La climatología nos está sometiendo a cambios realmente drásticos en las últimas semanas. De los días de calor intenso de abril hemos pasado a una época de tormentas y descenso de temperaturas, y parece que estrenaremos así el mes de junio. Sin embargo, y aunque se agradece esta tregua de lluvia y frescor, el verano está a la vuelta de la esquina.
En poco tiempo se habrá instalado en nuestras vidas, por lo que conviene que vayamos terminando con las tareas de orden en casa propias de la temporada, como la limpieza de primavera y, especialmente, el cambio de armario, si no quieres que te pille el calor con los abrigos en las perchas y nada que ponerte para combatir las altas temperaturas.
Un cambio fácil que resulte efectivo
Si ya has colocado la ropa de temporada en tu armario, puede que todavía te quede hacer el cambio en los armarios de tus hijos. Cuando estos son pequeños, no nos queda otra que encargarnos nosotros de esta labor. Hoy te damos algunas claves para que puedas llevarla a cabo de forma fácil y efectiva.
Cuando se trata de orden y de niños, estas dos palabras parecen ser totalmente incompatibles. Sin embargo, podemos poner en marcha determinadas acciones que nos ayuden a combinar ambos conceptos de manera exitosa. Se trata de dar a los más pequeños algunas estrategias que les ayuden a responsabilizarse de sus objetos personales, de su ropa y sus cosas. Conseguirás que tengan el armario organizado (con un poco de ayuda, por supuesto) y eso incidirá de forma muy positiva en la rutina diaria familiar. ¿Quieres saber cómo lograrlo?
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‘Cada cosa en su lugar’
Repetir esta frase a los niños como si de un mantra se tratase es una buena idea. Pero también puede ocurrir que se convierta en una de tantas órdenes vacías de sentido que nos escuchan repetir continuamente nuestros hijos. No es que la frase no sea relevante, sino que para ellos se puede convertir en una cantinela a la que no prestan atención.
Por eso es más efectivo crear rutinas de orden desde que los niños son pequeños, como si de un juego se tratase. Si bien ellos no pueden encargarse todavía de hacer solos el cambio de armario, colocar y ordenar sus cosas a diario les ayudará a ahorrar mucho tiempo y a moldear su personalidad para el futuro. Las personas ordenadas en casa ganan tiempo y tranquilidad en su vida cotidiana.
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Enséñales a no acumular
Cambiar nuestra forma de pensar en cuanto a las cosas que poseemos puede convertirse en un avance importantísimo para nuestra vida. No se trata de vivir como un asceta, pero sí de acostumbrarse a no acumular cosas materiales sin ton ni son: ropa, zapatos, complementos, etc.
Cuando los niños son pequeños somos nosotros quienes decidimos lo que deben tener, la ropa que necesitan. Es importante no acumular demasiadas prendas: no solo las utilizarán muy poco tiempo por lo rápido que crecen, sino que ellos aprenderán mediante nuestro ejemplo que acumular no es el camino.
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Clasificar es la clave
La teoría parece bastante sencilla. El cambio de armario de los niños es un trabajo que puede dividirse en varias subtareas. Comenzamos por vaciarlo por completo, después lo limpiamos a fondo y procedemos a colocar la ropa de verano.
En realidad, las cosas no son tan fáciles… Al hacer el cambio de armario hemos de aprovechar para clasificar toda la ropa de los peques. Este paso es fundamental ya que seguramente haya cosas que ya no tendrás que guardar. Por eso lo mejor es comenzar por separar las prendas:
- La ropa de abrigo que ahora le esté justa ya no le servirá para el próximo invierno. Ponla en un montón para donar si está en buen estado, o deséchala si está estropeada.
- Descarta toda la ropa que esté vieja o muy dañada.
- Si tienes niños más pequeños, separa las prendas que puedan heredar de los hermanos mayores para guardarla.
- Haz un montón con cosas que puedas donar o regalar. Clasificar las prendas de los niños es la parte más ardua de esta tarea, pero es necesario hacerlo para dar salida y un nuevo uso a la ropa.
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Divide el interior... ¡y vencerás!
Ahora que ya tienes completamente vacío el armario de los peques, es el momento de limpiarlo a fondo. Utiliza un limpiador multiusos o un producto específico para madera.
Cuando hayas terminado tendrás que colocar la ropa de verano que tengas del año pasado. Puede que hicieses ya una clasificación de esta ropa, pero ahora es un buen momento para saber qué prendas les servirán a los niños y cuáles no. Procura no guardar cosas por si acaso. Al final nunca se usan y ocupan un sitio muy valioso.
Un consejo: la mejor forma de organizar las prendas en el armario es dividir el espacio interior en compartimentos, en función de las prendas a guardar. Colócalas por tipología (camisetas, sudaderas, pantalones, etc.) y por colores. Esto puede ayudar a los niños y transmite sensación de orden.
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Un armario para cada edad
Una de las cosas que debemos tener claras desde el principio es que un armario puede ser muy práctico para un niño de tres años que comienza su educación infantil, y no tanto para un niño de siete años o para otro que ha cumplido los diez.
- Es fundamental adaptar la distribución interior del armario a las distintas etapas del niño en función de su edad y de su estatura. Debes tener en cuenta si alcanza para coger las cosas que necesitará todos los días, aunque les tengamos que ayudar con la parte alta del armario. Allí puedes colocar aquellas cosas que no necesiten con tanta frecuencia.
- En perchas y colgadas en la barra: así es como los niños localizarán mejor las prendas. La clave está en que puedan llegar a ellas. Si la barra queda muy alta, cámbiala por una abatible que se pueda bajar para alcanzar la ropa.
- No apiles las prendas en las baldas, porque se caerán inevitablemente la primera vez que el niño necesite coger alguna de ellas. Prueba el doblado en vertical.
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El doblado en vertical, ¿sí o no?
Seguramente ya habrás oído hablar de las bondades del doblado de prendas en vertical, aunque no sepas quién es Marie Kondo (esto es casi imposible) ni conozcas su método Konmari.
Puede ser una buena estrategia para aprovechar al máximo el espacio en cajones y armarios. Si tienes baldas necesitarás cajas en las que colocar las prendas dobladas. Enseña a los niños a doblar las prendas. Puedes ayudarles al principio con una plantilla de cartón que les indique la medida adecuada a la que hacer los dobleces. Es cuestión de paciencia y de práctica, ya que seguramente al principio los resultados no serán los mejores.
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Aprovecha los accesorios de interior
A la hora de tratar de conseguir el máximo rendimiento del espacio interior tenemos muchos accesorios que nos ayudarán. La clave está en compartimentar cada hueco para no desperdiciar ni un centímetro, ya se trate de cajones, de baldas, huecos, etc.
Para ello toma medidas y hazte con los elementos necesarios, desde separadores para cajones, cajas de distintos tamaños, colgadores, cestas extraíbles, perchas múltiples, etc. Puedes elegir cajas sin tapa, de acceso más fácil, ya que dentro del armario no cogerán mucho polvo.
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Ordena a tu estilo
Después de leer todas estas estrategias de orden y, aunque son realmente prácticas, es importante que sepas que siempre puedes adaptarlas a tu propio estilo.
Una idea que puede ser útil es colocar la ropa por conjuntos (camiseta + pantalón + sudadera), de forma que los niños sepan qué tienen que ponerse cada día. Organizar con este criterio toda la ropa de tu hijo puede ser complicado, pero sí podemos dejar un espacio libre en el que preparar los conjuntos de diario para ir al cole, o donde colocar la ropa para el día siguiente, por ejemplo. Haz tuyas todas las ideas que creas que pueden ayudarte a lograr más orden y organización. Prueba las técnicas y decide después si las adoptas o las dejas de lado.
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