El olor a humedad, las toallas mal secas o un ambiente demasiado frío son motivos por los que tu baño te resulta incómodo. Pero hay solución. Más allá de los radiadores tradicionales, que te ayudan a calentar las estancias, existen otros aparatos de sencilla instalación que no solo sirven para crear una atmósfera más cálida en el baño, sino que son perfectos para secar las toallas de manera rápida. Hablamos de los toalleros eléctricos. Te damos varios motivos para instalar uno en tu baño.
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Tipos de radiadores toalleros
Hay tres tipos de radiadores toalleros: los eléctricos, que van conectados mediante un enchufe a la red eléctrica; los de gas, que van conectados a tu sistema de calefacción de gas. Los primeros son mucho más fáciles de instalar que los segundos. Estos últimos, los radiadores toalleros de gas, necesitan de la intervención de un profesional para su instalación, ya que van en la ubicación de tu actual radiador de gas.
También existen los radiadores toalleros mixtos, que son un híbrido entre ambos tipos y que funcionan también cuando el sistema de calefacción no está conectado. Son los más caros.
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Programa tu momento baño
Una de las ventajas de los toalleros eléctricos es que muchos modelos están dotados con la opción para programarlos, además de termostato. Así, si planificas tu momento de baño o ducha, te encontrarás la estancia perfectamente caldeada para no pasar frío. Lo mejor es que estos termostatos programables permiten calentar la estancia sin que se produzca un derroche de energía.
Toallas secas y sin olor
Generalmente, uno de los motivos por los que tu baño huele a humedad es porque las toallas no se secan tan bien como deberían. Un toallero eléctrico te ayudará a que se sequen de manera más rápida y con calor, de manera que, además, no proliferarán en ellas tantas bacterias.
Confort después de la ducha
Si eres de esos a los que les gusta salir de la ducha y encontrarse la toalla caliente, un toallero eléctrico será perfecto para ti. Enciéndelo justo antes de entrar en la ducha y coloca en él las toallas. Cuando salgas, estarán calentitas y gustosas para secarte cómodamente. De hecho, si hace mucho frío, podrás colgar también la ropa que te vas a poner ese día (o el pijama si es por la noche) para sentir esa calidez y no perder la temperatura corporal.
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Son muy decorativos
Los toalleros eléctricos han ido adaptándose a las tendencias, con nuevos y modernos diseños que encajan a la perfección en los espacios más actuales. De los tradicionales modelos en blanco o acero inoxidable, ahora los que son negros u ofrecen colores que se salen como el coral, el amarillo o el topo son toda una declaración de intenciones. En la imagen el modelo Xilo de Irsap.
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Cero mantenimiento
Una de las ventajas de los radiadores toalleros eléctricos es que no necesitan nada de mantenimiento, a diferencia de los que van conectados a tu sistema de calefacción de gas que tendrás que purgar todos los años cuando conectes de nuevo el sistema de calefacción. Además, para limpiarlos, solo tendrás que pasar un paño húmedo y secarlo después con otro paño que no deje pelusas. ¡Así de sencillo!
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¿Qué potencia debe tener un toallero eléctrico?
A la hora de elegir un toallero eléctrico, tendrás que tener en cuenta que su potencia depende directamente de la superficie de tu baño. Más o menos debes tener en cuenta que necesitas 80 W para cada metro cuadrado de tu baño que quieras calentar. A esto debes sumar un 30% que compense la pérdida de calor que se produce cuando ponemos encima las toallas o el pijama para calentarlos.
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Dónde instalar un toallero eléctrico
Por motivos de seguridad, debes tener en cuenta que no puedes instalar un toallero eléctrico donde quieras. Has de cumplir una serie de requisitos de seguridad. Por ejemplo, es importante que se encuentre a una distancia mínima de unos 60 cm de cualquier fuente de agua, ya sea la ducha, la bañera o el lavabo. Si no quieres hacer obras, tendrás que adecuarte a la actual instalación de tu baño y ponerlo donde ya haya un enchufe.
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