de tu salón son los muebles que elijas para su decoración. En primer lugar, evita los sets en los que todo combina. También huye de maderas demasiado oscuras, especialmente si el salón es pequeño y hay ausencia de luz natural. Una buena opción es decantarse por maderas claras o muebles de obra, reducirás el ruido visual y el espacio parecerá más amplio.
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9. Olvidarse de la luz
Y no hablamos solo de la luz natural, que también es muy importante, sino de las lámparas que harán que tu salón sea acogedor y agradable. Así tendrás que tener en cuenta no solo la luz general que conseguirás con una lámpara de techo, sino que tendrás que garantizar una luz ambiental. ¿Cómo conseguirla? Añade una lámpara de pie junto al sofá que aporte una luz puntual y de ambiente. El mismo efecto creará una lámpara de sobremesa. Incluso, puedes decantarte por una luminaria tipo flexo, con la que puedas dirigir la luz hacia donde quieras.
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