Los armarios a medida no solo solucionan las necesidades de almacenaje en una casa, sino que dan continuidad a los espacios, ocultan elementos poco vistosos y se pueden convertir en lo que imagines que necesitas. Esta casa, ubicada en un edificio de la década de los 60, es un ejemplo de cómo una buena planificación a través de mobiliario a medida y los paneles correderos puede transformarlo todo.
Una casa de concepto abierto
Cristina Vílchez y Mireia Uriarte son las fundadoras del estudio de arquitectura e interiorismo Vílchez Uriarte de Madrid, artífices de este proyecto. Ellas se encargaron de la reforma integral de esta vivienda con la que pretendían adaptar un esquema anticuado a la nueva forma de vivir y concebir las casas hoy. La idea era crear "un espacio continuo y fluido, utilizando un muro de roble como telón de fondo para incorporar el resto de los elementos funcionales como estanterías, parte de la cocina, armarios y mueble de televisión", explican ellas mismas. Esta es la imagen del salón, con el comedor adosado a la isla de la cocina y ese telón de roble que es un gran armario a medida con muchas sorpresas. El estilismo lo firma Cristina Rodríguez Goitia.
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En la zona de estar, el mueble a medida oculta el televisor
En esta parte de la casa, el mueble a medida oculta el televisor. Son dos puertas correderas las encargadas de dejarlo a la vista u ocultarlo. Ese panelado de roble, con las puertas cerradas, se interrumpe con dos hornacinas metálicas lacadas en negro (que, además, incorporan iluminación indirecta).
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Una zona de estar decorada en neutros y negro
En la zona de estar se opta por los tonos neutros en las tapicerías de los asientos, con detalles en negro que contrastan sin restar luminosidad. Si el mobiliario a medida panelado en madera aporta carácter y personalidad, además hay otras piezas especiales como la mesa de centro y las butacas, de Rue vintage 74.
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Ambientes que conviven y quedan enmarcados por los armarios
"Esta es una vivienda de concepto diáfano donde los espacios conviven entre sí sin divisiones fijas, pero con cierres flexibles para dar privacidad cuando es necesario. Por ejemplo, la cocina tiene posibilidad de abrirse o cerrarse al hall", detallan las arquitectas de Vílchez | Uriarte Arquitectura e Interiorismo. Esta es la apariencia de la zona de día, enmarcada por los panelados de roble, con los armarios alrededor de los ambientes de cocina, comedor y salón. Arreglos florales de Sakura Atelier.
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El paso desde la zona de día a las habitaciones
Esta es otra de las soluciones que aporta el mobiliario a medida ideado por el estudio Vílchez | Uriarte. Un panel que abre el paso desde la zona de día al área de descanso. Aquí es donde comienza el espacio privado de la vivienda. El detalle del tirador integrado en negro crea una línea de continuidad en todo el frente.
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Una cocina que se prolonga en el comedor
La cocina queda abierta y es lo primero que recibe al visitante una vez que atraviesa el recibidor (que se ve al fondo, al otro lado de la puerta corredera en madera). "Al entrar a la vivienda se ha querido dar importancia al recibidor con un revestimiento de madera en paredes y techo", indican las arquitectas. En esa zona de la casa, además del recibidor, se encuentra el aseo de cortesía y un acceso al despacho. La cocina se organiza con un lineal de muebles en tono topo claro, con la zona de trabajo. Queda rematada junto al estar por una librería abierta en negro. Al fondo, un frente en madera que integra los electrodomésticos. Y en el centro, la isla en piedra, que amplía la superficie de trabajo y se convierte en barra con taburetes. A ella se adosa la zona de comedor con una mesa de idéntico acabado en el sobre con estructura de madera y sillas recuperadas. Son piezas que se encontraban en la vivienda antes de la reforma y han sido restauradas." Se les ha dado un look actual lacándolas en negro y tapizando los asientos con la misma tela de Estudio Bañón utilizada en los taburetes de la cocina", explican las responsables del proyecto.
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El aseo de cortesía
El aseo de cortesía destaca con un atrevido papel pintado floral en las paredes. Es de la firma Morris & Co. y le aporta mucha personalidad y carácter al espacio. El lavabo de piedra cuenta con un zócalo que protege el papel de las salpicaduras. Se completa el espacio con una cálida y confortable moqueta de fibras naturales.
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La zona de descanso de la vivienda
En el acceso a la zona de descanso a través del panel de la pared panelada en roble del salón-comedor y cocina se diseña un armario con frentes lisos en color blanco y una hornacina de apoyo en madera en el centro. Para los ambientes de este espacio se escogió una paleta de tonalidades neutras, con predominio de carpinterías lacadas en blanco. Al fondo se aprecia el papel pintado de rayas muy finas en blanco y negro escogido para darle movimiento al ambiente.
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Un mural paisajístico en el dormitorio principal
Los tonos que decoran el dormitorio principal son neutros, con detalles en madera y esas pinceladas en color negro que actualizan y aportan elegancia. Se buscaba una combinación que aportara paz y calma al espacio dedicado al descanso. "El volumen y la profundidad se consigue a través de las diferentes texturas utilizadas en los textiles de fibra natural y el mural en blanco y negro del cabecero", aportan Cristina Vílchez y Mireia Uriarte.
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El cuarto de baño principal
Luminoso por el predominio de revestimientos claros (aunque no blancos), con texturas diferentes, gracias a los distintos acabados usados en el suelo y en las paredes. Baldosas con veta más marcada y menos y mosaico hexagonal en la pared de la bañera en las mismas tonalidades blanco y gris. Solo destaca el mueble del lavabo en madera con frentes lisos y de palillería con pequeños tiradores en negro.
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