Los secretos de dos organizadoras profesionales para mantener la casa en perfecto orden

Un buen propósito habitual es el de mantener a raya el orden en casa, aunque, por desgracia, no siempre es un reto que se logra superar con éxito. Pero que no cunda el pánico, porque estos secretos de dos organizadoras profesionales son infalibles. Hemos hablado con Oihane Cantabrana, de Ordenatrix (ordenatrix.com) y autora del libro 'Ordénate la vida' y Maite Albañil, directora de la empresa de organización para el hogar Particular Home Planners (www.particularhomeplanners.com).

Especialmente exigente es mantener el orden en los espacios abiertos donde las estancias quedan expuestas visualmente, como en la propuesta, una reforma de Destudio Arquitectura donde la cocina puede observarse desde el salón, tras la gran cristalera.

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¿Cuál es la clave principal para mantener la casa siempre ordenada?

Ambas expertas coinciden en que lo más importante es que cada objeto tenga un sitio claramente definido.

Oihane, relata que “si las cosas no tienen un espacio concreto donde ser guardadas, van a ir por casa dando vueltas como una noria o en el peor de los casos sepultada por otras cosas y olvidada. Si tú sabes donde tienes cada cosa, solo la pereza y la falta de hábito puede hacer que el desorden aparezca”.

Maite añade que “en casa, cada cosa debe de tener su lugar, pero atención, un lugar con sentido práctico. Un ejemplo super sencillo sería que el objeto esté cerca de donde suelo necesitarlo. Si cada vez que necesito las tijeras debo cruzarme el piso para ir a buscarlas, me va a llevar más tiempo, esfuerzo y distracciones que si las tuviera en el cajón de al lado”. Por ejemplo, si te apasionan los DIY un buen lugar para dejarlas es en el rincón de las manualidades.

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Evitar la acumulación

Oihane quiere recordar que cuantas menos cosas tenemos, de menos cosas somos responsables y, por tanto, menos tareas nos ponemos. Lo que se traduce en un día a día más simple y sencillo.

Y afirma: “Para mí, quien sea capaz de no vivir en acumulación serán quienes más cerca estén de una vida plena. Dejar de buscar o cuidar los miles de objetos que están en casa metidos, para dejar espacio y por tanto tiempo libre para hacer lo que realmente nos llena es la mejor elección posible”.

Un lugar habitual que almacena un gran porcentaje de prendas que no usamos es el armario ropero (este es de Leroy Merlin), lo que dificulta mantenerlo en orden.

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El desafío del orden en casa, ¿es más fácil la teoría que la práctica?

Maite considera que los problemas con el orden pueden ser debidos a estos tres motivos:

• Hay personas que no tienen visión espacial y no saben “administrar” el espacio. Les cuesta optimizarlo o adecuarlo a sus necesidades, les cuesta sacarle el partido necesario.  En este caso es importante que piensen muy bien qué necesitan que les de ese lugar (almacenaje, accesibilidad, paz visual, confort, etc.) y que busquen ideas consultando en revistas, a amistades, en las redes sociales o en espacios muy parecidos, para llevarlas a cabo en el suyo.

• En segundo lugar, hay a personas a las que les cuesta idear un sistema de orden sencillo, práctico y eficiente. Suelen ser personas que tienden a la dispersión, tanto en el discurso como en sus tareas. Para ellas, quizá el mejor consejo es ceñirse a la practicidad sin olvidar nunca el objetivo de la simplicidad, es decir, mantener el foco. Un ejemplo muy sencillo del que ya hemos hablado en otros artículos, en el armario, mantendremos siempre las piezas del mismo tipo juntas (pantalones con pantalones y blusas con blusas) y dentro de cada tipo, unimos las de igual color. Aquí, las premisas deben ser muy simples, muy lógicas.

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• Y el tercer motivo es que dé pereza ordenar o poner cada cosa en su lugar. En este caso, lo primordial es establecer sistemas esencialmente prácticos, como ubicar cada cosa en la habitación en la que la necesite. Entonces, volviendo al ejemplo de las tijeras. Si normalmente las necesito en el escritorio y a veces en la sala de estar, creo conveniente que en ese caso haya dos tijeras, una en el cajón del escritorio y otra en un cajón o una cajita en la sala.

“En todos los casos, ya sea los que acabamos de describir o para aquellos que no tengan el tiempo, contratar un servicio de home planner [un organizador de espacios domésticos profesional] es una muy buena primera opción, ya que los profesionales podremos diseñar un sistema personalizado que se ajuste a las necesidades de cada casa, que luego será mucho más fácil de mantener para los que vivan en ella”, aconseja la directora de Particular Home Planners.

En la propuesta vemos la reforma emprendida por Alameda Estudi de un piso en Girona en el que todo está en perfecto orden.

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Dificultades más frecuentes en las casas

Oihane, organizadora profesional, reconoce que uno de los problemas más habituales con los que suele lidiar en su faceta labroal es que sus clientes se sientan bloqueados a la hora de deshacerse de cosas que no usan. ¿Por qué? Bien porque creen que tiene valor económico (si realmente lo tuviera se podría vender sin problema y el mercado lo compraría) o bien porque creen que si nos deshacemos de ese objeto van a sentir su falta o un vacío.

“La realidad es que, en la mayoría de los casos, deshacerse de esos objetos que ya no utilizamos lo que genera en nosotros es un placentero sentimiento de liberación. Nos empodera y nos hace sentir dueños de nuestra vida y no ser nosotros dueños de nuestras cosas”, destaca la experta.

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Contenedores y organizadores infalibles

Dos espacios suelen llevarse la palma del desorden, la cocina y los dormitorios. Así que Oihane recomienda elementos para lograr que no se apodere el caos.

En la cocina, sin duda, hay que apostar por los botes transparentes y las cajas de plástico con asa y sin tapa para meter todos los alimentos que vienen en bolsitas o paquetes de papel.

Mientras que para el dormitorio, si tienes canapé, se puede aprovechar su capacidad de almacenaje metiendo en él cajas que dividan el espacio en subespacios y que cada uno contenga una familia (sábanas, ropa de fuera de temporada, perchas extra, maletas, etc.). Además, si en tu armario vestidor hay muchas baldas una buena opción para aprovechar ese espacio para ropa es colocar encima cajas de tela con asa y sin tapa, para poder llenarlas con prendas dobladas en vertical.

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En la época navideña

Durante las fiestas cambian las rutinas diarias, los hijos disfrutan de vacaciones, se recibe mucho en casa… ¿es más complicado mantener el orden? 

Maite considera que, generalmente, cuando los niños son pequeños es más difícil. También porque “durante las Navidades entran nuevas cosas, son épocas de regalos a los que luego hay que encontrarles un lugar en casa, recibimos a más gente en casa, cocinamos más y para más personas. Creo que en general la Navidad no es la época más propicia para ‘el orden natural’, por así decirlo. De hecho, hay mucha gente que comenta que tienen ganas de volver a la rutina cuando las fiestas están avanzadas”.

Resulta muy interesante por final de año aprovechar para hacer el ritual ‘Oosouji’, una gran limpieza. De esa manera, se entiende que se empieza el año sin cargas del pasado, preparados para lo que viene.

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Cuando todo falla

Entonces es el momento de mejorar la planificación del espacio. Maite afirma: “de ahí el trabajo de un organizados profesional. Analizar el espacio y las necesidades de la familia para adecuar el primero al segundo. Siempre digo que el espacio debe servirte a ti y no tú al espacio. Para eso hay que replantear de cero el espacio y abrirte a otras perspectivas para general posibles nuevos usos”.

A veces eso implica cambiar unos muebles de sitio, otras, cambiar el uso de habitaciones y en otros casos, aunque pocos, hasta emprender obras y tirar tabiques. Todo depende qué se necesita y hasta dónde se quiere llegar.

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Pero ¿el hábito del orden se adquiere si no se tiene?

Maite está convencida de que sí, con disciplina es un hábito que se adquiere, como casi todo. Además, “teniendo ya una casa correctamente organizada resulta muy fácil mantener el orden. Insisto en que tener una casa correctamente organizada significa que esa organización está diseñada para ti, para las personas que viven en ese espacio, y que sirven a sus necesidades concretas y a sus propias dinámicas en ese momento de sus vidas”.

De ahí, si aprendemos a dejar cada cosa en su lugar, y no nos desmadramos con las compras (es decir, con los nuevos objetos que entren en casa) todo estará bajo control durante un largo tiempo.

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El orden, altamente recomendable

“El orden en el hogar, o más bien, en las personas tiene muchísimos beneficios, pero el más importante y que no se ve es el ambiente de bienestar que se crea. A efectos prácticos lo primero que ahorramos cuando ordenamos la casa es tiempo”, destaca Oihane. Dejamos de perder minutos cada día buscando cosas y directamente nos dirigimos en cada momento a coger lo que necesitamos.

Además, cuando sabes todo lo que tienes y dónde lo tienes, dejas de comprar cosas por duplicado y de malgastar tu dinero. Cuando eres consciente de cuántos peladores de patatas tienes realmente o de cuántos pantalones, muy probablemente ahorres varios cientos de euros en los próximos meses en compras.

Pero más allá de lo práctico, vivir en una casa ordenada crea una armonía invisible que tiene muchos beneficios emocionales. Por el contrario, sobre todo en los casos en que en casa vive más de una persona, el desorden genera discusiones y malestar fácilmente evitable.

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