¿Cambio de suelo a la vista? Contempla instalar linóleo, un pavimento barato y sostenible

La tradición en España lleva a elegir pavimentos para la casa en materiales pétreos, cerámicos, terrazos y, en las últimas décadas, de madera. No obstante, la preocupación medioambiental ha hecho subir enteros a los suelos de linóleo, que tienen cada vez una mayor acogida gracias a sus características naturales y saludables. Además de por motivos tan prácticos como su durabilidad y fácil limpieza.

Te contamos todo acerca de este pavimento cada vez más empleado en la arquitectura sostenible, una opción ideal asimismo por su bajo coste. El de la imagen en un potente color rojizo procede de Hidra Floors.

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Enfoque ecológico

Fabricado principalmente a partir de aceite de linaza, resina de pino, harina de madera y otros ingredientes naturales combinados con resina para mantenerlos unidos, el linóleo es una opción natural y sostenible para pavimentar la vivienda. Así, es bueno para tu casa y para el planeta. Este en un vibrante color amarillo es de Gerflor.

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La apuesta reciclable

Confundido en ocasiones por el PVC (que es sintético), insistimos, el linóleo se fabrica con materias primas naturales y biodegradables. Ello hace que se pueda reciclar terminado su ciclo de vida. Y la mayoría de los fabricantes logran que sea un pavimento sostenible neutro en emisiones de CO2 en todo el proceso de producción. En la propuesta, un suelo con diseño a rayas de Forbo que crea un aspecto suave y confortable.         

Al elegir suelos de linóleo (y de cualquier tipo), es importante considerar la calidad del material pero, además, contar con instaladores profesionales para garantizar un resultado óptimo.

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¿Por qué los linóleos son saludables?

Pues, ni más ni menos porque garantizan la calidad del aire interior, ya que no emiten Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs), que son tan nocivos para la salud que causan desde alergias, náuseas e irritación de ojos hasta cáncer.  

¿Más cosas? Los suelos de linóleo resultan un buen aislante térmico y, asimismo, son antibacterianos. Tienen también propiedades antiestáticas, es decir, repelen el polvo y la suciedad, por lo que son muy recomendable para viviendas donde haya personas alérgicas o en los dormitorios infantiles o habitaciones juveniles. Además, es un suelo confortable por su efecto de amortiguación y tacto cálido y, al mismo tiempo, reduce la contaminación acústica.

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Una interesante variedad de diseños

El formato habitual del linóleo es en rollo con un ancho de 2 metros, dando lugar a suelos continuos. Si lo prefieres, también se fabrican en losetas de distintos despieces o en tablones para instalar mediante adhesivo o sistema de click. Su espesor es variado y, normalmente, va entre los 2 y los 4 milímetros.

Por otra parte, el acabado más popular es el de un color liso, pudiendo encontrarse en el mercado también estéticas con acabados en vetas, que hacen aguas o dibujan líneas u otras geometrías.

Entre las posibilidades estéticas de estos suelos se encuentra, como vemos en la propuesta, crear una ‘alfombra’ en un suelo continuo. El linóleo pertenece a la colección ‘Marmoleum’ de Forbo.

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Aplicaciones muy variadas

El linóleo es un material flexible (ni tan blando como una moqueta ni tan duro como las piedras o el parqué), lo que lo convierte apto mucho más allá que en uso para suelos. Así, se puede colocar en los rodapiés, en arrimaderos de pared y en los escalones de las escaleras (como vemos en la propuesta, un moderno salón con un linóleo de Gerflor, material que reviste también parcialmente la pared). Te sorprenderá su alta resistencia al desgaste. Además, se trata de un pavimento antideslizante, lo que lo convierte en una elección segura en la cocina.

Por otra parte, se está avanzando en uno de sus inconvenientes: su empleo no recomendado en una zona sometida a humedad como el baño. Los fabricantes más prestigiosos están haciendo de este un material más resistente al agua.

Antes de instalar linóleo (algo que se recomienda siempre dejar en manos profesionales) hay que asegurarse de que la base esté lisa y sin defectos.

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Altas prestaciones

Muestra de la durabilidad de los suelos de linóleo es que además de en viviendas, también es habitual encontrarlo en espacios de alto tránsito como hoteles, oficinas, escuelas, hospitales, centros deportivos y locales comerciales, interesados en otra de sus ventajas frente a otros materiales: la facilidad de mantenimiento. Y es que es muy resistente a las manchas, los arañazos y el deterioro general.

Como vemos en la imagen con una propuesta de la firma portuguesa Corkart, es un pavimento incluso a prueba de monopatines.

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Consejos de limpieza

El linóleo es un suelo fácil de limpiar, bastará pasar la escoba y la mopa regularmente y, cuando se precise, fregar con el mocho bien escurrido con una mezcla de agua y limpiadores suaves evitando productos abrasivos, como los que son a base de amoníaco. Emplea detergentes pH neutro o incluso vinagre blanco y tras pasar la fregona, seca el suelo.

En el caso de alguna mancha resistente, haz una pasta espesa mezclando bicarbonato de sodio con agua, aplica en la zona y deja actuar durante unos minutos. A continuación, frota suavemente con un paño húmedo y aclara con agua limpia.

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Receta mejorada

Si bien en décadas pasadas la oxidación del aceite de linaza con el tiempo provocaba que los suelos de linóleo amarillearan, ello ya no ocurre pues las fórmulas modernas han evolucionado con estabilizadores para solucionar ese problema. Asegura que la estética se mantiene que la mayoría de los fabricantes ofrecen garantías que suelen ir de los 5 a los 15 años. Sin duda, este pavimento ha mejorado mucho sus prestaciones en los tiempos actuales respecto al pasado.

En este piso en Madrid de tan solo 33,60 metros² reformado por Elii, se emplea un linóleo de DLW Armstrong. Un motivo para elegir este material, aparte de nuestra sensibilidad ecológica, puede ser el bolsillo, ya que el precio del linóleo es de los más competitivos del mercado.

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