Si de todos los colores del espectro, tuviéramos que elegir uno con garantías de éxito, ése sería, sin duda, el blanco. Además de aportar luminosidad y amplitud, combina con todos los colores y con cualquier estilo decorativo, es atemporal y contribuye a crear espacios serenos, tranquilos y elegantes. En su contra, dicen que puede resultar frío y anodino, pero lo cierto es que no tiene por qué ser así. La clave está en jugar con diferentes matices y texturas que rompan esa sensación de austeridad y contribuyan a crear interiores acogedores y dinámicos. Porque ya se trate de ambientes decorados a partir de una base neutra a la que después se añadieron pinceladas de color, como de decoraciones “total white” que tanto se llevan esta temporada, el blanco es siempre una elección ideal para dotar de estilo a cualquier estancia de la casa.
Es una base perfecta
El blanco es el color luminoso por excelencia. Por eso, está entre los preferidos a la hora de pintar paredes y techos. Pero ¿qué blanco elegir? Como seguramente sabrás, existen muchos tonos de blanco: desde el blanco puro, sin ningún matiz de otros colores, hasta blanco roto, hueso, crema, perla, marfil… tonos que se suelen dividir en dos grandes grupos: los cálidos y los fríos.
Pintar las paredes de blanco y combinarlas con muebles del mismo color puede ser una elección de diseño de interiores elegante y atemporal, como vemos en esta propuesta de Valentine. Para evitar que el espacio se sienta plano y sin carácter, introduce una variedad de texturas en la decoración. Por ejemplo, usa cortinas de un tejido diferente, agrega cojines con patrones o texturas interesantes en los sofás, o coloca alfombras de colores y texturas diferentes en el suelo.
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Tiene mil y un matices
Amplitud, luminosidad y tranquilidad es lo que transmite este salón, con paredes y tapicerías en distintos tonos de blanco que armonizan entre sí. En líneas generales, los blancos fríos (con un toque de azul o verde) son adecuados para ambientes modernos, mientras que los cálidos, con un toque de amarillo, rosa o de marrón es más indicado para las decoraciones en casas de campo o más clásicas. En cualquier caso, lo ideal es mantener el techo en blanco puro para resaltar los tonos de blanco elegidos para las paredes. Tanto el sofá “Alessia” como las butacas “Beatrice” pertenecen a la colección de mueble tapizado de líneas suaves y redondeadas, diseñado por Alberto Torres para la firma Casantini Milano. A la vista está que, la fusión de formas orgánicas con el color blanco contribuye a crear un espacio sereno, elegante y acogedor.
Admite contrastes suaves o marcados. ¡Tú decides!
¿Por qué no animar una pared blanca con cuadros o láminas del mismo color? Para que las obras destaquen, bastará con jugar con el color de los marcos –elígelos de madera, negros o en gris oscuro–, y de los paspartús, así como agrupar varias obras en la misma composición, tal como nos propone Drimdeco en este salón. De esta forma, se logra un punto focal en la estancia. Gracias a este enfoque de simplicidad y simetría, conseguirás un look minimalista y contemporáneo.
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Con grandes trazos de color, el efecto es espectacular
Son muchas las fórmulas decorativas para romper con la sobriedad del blanco y obtener un resultado elegante, vibrante y contemporáneo. En este proyecto, el interiorista Manuel Espejo lo hizo a través de una gran obra de arte que actúa como pared de acento, además de agregar personalidad al espacio, y con complementos textiles en colores vibrantes estratégicamente repartidos por distintos puntos del salón. Las plantas en macetas y los elementos decorativos en materiales naturales son también recursos geniales para aportar vida y energía a cualquier espacio.
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El blanco también evoluciona con las modas
Los azulejos blancos de toda la vida han dado paso a superficies con texturas y relieves con las que se logran efectos tridimensionales asombrosos. Estas nuevas opciones de revestimiento, no solo aportan un toque de estilo, sino que también añaden profundidad y carácter a los espacios. Los encontrarás en una amplia variedad de diseños: desde patrones geométricos hasta formas orgánicas. Este es el modelo “Superwhite Zeta Matt”, de Keraben, en 40 x 120 cm.
Los azulejos con relieve quedan bien en cualquier estancia de la casa. Lo único que debes tener en cuenta es que, si el espacio no es demasiado grande, conviene instalarlos solo en una de las paredes. En un baño pequeño, quedarían de maravilla tanto en el espacio de la ducha o bañera, como en el frente del lavabo.
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Bien combinado, ayuda a conectar con la naturaleza
Madera, fibras vegetales y colores naturales aportan ese necesario toque de calidez que piden las decoraciones en las que predomina el color blanco. Una combinación que encaja de maravilla en interiores de estilo nórdico, rustico y bohemio. Si te gusta esta propuesta de Westwing, es tan fácil como partir de una base neutra, con paredes y las piezas más voluminosas del mobiliario en blanco, y añadir muebles de roble, pino o nogal, una alfombra de yute o sisal, y pinceladas en tonos tierra, verdes o azules.
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Es genial para crear atmósferas serenas
El blanco es también la elección de color más clásica para vestir la cama. Y ya no solo por su capacidad de dotar a la decoración de un aire delicado y sofisticado (especialmente si se trata de textiles de algodón tan cuidados como estos de la firma French Bedroom), sino también porque transmite la calma y serenidad que requiere un espacio de descanso. Además, la ropa de cama blanca proporciona un lienzo neutro para agregar toques de color a través de almohadas decorativas, mantas o colchas… Recuerda: ¡va bien con todo!
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Funciona con todas las propuestas decorativas
Sea cuál sea el estilo de tu casa, el blanco le va. Y esa versatilidad es su mayor mayor virtud, ya que el look que logra dependerá en gran medida de con qué otros elementos se combine. Es un color capaz de añadir una elegancia atemporal a los espacios clásicos o aportar una sensación de frescura y amplitud en ambientes de vanguardia como vemos en este salón de la firma Furniture And Choice. Se adapta y realza, un auténtico camaleón de la decoración.
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Su innegable elegancia es otra buena razón
Si además quieres darle un punto sofisticado, combínalo con delicadas pinceladas negras y contrapuntos cromáticos de color rojo que pongan un toque de vitalidad y pasión. Así lo hizo Verónica Montijano en el restaurante "Muttard" de Casa Decor y recreó una atmósfera de lo más cautivadora.
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Y se complementa con una amplia variedad de patrones
¡Incluidos los geométricos! El blanco actúa también como un lienzo perfecto para realzar y equilibrar los patrones geométricos, ya que les permite brillar sin competir con ellos, a la vez que que agrega un toque de elegancia y luminosidad a la decoración. Y si no, basta con ver este salón, decorado con un mural de la firma Les Dominotiers, en Pepe Peñalver.