Suelos vinílicos: qué tipos hay y cuáles son las características de cada uno de ellos

LVT, SPC, sin PVC… Es difícil no perderse entre tanta nomenclatura. Y es que el renovado auge de los suelos vinílicos ha venido emparejado con un buen número de siglas que hacen referencia a aspectos técnicos que pueden llegar a resultar confusas. No te preocupes, en esta completa guía te detallamos todas las características de los distintos tipos de suelos vinílicos, para que aciertes con la elección del mejor para tu hogar.

El comedor y la cocina de la imagen se revisten con un suelo vinílico con apariencia de madera y apto para cualquier estancia, incluidas las zonas húmedas de la casa (baños y cocinas), ya que es 100% resistente a la humedad. En concreto RQH Studio apuesta para esta zona de día por un vinilo dispuesto a 45º, porque así agranda visualmente la estancia.

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¿Conviene instalar suelos vinílicos en casa?

La primera cuestión que queremos abordar es si resulta recomendable colocar suelos vinílicos en casa porque tradicionalmente se han asociado con aplicaciones específicas en sectores como la sanidad, la industria o los centros educativos, debido a sus características de facilidad de limpieza, seguridad frente a las caídas o estanqueidad. No obstante, en los últimos años ha habido avances tecnológicos que han permitido crear productos especialmente dirigidos al ámbito residencial. Y es que, con una apariencia que reproduce con gran fidelidad la textura y el aspecto de la madera o la piedra natural (entre muchos otros acabados), gracias a su composición sintética, estos suelos son más resistentes al desgaste, las manchas y (sobre todo) la humedad que algunos de los materiales que imitan, por no hablar de que son también bastante más económicos.

En la propuesta el pavimento pertenece a la colección ‘Trendtime 8’, de la firma Parador, y presenta un aspecto especialmente natural gracias a la ausencia de repetición de patrones y a su decorado sincronizado con la textura superficial.

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Tipos de suelos vinílicos

Esta es la pregunta del millón y la respuesta es que no existe un único tipo de pavimentos vinílicos, sino que se presentan en una gran variedad de opciones, que pueden clasificarse en función de diferentes factores, como puedan ser sus cualidades técnicas, su composición, los formatos o los sistemas de instalación.

Así, más allá de su estética, conviene saber que hay soluciones acústicas que amortiguan el ruido ambiental, modelos antideslizantes que reducen el riesgo de caídas y resbalones (especialmente útiles en ambientes húmedos), referencias que potencian el confort de la pisada, antiestáticas e incluso propuestas biofílicas para mejorar el bienestar de las personas.

En cuanto a su presentación, la tradicional en rollo se combina con propuestas modulares que son las más populares hoy día.

En la imagen, un suelo de la serie ‘Suprema’ de Altro, en acabado mineral, sin juntas vistas, que recuerda al linóleo. El muro que separa el estar del comedor se decora con un jardín vertical que aporta la nota verde.

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¿Qué son los suelos vinílicos LVT?

Una de las razones que explican el auge de los suelos vinílicos en los hogares es la popularización de soluciones vinílicas en diferentes formatos de baldosas o lamas, en función de si el diseño reproduce madera, piedra, hormigón, cerámica… Denominados suelos vinílicos LVT (por sus siglas en inglés luxury vynil tiles), estos pavimentos modulares de nueva generación integran una lámina vinílica superficial de alta calidad que, no solo reproduce con gran fidelidad cualquier diseño, sino que incluso ofrece un acabado texturizado para un aún mayor realismo.

Si bien este tipo de suelos hizo su entrada en los hogares a través de espacios como los baños y las cocinas (a los que aportaba su total resistencia frente al agua y la humedad), no han tardado en conquistar el resto de la vivienda, avalados por argumentos de durabilidad y sencillo mantenimiento, con garantías que van desde los diez años hasta algunas ‘de por vida’, según los fabricantes y el uso que se dé a los suelos. Por ejemplo, en el dormitorio de la propuesta vemos un suelo vinílico de Pergo, que ofrece garantía de por vida para sus suelos ‘Rigid Click’ en uso residencial.

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¿Y los SPC?

Siguiendo con las siglas que nos podemos encontrar a la hora de buscar un suelo vinílico para el hogar, merecen especial atención las referencias conocidas como SPC (por sus siglas en inglés de stone polymer composite).

Disponibles en lamas o losetas, los suelos vinílicos SPC se caracterizan, principalmente, porque en su núcleo mezclan polvos de origen pétreo con el PVC, de modo que dan lugar a elementos más rígidos y estables pero que, al mismo tiempo, pueden cortarse con un cutter fácilmente en obra, lo que simplifica su instalación.

La mayor estabilidad de este tipo de suelos, que permite, por ejemplo, colocar más metros sin necesidad de colocar perfiles entre los pasos de puertas, combinado con un grosor de 3, 4 o 5 mm (frente a los 7, 8, 12 mm de los laminados, el siguiente tipo de pavimento más delgado) son ventajas que respaldan su uso en reformas domésticas.

En el salón de la imagen apreciamos ‘Firmfit’, un suelo SPC de Brikte, con superficie ultramate y lamas sincronizadas con registro hasta la junta para una apariencia más real (se repite una de cada 25 lamas); tiene bisel prensado y se puede colocar sin juntas de dilatación hasta una superficie de 20 x 20 metros, gracias a su firmeza y dureza.

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Sistemas de instalación

Los suelos vinílicos LVT (recuerda: en lamas o losetas) permiten diferentes sistemas de instalación. El más popular hoy día es la colocación flotante mediante sistema clic, que no requiere ningún tipo de adhesivo y es también el más fácil de desmontar, en caso necesario. Por supuesto, también se pueden colocar encolados al suelo, lo que presenta las ventajas de mayor estabilidad y reducción del ruido de la pisada.

Mención aparte merece una tercera forma de instalación: la autoportante (o loose-lay), en la que las lamas (o el suelo en rollo, con el que también se utiliza) incorpora una cara posterior antideslizante que garantiza su adherencia al suelo base (generalmente, unas tiras específicas para ello), sin necesidad de adhesivo.

El de la propuesta es un vinílico LVT de la firma belga Beauflor, en concreto de su colección ‘Optima’.

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¿Son sostenibles los suelos de PVC?

Pese a sus múltiples ventajas, los suelos de PVC son productos de origen plástico, por lo que su percepción por parte de los usuarios no sería la mejor, desde un punto de vista de sostenibilidad. Conscientes de ellos, los fabricantes están realizando importantes avances en este sentido y los suelos vinílicos de hoy se realizan con elevados porcentajes de materiales reciclados, además de tener una tasa de reciclabilidad muy alta también (el policloruro de vinilo 100% virgen es completamente reciclable, por ejemplo).

Además, los nuevos sistemas de instalación, que hacen innecesario el uso de adhesivos, también constituyen una ventaja en términos de respeto medioambiental.

El vistoso suelo de la fotografía es de la firma británica Amtico, su serie ‘Signature’, con un 61% de pavimento LVT bioatribuido, es decir, fabricado con PVC sostenible procedente de biomasa, una materia prima renovable que reduce en más del 90% las emisiones de CO2, si se compara con el PVC de fabricación estándar.

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Han llegado los pavimentos vinílicos sin PVC

Cada vez son más los fabricantes que desarrollan pavimentos vinílicos de base biológica, que no contienen PVC. Es el caso, por ejemplo, de la línea ‘Soya New Generation’, de la firma alemana Hürne, basada en las semillas de soja. Se trata de una nueva gama SPC con un grosor de capa de desgaste de 0,55 milímetros. Como explican desde la firma, “la soja es biobasada, de bajas emisiones y está certificada con los sellos medioambientales alemanes más conocidos". En la imagen apreciamos su referencia ‘Piedra Heraclión’.

Estos vinilos alternativos están diseñados para reducir el impacto ambiental, mientras que ofrecen propiedades similares en términos de durabilidad, apariencia y versatilidad.

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¿Conoces los suelos vinílicos tejidos?

Con las prestaciones y la resistencia de los suelos vinílicos y un acabado superficial propio de los revestimientos textiles, las propuestas tejidas no solo son resistentes a la humedad y antideslizantes, sino también muy agradables al tacto incluso con los pies descalzos, por lo que son una excelente alternativa para espacios como los cuartos de baño (en este ambiente se reviste con Vertisolfloor, un producto certificado FloorScore por su contribución a la calidad del aire interior y testado para garantizar la inhibición del crecimiento bacteriano).

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LVT o SPC, ¿ya sabes diferenciarlos?

En definitiva, los vinílicos SPC son siempre LVT (es decir, se presentan solo en lamas o losetas) y se diferencian por su composición, pues son más rígidos que los tradicionales. Mientras que las siglas LVT hacen referencia al formato, así como al tipo de colocación.

En la propuesta, un modelo imitación madera de venta en Leroy Merlin y con instalación con sistema clic.

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