Se las puede llamar piscinas naturalizadas, aunque también es habitual denominarlas piscinas naturales o biopiscinas. En cualquier caso, la purificación natural del agua reproduce a pequeña escala los procesos de ríos y lagos para tener agua de baño cristalina y saludable.
Para explicarnos cómo funcionan y por qué son una buena respuesta a la situación de emergencia climática que estamos sufriendo, hemos contactado a Santiago Herrero de Egaña, biólogo paisajista en Paisajes Pensados (santiagoherreropaisajista.com) e Ignasi Pujol-Xicoy, fundador de ARAGrup (www.aragrup.es), empresa de actuaciones medioambientales con 19 años de proyectos de purificación natural de agua de baño y ornamental en España y, algunos, en el extranjero.
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¿Qué es una piscina naturalizada?
Si te estás preguntando en qué consisten exactamente, la respuesta es que no emplean cloro para la purificación del agua. En este proyecto de Paisajes Pensados en lugar de utilizar químicos, para conseguir agua sin vida, Santiago emplea la vida de las plantas y de microorganismos para mantener el agua limpia.
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Ecología y sostenibilidad
La ventaja de las piscinas naturalizadas es clara para todas aquellas alérgicas al cloro. Pero también por razones medioambientales, pues con este sistema no se utiliza ningún producto químico nocivo, evitando las emisiones de CO₂ y el consumo energético procedente de su distribución. Al contrario, como señala Ignasi, “pone las condiciones para que la biología cuide de forma natural el agua. Además, al tratarse de una balsa con purificación natural, únicamente hay que renovar el agua que se evapora, nunca cambiarla por completo”.
El baño en agua dulce sin químicos es mucho más agradable y sano. Santiago añade que las piscinas naturales “son mucho más respetuosas con el medio ambiente y sus diseños pueden ser mucho más bonitos e integrados en la naturaleza”. Por ese motivo considera que más implantadas en el centro Europa, sin duda, son el futuro de las piscinas en nuestro país.
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Copian el sistema de una charca natural
El diseño de las piscinas naturalizadas se compone de dos áreas que detallan desde ARAgrup:
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Una amplia zona para baño y nado.
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Una parte de menor tamaño donde se concentran los procesos purificadores del agua.
En la segunda área se utilizan las plantas para captar nutrientes que las hacen crecer y con ello se limpia el agua. Además, “se pueden usar medios mecánicos de limpieza como hacer circular el agua por filtros de arena”, detallan desde Paisajes Pensados.
Esta piscina la ha construido la empresa Piscinas Ecológicas y, como decimos, no usa cloro ni cloración salina.
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Plantas sí, peces no
¿Qué plantas acuáticas tratan el agua en el área de depuración y filtración? Plantas parecidas a las que encontramos en las orillas de ríos y charcas naturales. Santiago nos menciona dos: carrizos y lirios de agua, por ejemplo. Al mismo tiempo, explica el motivo por el que no hay que tener también peces. “Como se trata de que el agua no tenga muchos nutrientes para que no proliferen las algas, las heces de los peces resultan contraproducentes en este sentido”.
Ignasi añade que en sus proyectos emplea una selección botánica con las variedades que se encuentre en un humedal natural, como los nenúfares.
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Belleza natural
Reproducir la naturaleza a pequeña escala como objetivo del paisajista. Las plantas acuáticas de la piscina ofrecen una imagen distinta en función de la estación del año en la que nos encontremos. Además, el paisajista explica que no mueren en invierno. Dependiendo de las latitudes donde se ubique el jardín pueden pasar un periodo de latencia o de ralentización, como el resto de la naturaleza. Por otra parte, normalmente, en otoño se podan para que en primavera vuelvan a brotar y a extraer nutrientes de agua.
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Área de filtración natural
La zona de purificación de una piscina naturalizada convierte parte del jardín en un ecosistema con el atractivo de la flora acuática. Ignasi apunta también que “se trata de un entorno que asimismo atrae a la beneficiosa fauna, como pájaros, mariposas o libélulas”.
Respecto al tamaño que precisa el área de filtración, es variable según el tipo de procesos naturales en los que se base su construcción, ocupando por regla general entre el 10 i el 40% de la superficie total.
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Claves del mantenimiento
El mantenimiento de las piscinas naturalizadas es distinto del de sus alternativas. “Dependiendo del grado de exigencia, puedes limpiar el vaso con limpiafondos, una vez al año hay que podar las plantas acuáticas y si se utilizan filtros mecánicos, habrá que lavarlos regularmente”, detalla Santiago.
El limpiafondos eléctrico de la imagen, ‘QC’ de TigerShark, es un robot autónomo que sirve para piscinas domésticas de hasta 6 x 12 metros.
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Un precio algo más elevado que el resto de piscinas
La justificación que hace encarecer este tipo de construcciones es la parte final. La excavación, impermeabilización y construcción es común a un depósito de agua y esto es alrededor del 75% de la ejecución. No obstante, Ignasi señala que “el resto es más laborioso de crear, pues se tienen que poner los sustratos adecuados y las plantas, unos trabajos más dificultosos”.
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¿Todo son ventajas?
Una piscina naturalizada está preparada para las condiciones habituales de uso y el resultado es agua natural no alterada, por lo que se evitan muchas de las molestias que pueden producir otros tratamientos, sobre todo cuando se trata del cloro. Un inconveniente ya lo hemos mencionado, el precio algo superior, aunque ello se amortiza por no tener que gastar precisamente en comprar productos químicos.
Sí que hay un pequeño inconveniente: las plantas no eliminan la orina. ¿Qué hacer entonces si se tienen niños pequeños? Ignasi cuenta que “es muy bueno y educativo explicar las características de un sistema natural a los usuarios, entonces asimilarán qué se puede hacer y qué no resulta conveniente”. En este proyecto Estudio Code instala una ducha de exterior y un inodoro junto a la piscina, para evitar cualquier problema.
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