Plantas sanas y bonitas: ese es el objetivo que hemos de proponernos, tanto para las especies que tenemos en el jardín como para las que cultivamos en maceta. Y esto pasa necesariamente por elegir con acierto el sustrato en el que van a crecer. Con estas recomendaciones que repasamos a continuación sabrás cómo hacerlo.
¿Qué es el sustrato y por qué es tan importante?
Se trata, nada menos, que del soporte físico en el que crecen tus plantas. En él se desarrollan las raíces y, además de proporcionarles un buen anclaje, también les sirve como fuente de nutrientes.
Por eso elegir bien el sustrato es fundamental, ya que se trata del medio de cultivo para esas plantas que cultivamos en maceta. Ten en cuenta, además, que no todas las plantas necesitan el mismo sustrato, porque cada una tiene características propias.
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Denso pero no compacto
El sustrato es lo que sujeta la planta, por lo que debe tener la suficiente densidad para cumplir esta función. Sin embargo, tampoco es aconsejable que se compacte en exceso. Ha de ser lo bastante poroso como para que sea imposible compactarlo totalmente.
Además, ha de estar limpio de hongos y de semillas de malas hierbas que después dificulten el crecimiento de nuestras plantas.
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La retención de agua
Hay un aspecto del sustrato que es decisivo para la salud de las plantas. Debe tener una buena capacidad de retener agua, ya que de esta manera las plantas la irán absorbiendo por las raíces de forma progresiva después del riego.
Sin embargo, es clave que el sustrato tenga también un buen drenaje, de forma que no se encharque. A la inmensa mayoría de las plantas no les gusta nada que se les encharque la tierra de la maceta, ya que esto es perjudicial para las raíces. Por eso, es necesario encontrar un sustrato de calidad que retenga agua pero no en exceso.
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El pH adecuado
Esta es una de las cuestiones relevante a la hora de elegir el sustrato para las plantas. En general, el sustrato ha de tener un pH entre 5.5 y 6.5, que es el adecuado para la mayoría de las especies. Con este pH se producirán las condiciones óptimas para que las plantas puedan obtener los nutrientes que necesitan para vivir y desarrollarse.
Sin embargo, no todas las plantas son iguales ni requieren un sustrato con el mismo pH. Existen algunas especies acidófilas que necesitan un pH más ácido para vivir, que esté en torno al 4.5 o 5.0. Es el caso de las hortensias, las camelias, las azaleas o los rododendros.
¿Qué ingredientes esenciales ha de llevar un buen sustrato?
Aunque no hay una regla establecida para saberlo, porque además puede haber diferentes sustratos de calidad, sí podemos establecer determinados componentes que pueden formar parte de un buen sustrato.
- Nutrientes: cuando compras sustrato comercial has de saber que una parte del mismo está formado por abono, que suele ser de liberación rápida. Este abono, que puede ser de tipo orgánico o químico, le servirá a la planta para adquirir nutrientes para sus primeros meses de vida en la maceta.
- Turba: un componente muy común en los sustratos comerciales. Presenta una buena capacidad para retener el agua de riego, un drenaje adecuado y buena aireación.
- Corteza de pino: siempre que esté previamente compostada, es un componente que optimiza la capacidad de retención de agua, el drenaje y la aireación del sustrato.
- Perlita: es un mineral poroso de origen natural que aumenta la capacidad de aireación del sustrato y el drenaje, y evita que se compacte demasiado.
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¿Sabes lo que es la ‘capacidad de intercambio catiónico’?
Esto que parece tan enrevesado y que nos suena como si de un idioma desconocido se tratara es, sencillamente, la capacidad que tiene el sustrato de almacenar nutrientes.
Se trata de un dato, la CIC, que indica en qué medida el suelo es capaz de retener e intercambiar nutrientes. Por eso, cuando hacemos un aporte de materia orgánica al suelo del jardín o a la tierra de las macetas se produce un aumento en la CIC y mejorar considerablemente las propiedades del suelo.
Sustrato universal, ¿es siempre una buena idea?
Es el que se comercializa para todo tipo de plantas, en general. Una tierra esponjosa, con buena retención de agua, que incluye una proporción de abono, y que presenta un pH en torno al 6.0 o 6.5.
Sin embargo, existen otros muchos tipos de sustratos más adecuados para determinados tipos de plantas. Como, por ejemplo, un sustrato para plantas de flor, para estas especies que necesitan un aporte extra de nutrientes en la época de la floración.
O un sustrato para el huerto, que fortalece aquellas plantas que requieren de nutrientes ya que han de dar fruto. Este tipo de sustratos para plantas de huerto, más que abonos químicos, suele llevar materia orgánica como hummus de lombriz, guano, etc.
También hay sustratos específicos para plantas verdes, que potencia el color del follaje, o para plantas acidófilas, con un pH inferior a 5.5.
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¡Cuidado con las sales!
A la hora de elegir el sustrato para tus plantas en maceta, procura optar por uno que tenga baja salinidad. Conocer el contenido de sal del sustrato es importante, ya que si este es excesivo eso puede perjudicar a tus plantas. Por eso lo mejor es optar por sustratos que incluyan fertilizantes con bajo índice salino, o también por aquellos que no lleven demasiado abono.
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También en el jardín
Los sustratos, comerciales o no, no se utilizan solamente para las plantas en maceta. También los necesitan las plantas que están plantadas en el suelo del jardín. De hecho, es muy conveniente mejorar el terreno añadiendo un sustrato adecuado, ya que aporta nutrientes en forma de abono y ayuda a mejorar el drenaje.
¿Una idea para mejorar tu pradera de césped? Puedes preparar el terreno eliminando las malas hierbas, y después añadir un sustrato especial para césped. Eso te ayudará a conseguir la pradera que quieres, ya que dejará el terreno perfecto para que germinen las semillas de hierba.
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