Es cierto que solemos asociar las alfombras a los meses más fríos del año, cuando necesitamos dotar de calidez a los espacios interiores. Sin embargo, las alfombras, como buenos aislantes térmicos que son, también ayudan a mantener los ambientes frescos. Y no solo eso. Los hacen más acogedores y agradables. Por eso, tenemos muy buenas razones para usar las alfombras en verano. La clave está en elegir diseños tan frescos, ligeros y estilosos como los que te proponemos a continuación.
1. Por su valor decorativo
Igual que ocurre en invierno, las alfombras, con sus colores, textura y patrones, son un excelente recurso para sumar riqueza visual a cualquier espacio. Es más, un modelo decorado con motivos étnicos y tropicales o en tonalidades vivas y alegres, te ayudará a recrear un look veraniego. También puedes optar por diseños más discretos como el kilim Capas de Nani Marquina, de lana afgana hilada a mano, que te ayuden a realzar la estética de un ambiente y convertirlo en un lugar más acogedor y relajado.
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2. Porque funcionan como aislante térmico
Las alfombras de lana son un excelente aislante térmico natural, y no solo protegen del frío, sino que también absorben el calor que se genera en el ambiente en verano, dando sensación de frescura. Mucho mejor si se trata de un diseño que en su composición combina lana y algodón y es de pelo corto, como este modelo de Oliver Bonas, ya que permiten una mayor transpirabilidad que las alfombras mullidas de lana.
3. Porque proporcionan una superficie más segura para caminar
Especialmente cuando buscamos una alfombra para el jardín, donde muchas veces el suelo está mojado. También es cierto que caminar descalzos sobre ellas es más cómodo que hacerlo en superficies más duras, como el concreto o la piedra. Y por el mantenimiento no te preocupes: las alfombras diseñadas específicamente para uso en exteriores, como el modelo Gales, de colección Plein Suds de Warli, son resistentes y fáciles de limpiar. Las fibras sintéticas de estas alfombras parecen hilos naturales, tienen una alta resistencia a la intemperie, durabilidad, alta estabilidad UV y repelencia al agua.
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4. Por ser una opción sostenible
En los catálogos de firmas de mobiliario y decoración cada vez es más fácil localizar estilosas alfombras realizadas con PET reciclado. Son modelos duraderos y resistentes con los que se contribuye a la reducción de residuos plásticos y al fomento de la economía circular. Es el caso de la alfombra Saline de la marca Gan, de fibras plásticas recicladas, teñidas, hiladas y trenzadas en la India. Está disponible en cuatro colores diferentes: blanco, negro, verde y terracota.
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5. Porque pondrá ese punto de energía y vitalidad en la decoración
Una alfombra vistosa y colorida será el complemento ideal para romper con la hegemonía del blanco, uno de los colores indispensables en un look de verano, ya que es un auténtico escudo contra las altas temperaturas. Con un diseño como el modelo Acapulco Sauge de Rue Vintage 74, además de poner un toque de color, se creará un atractivo contraste visual que aportará dinamismo a la decoración. Es de yute 100%.
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6. Porque agregará calidez visual y táctil
También en verano, una alfombra hará que cualquier espacio se vea más acogedor y agradable. Los diseños realizados con fibras vegetales como este modelo de Kave Home, de yute, son excelentes opciones para la temporada estival. Y no solo por sus propiedades transpirables, sino también porque aportan un toque natural y orgánico a la decoración, que nos conecta con la naturaleza, dando una sensación de calidez a cualquier espacio.
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7. Por su versatilidad
Encontrarás alfombras que se adaptan a cualquier ambiente, ya sea interior o exterior. Entre ellas, las realizados a partir de residuos plásticos reciclados. Estos diseños presentan un trenzado que imita el aspecto de las fibras vegetales, pero son más resistentes y duraderas. Lo bueno es que son ideales para patios, terrazas o jardines, ya que pueden soportar la exposición al sol y a la humedad sin sufrir daños, y quedan de maravilla dentro de casa, ya que, además de su aspecto natural, tienen un tacto sedoso y suave. Un ejemplo es este diseño de la colección Mediterráneo de Object Carpet.
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8. Porque los ambientes ganarán en comodidad
La superficie de algunas alfombras resulta muy confortable al pie descalzo y ya sabemos que durante la temporada estival es frecuente caminar descalzo, tanto en el interior como en zonas ajardinadas. Los diseños de bambú o yute como este modelo de Kenay Home tienen una textura agradable al tacto y están indicadas para espacios exteriores, aunque eso sí, siempre que estén protegidos bajo cubierta, ya que son vulnerables a la humedad (no se pueden mojar).
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9. Porque en verano también toca delimitar ambientes
Un suelo desnudo difícilmente contribuirá a que las distintas zonas de tu salón queden visualmente delimitadas. Y en este objetivo, las alfombras desempeñan un papel clave. A la hora de elegir las tuyas, recuerda que lo importante es que combinen con el resto de la decoración. Y en esa búsqueda, un valor seguro son las alfombras en tonos naturales como el modelo Aniston de El Corte Inglés, de PET, que enmarca esta zona de estar. En el comedor quedaría perfecto tanto un modelo idéntico, como un diseño del mismo tono pero con una textura o trenzado diferente.
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10. ¿Cómo vas a proteger el suelo si no es con una alfombra?
Este complemento actúa como una barrera protectora entre los muebles, los zapatos y el suelo. Por eso, si en verano decides prescindes de alfombras, el suelo quedará más expuesto a rayones y marcas. Lo ideal es que busques un modelo que combine esa función protectora con un diseño de lo más colorista y veraniego, que impregne tu casa del buen rollo de la temporada estiva, como la alfombra Korsning de IKEA, de fibra sintética, que también es apta para exterior. Porque recuerda que en verano conviene evitar las alfombras oscuras.
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