10 errores que debes evitar al decorar tu casa en Navidad

Ahora que ya ha comenzado el último mes del año podemos decir que es el momento de decorar la casa para vivir la Navidad. En este sentido hay muchos tipos de personas, desde los que se ilusionan mucho y disfrutan adornando cada rincón de la casa, hasta los que son más bien sobrios y no ponen apenas detalles navideños.

Sea como sea, estos son algunos de los errores que merece la pena evitar para conseguir que nuestro hogar brille con luz propia en esta época mágica.

1. Caer en el exceso

Hay muchas formas de caer en el exceso en Navidad. El consumismo navideño nos acecha y nos empuja a comprar más de la cuenta, y eso se extiende a todas las facetas de nuestra vida, desde la comida de fiesta, hasta la ropa, los regalos o la decoración navideña.

Por eso, antes de empezar a vestir nuestra casa de Navidad, es buena idea revisar los adornos y complementos que tenemos de años pasados. De esta forma evitaremos comprar cosas repetidas y pondremos en orden lo que ya tenemos. Desecha aquellos elementos que estén rotos y haz una valoración razonable de lo que necesitas comprar. Ten en cuenta que, cuantos más adornos y elementos decorativos compres, más tendrás que almacenar cuando la Navidad toque a su fin.

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2. Limitarse a decorar en rojo y verde

Sabemos que el rojo y el verde son los colores navideños más tradicionales, y no por ello hemos de desterrarlos completamente de nuestra casa, pero limitarnos a decorarlo todo solo con este dúo cromático puede resultar aburrido y demasiado típico. ¿Qué te parece si este año le das una oportunidad a nuevos colores? Puedes buscar, por ejemplo, la originalidad de los tonos pastel. O apostar por colores como el fucsia, el naranja o el morado en una explosión multicolor, siempre con moderación.

Un consejo: si tu estilo decorativo es el minimalismo y quieres una decoración navideña elegante y sobria apuesta por una combinación de colores con el blanco como protagonista y acompáñalo con toques de oro y plata.

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3. Dejarse llevar por mezclas imposibles

Nos encanta el eclecticismo, también en Navidad, pero está claro que todo tiene un límite. A veces, en una época tan brillante y vistosa, nos dejamos arrastrar y mezclamos en exceso. Olvidamos que el eclecticismo, para triunfar, ha de estar bien escogido.

Ya sabemos que la mezcla tiene sus riesgos y, en lo que a la decoración navideña se refiere, es importante no combinar temas muy diferentes, o paletas de color que tengan poco que ver entre sí. Nos gusta la mezcla, pero con armonía.

Por ejemplo, si has elegido el blanco y los pasajes nevados como línea decorativa en tu salón, no añadas estampados de cuadros en rojo y verde. Mejor acompaña al blanco de algún toque en plata o en oro, siempre con moderación. Elegir un solo patrón decorativo te ayudará a acertar.

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4. Utilizar elementos falsos poco realistas

A la hora de decorar la casa por Navidad, a veces cometemos el error de elegir adornos, coronas, guirnaldas y otros elementos vegetales de aspecto falso y poco realista.

Lo cierto es que no siempre podemos recoger adornos naturales para decorar la casa en Navidad, como ramas del bosque, piñas, etc. Sin embargo, existen adornos falsos con un aspecto muy realista y decorativo. Pueden resultar algo más caros, pero es preferible invertir en pocos adornos bonitos y de apariencia realista, que comprar piezas falsas baratas que desmerecen el resultado final.

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5. Pasarse con el lujo

Hay muchas decoraciones navideñas diferentes y, cada una de ellas, refleja la personalidad de aquel que la elige. Si la Navidad más nórdica, blanca y natural, te deja un poco indiferente puedes apostar por otro tipo de ambientaciones, más lujosas y brillantes, con toques luminosos de dorado y plateado.

Eso sí, es importante que seas moderado y cuidadoso a la hora de elegir estos elementos ya que, si te pasas, el resultado puede ser demasiado recargado. Combina los detalles brillantes y glamourosos con otros naturales que aporten calidez y hagan los espacios más acogedores.

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6. No darle al árbol de Navidad la importancia que merece

El árbol de Navidad es el auténtico protagonista de la decoración en esta época del año. Por eso, es importante saber elegirlo para darle relevancia que debe tener. A la hora de comprar el árbol de Navidad, este ha de tener el tamaño adecuado: ni demasiado grande para tu salón, ni tan pequeño que pase inadvertido.

Además, es importante colocarlo en el lugar adecuado, de forma que no quede arrinconado ni tampoco en el medio del salón, donde puede estorbar y entorpecer la circulación.

También es importante elegir, en la medida de lo posible, un árbol cuya apariencia sea realista y natural. Merece la pena invertir en el árbol de Navidad, ya que es un elemento que reutilizarás durante muchos años.

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7. No decorar el árbol en el orden correcto

Para lograr el mejor resultado hay que hacer las cosas bien, guardando un cierto orden durante el proceso. El primer paso consiste en montar el árbol y devolverles a las ramas la forma más natural. Después de estar todo un año aplastado y metido en una caja, tu árbol necesita que lo abras, que le des forma a las ramas para dejarlas lo más bonitas y naturales posible.

Seguidamente tendrás que decorarlo y, en este punto, es importante seguir un orden lógico: se deben poner primero las guirnaldas de luces (comprueba antes que funcionan correctamente), y después se van colocando los adornos de forma que queden repartidos por todo el abeto.

Un error que se suele cometer es dejar el soporte del árbol a la vista. Para taparlo no es necesario comprar un faldón de tela o un cubrepiés. Puedes colocar una tela de saco o poner regalos que decoren y oculten el pie del árbol.

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8. Recargar demasiado la mesa de celebración

Un centro de mesa, detalles decorativos, tarjetas para marcar el sitio en el que ha de sentarse cada comensal, velas para poner un toque de luz, varias copas y cubiertos, etc. Si te descuidas la mesa de fiesta puede terminar abarrotada de elementos y, al final, la comida podría resultar incómoda.

En estos casos conviene elegir una decoración sencilla, con pocos elementos que aporten, eso sí, un toque elegante y festivo. Para empezar, prescinde de los centros de mesa demasiado grandes y altos. Resultan molestos y empeoran la comunicación entre los comensales. Como en casi todos los aspectos de la decoración navideña, la moderación es la clave para acertar.

Un consejo: elegir una cubertería dorada es una forma genial de decorar una mesa de Navidad. No ocupa sitio y añade glamour y elegancia a raudales.

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9. Poner luces de colores brillantes

Un error que se suele cometer con bastante frecuencia a la hora de iluminar la casa en Navidad es apostar por luces muy llamativas e intensas en un blanco frío o multicolores. Más allá de los gustos personales, debemos elegir luces cálidas, de tono neutro o ligeramente amarillo. Son mucho más acogedoras y nos ayudan a crear una atmósfera más confortable y también resultan más elegantes.

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10. Decorar solamente el salón

Si limitas la decoración navideña únicamente al salón, estarás perdiendo la oportunidad de añadir brillo y calidez al resto de la casa. Deja que el espíritu decorativo de la Navidad se extienda por todos los espacios, comenzando por el recibidor y terminando en el cuarto de los más pequeños.

En la entrada de casa no puede faltar un detalle de recibimiento para los invitados, como una corona navideña en la puerta, por ejemplo. Ve añadiendo pequeños detalles por todas las estancias. Un conjunto de velas sobre una mesa, unos adornos en la estantería, una flor de Pascua en una mesa auxiliar, etc. Todo suma estilo al conjunto global.

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