Comprar una casa para reformarla parece una buena idea porque con la obra se actualiza y define el estilo deseado. Además, se adecúa a las necesidades. Pero, a veces, no solo basta esto. ¿Tiene contras comprar para reformar? De ellos y de revelarnos cada detalle se encarga una experta en la materia como es la arquitecta y fundadora de Yeyé Estudio, Paula Mena, más que acostumbrada a estos menesteres.
¿Por qué es necesario un profesional que sepa de lo que hablar al comprar una casa con idea de reformarla?
Hemos querido preguntar a Paula Mena, acostumbrada a prestar ayuda a muchos clientes que se quieren convertir en propietarios, pero no saben por dónde deben empezar a buscar casa ni qué deben buscar. Al comprar una casa para reformarla también es importante saber en qué fijarse porque una casa con este objetivo debe tener unas condiciones. ¿Imaginas comprar una casa pensando en reformarla, en cómo será, y que luego no puedas llevar a cabo los cambios deseados? "Yo ayudo a personas a encontrar la casa de sus sueños a través de un safari inmobiliario para descubrir las joyas escondidas que otros no ven", define Paula Mena, al frente de Yeyé Estudio (https://www.yeyestudio.com). Ella es esa profesional que acompaña para ver el potencial que tiene un espacio antes de comprarlo. Este comedor con la cocina abierta al fondo, es de un proyecto llevado a cabo por Marta Estarriol Interiorisme.
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¿Cuáles son los pros de comprar una casa para reformarla? En primer lugar: precio
El primero es el precio. "La principal ventaja es el precio. Una vivienda para reformar es en torno a un 28% más barata que viviendas reformadas o en buen estado. La realidad del mercado inmobiliario en las grandes ciudades, y sobre todo en Madrid, es que la mayoría de las viviendas son de segunda mano, por lo tanto, están muy desfasadas en cuanto a materiales e instalaciones, y las viviendas de nueva construcción son muy escasas, por lo que los precios se disparan", detalla Paula Mena. Esta es la cocina ya reformada de uno de los proyectos llevados a cabo por Yeyé Estudio.
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A favor: la elección de cada uno de los materiales y acabados
"Cuando reformamos una vivienda, lo hacemos siendo conscientes de las calidades que elegimos para cada uno de los materiales. Y hay que tener en cuenta que muchas de esas viviendas reformadas están pensadas para generar el mayor porcentaje de beneficio, por lo que las calidades en general no suelen ser las mejores. Y no solo eso, decidimos también, qué es lo importante para nosotros a la hora de hacer la reforma", nos aclara la arquitecta Paula Mena. En su estudio hacen reformas integrales, incidiendo especialmente en el aislamiento y la calidad de las ventanas, así como las instalaciones para mejorar las condiciones de confort del hogar. Esto es algo que debería ser primordial y en muchas construcciones, no lo es. Proyecto de Studio Lyon Szot.
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El tercer pro de comprar para reformar: personalizar
"Y lo menos tangible quizá, pero para mí lo más importante, es crear un espacio que te represente, al igual que pensamos qué ropa ponernos, qué música escuchar, qué cuadros nos gustan… ¡Qué menos que la vivienda donde vas a invertir los ahorros de toda tu vida, te represente de la misma manera!", indica la fundadora de Yeyé Estudio. Se trata como pro de comprar para reformar de crear un espacio pensado por y para la persona que vivirá. Proyecto ideado por Estudio Anabel Soria.
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Y si hablamos de contras o desventajas…
¿Existen en una operación como comprar para reformar? ¿Son de considerable atención? Está claro que siempre hay ventajas y desventajas y hemos querido conocer cuáles conlleva esta situación que planteamos. Comenzar una reforma es un proceso intenso. Lo será menos si confías en la empresa adecuada para llevarla a cabo, pero siempre es un proceso al que se le tiene respeto cuando no se está "metido" en el mundillo. Los tres principales contras que destaca Paula Mena son los siguientes. En esta imagen, una zona de recibidor con paso a la cocina, decorada por RQH Studio.
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Contra: una inversión inicial importante
"El punto más negativo de comprar una vivienda para reformar es que, evidentemente, la inversión inicial es mayor", señala la arquitecta y fundadora de Yeyé Estudio. No solo hay que afrontar los gastos derivados de la compra del inmueble (entrada, ITP, gastos de gestoría, tasación…) sino también la reforma. La cantidad de ahorros a desembolsar los primeros meses de la compra del inmueble es mayor. "Pero cada vez más bancos empiezan a poner facilidades para incluir de algún modo la reforma en la hipoteca, ya que la realidad es que la mayoría de las viviendas requieren esa reforma de forma casi obligatoria", aporta Paula Mena. Proyecto de cocina con isla abierta al salón-comedor, diseñado por Caliza Estudio con estilismo de Pilar Perea.
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El tiempo de la obra es otra desventaja
Otro punto a tener en cuenta cuando se compra para reformar es el tiempo. "Mientras que la compra del inmueble reformado o para entrar a vivir supone 2 meses desde la firma de arras hasta la firma ante notario, comprar para reformar implica esperar otros 4 meses aproximadamente si se trata de una reforma integral", detalla Paula Mena. En este dormitorio, los textiles son de Pepe Peñalver.
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Comprar para reformar: saber en qué fijarse
Otra desventaja de comprar para reformar que no suele tenerse en cuenta es que no todo se puede hacer. Y cuando se busca una vivienda con ojo experto, se sabe si es posible comunicar ambientes, abrir la cocina, ampliar una estancia, modificar la ubicación de los baños para que la distribución tenga mayor funcionalidad, abrir vanos, hacer más amplias las ventanas… Detalles que harán que esa casa que se visita pueda transformarse como gustaría. Es decir, no vale pensar que compro una casa y podré hacer lo que quiero. Hay que adelantarse. Puede tratarse de un piso muy compartimentado y hay que tener la certeza de que se podrá modificar la ubicación de la tabiquería, por ejemplo. Proyecto de Kinze Studio.
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Un contra que no se ve: el miedo a lo desconocido
Y por último, y probablemente el que más miedo puede causar a la mayoría de los futuros compradores es la gestión. "Si ya es extremadamente estresante y frustrante la búsqueda de la vivienda, la solicitud y negociación de la hipoteca y preparar todo el papeleo que supone la firma de la compra venta, ¿le sumamos la reforma? Llevar a cabo un proyecto de reforma es elegir los materiales y pelear presupuestos con constructoras y después estar encima de obreros y trabajadores para que todo salga según lo acordado, sin sorpresas de presupuestos ni retrasos incontrolados", concluye Paula Mena. Esto supone mucho estrés. Ese miedo a la gestión, que puede convertirse en un contra a la hora de comprar para reformar, se soluciona con la contratación de un servicio integral, como el que lleva a cabo la arquitecta consultada, "para facilitar al máximo la búsqueda y la reforma del hogar de cada cliente, sin que tenga que preocuparse por nada". Proyecto de Raquel González Interiorismo con estilismo de Cristina Rodríguez Goitia.
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